Con los correspondientes matices en cada una de las partes en función del mensaje también que quieren enviar, los tres vértices que marcan el futuro de la banca nacionalizada coinciden en que la evolución de los depósitos les preocupa. Lo reconoció Antonio Carrascosa, director general del FROB, principal accionista de todas las entidades, cuando el pasado marzo apeló a "estabilizar" su negocio y dio también las primeras pistas sobre la contratación de McKinsey y Nomura para diseñar la estrategia a seguir con ellas. Tras su tercer informe sobre la evolución del sector, la Troika insiste en el mismo problema. Especialmente el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión, que alertaron de la pérdida de cuota de mercado "porque clientes insatisfechos deciden terminar su relación con el banco" ante la polémica con preferentes y deuda subordinada. Los propios responsables de Novagalicia lo reconocieron abiertamente durante sus comparecencias en la comisión de cajas en el Parlamento. ¿Hasta qué punto? Los últimos datos recogidos por la patronal de las antiguas cajas reflejan una reducción de la partida en el caso concreto de NCG de más de 4.200 millones de euros entre enero y mayo.

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