La reciente renuncia de José Luis Méndez a todos los sillones que ocupa como representante de Novagalicia Banco en firmas de su cartera industrial ante la polémica desencadenada por las indemnizaciones a antiguos cargos tiene poco de convencional. Lejos de suponer un abandono explícito, lo que hizo el ex director general de Caixa Galicia, como recoge la comunicación oficial de la entidad, fue poner los puestos "a disposición" del presidente, José María Castellano, y defender que su retiro, con alrededor de 16,5 millones de euros brutos, se ajustó "a la normativa legal correspondiente y a las reglas de buen gobierno corporativo". Que ya en ese momento, en septiembre de 2010, "renunció de manera voluntaria a la indemnización inherente a su contrato de alta dirección". Y sí, dejó parte. De lo contrario, según apuntan varias fuentes, hubiera recibido hasta 11 millones de euros más, que el Banco de España frenó. Pero es que en ese contrato, el blindaje va más allá de su posición de ejecutivo en la entidad y establece el mantenimiento de los ingresos correspondientes por los consejos de las participadas hasta la fecha legal de jubilación, los 70. Aunque sea cesado. La situación que, teóricamente, se daría ahora.

En el momento de su jubilación, Méndez tenía 65 años. Los estatutos de la entidad le permitían continuar hasta los 70. Junto a otra serie de privilegios que conserva gracias a las cláusulas recogidas en su contrato –es, de hecho, presidente de una de las dos fundaciones ligadas a Novacaixagalicia, con seguridad, chófer y secretaria a su disposición–, destaca la obligación que se dejaba a la entidad fusionada de seguir abonándole las dietas si finalmente se prescindía de su función de representante. En ese caso, la indemnización asciende al equivalente a tres años, según algunas fuentes, mientras otras hablan de cinco, de sus habituales remuneraciones como consejero, descontando los ejercicios que lleva retirado.

Es decir. De abandonar ahora sus cargos, un año y dos meses después de ejecutarse su jubilación, José Luis Méndez debería recibir de Novagalicia Banco la suma de entre dos y cuatro años más completos de dietas por su papel de consejero, y que actualmente desempeña en cinco empresas.

¿Cuáles? Tras salir en octubre de la presidencia de Ahorro Corporación, también después de originarse el huracán de las indemnizaciones, Méndez figura todavía como miembro de los consejos de Tecnocom, Reganosa, Bodegas Terra Gauda y Sacyr Vallehermoso. Al menos hasta 2010 estaba en Caser.

Ni Novacaixagalicia ni Novagalicia entran en los detalles sobre la jubilación de Méndez. Como tampoco quisieron hacerlo sobre las condiciones en las que se fueron el director general, José Luis Pego –que no solo renunció a las participadas, sino que ha dejado de ir a sus consejos–, el adjunto, Javier García de Paredes, y otros altos cargos. El banco admite que contaba con un contrato "blindado", que se abordó en el último consejo de administración de Caixa Galicia en el verano de 2010. Justo antes de cerrar los últimos flecos de la fusión, en la que Méndez estuvo apartado por orden expresa del Banco de España. ¿Y por qué sigue en los órganos de control de las participadas? Al igual que el resto de directivos, porque las prioridades en este momento de la entidad están en su negocio y la estrategia de recapitalización. "Están dejando ya algunos y a corto plazo se irán produciendo los cambios", añaden.

Al margen del abandono en Ahorro Corporación –donde la presidencia está en manos ahora de Braulio Médel, líder de Unicaja–, Méndez aguanta en el resto de consejos. Como Sacyr, donde acaba de renovarse la composición tras la batalla de la mayoría del accionariado contra el expresidente, Luis del Rivero. El ex máximo responsable de Caixa Galicia sigue en la constructora. Y además como vocal de la comisión de nombramientos y retribuciones. La remuneración de un consejero externo dominical como él ronda en el grupo los 84.000 euros. En Tecnocom, donde ocupa la vicepresidencia, los diez dominicales entre los que figura Méndez se repartieron en 2010 un total de 282.000 euros, a una media de 56.000 euros cada uno. De los pagos en Reganosa y Terras Gauda, no consta información pública. En Caser era también vicepresidente segundo. El informe de 2010 lo recoge. La remuneración total de la aseguradora a sus 40 consejeros fue 1,9 millones.

"Lo que hizo fue lograr que su consejo le respaldara para mantenerse durante un tiempo en las participadas pese a dejar la caja", cuentan fuentes conocedoras del acuerdo. "Y a eso se está agarrando –añaden- desde que empezaron los cambios". Por "ese tipo de detalles", en el entorno de Novacaixagalicia inciden en que la posición de Méndez es muy diferente a la del resto de cargos que se fueron. "Con este tipo de cosas queda muy claro que el ataque que se hizo a José Luis Pego no tiene razón de ser. Mientras que en su caso se trata de un cálculo legal de lo que le corresponde –señalan-, Méndez quiso blindarse". "Pese a estar fuera", añaden.