El TSJM avala los informes de impacto de los proyectos eólicos en Galicia y rechaza suspenderlos

El alto tribunal madrileño consolida su criterio ante las demandas contra parques de más de 50 MW tramitados en el Estado

Aerogenerador de un parque eólico de Greenalia en Galicia.

Aerogenerador de un parque eólico de Greenalia en Galicia. / FDV

Julio Pérez

Julio Pérez

La guerra judicial alrededor de las autorizaciones de proyectos de energía eólica se libra en dos campos de batalla. Aquí, en la comunidad, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) suspendió de forma cautelar hasta ahora 27 parques con 686 megavatios (MW) y casi 600 millones de inversión por el posible impacto medioambiental. Antes lo hizo por la tramitación, pero el Tribunal Supremo tumbó los argumentos de los magistrados gallegos de la sección tercera de la Sala de lo Contencioso-administrativo con su aval al recorte de plazos aplicado por la Xunta y la entrega de los informes sectoriales de los organismos implicados en el examen de las infraestructuras en una fase posterior a la exposición pública del proyecto para la presentación de alegaciones.

Las propuestas con potencias superiores a los 50 MW son competencia estatal. De su revisión se encarga el Ministerio para la Transición Ecológica, que aprobó siete proyectos en Galicia con 656 MW en total en la gran criba de hace un año para cumplir el calendario de los derechos de acceso y conexión a la red eléctrica. También a ellos les afecta la maraña de recursos de organizaciones ecologistas, aunque con un resultado diferente.

Otra visión

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), encargado de los recursos contra los permisos de Transición Ecológica, rechaza aplicar la medida cautelar de paralización de proyectos que el TSXG sí está aceptando de forma generalizada. En una resolución del pasado lunes, la sección sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo defiende que sigan adelante los parques Ozar (56 MW repartidos en 10 aerogeneradores) y Tornado (67,2 MW y 12 molinos), impulsados por Greenalia en los municipios coruñeses de Carballo, Tordoia, Val do Dubra y Trazo, porque ni aprecia un fraccionamiento artificial del proyecto, ni pone en duda la labor de los trabajadores públicos que sacaron adelante el informe de impacto favorable.

Ante la demanda de la asociación Ecologistas en Acción Galicia, que acusó a la administración estatal de “minimizar la evaluación de impactos acumulados” en una zona de “una elevada concentración de aerogeneradores”, el TSJM sostiene que la supuesta afección al territorio “sería reversible”, pero no habría marcha atrás, en cambio, en la pérdida del enganche a la red para el promotor por incumplir el plazo para obtener la autorización de explotación si el proyecto se suspende.

Examen "exhaustivo"

El auto deja claro que, como proyecto de energía renovable destinado a descarbonizar la economía, “los intereses generales han de primar sobre los particulares o sectoriales”. “Resulta evidente que la recurrente no desvirtúa, en modo alguno, siquiera indiciariamente, el resultado favorable del exhaustivo procedimiento de evaluación ambiental llevado a cabo por profesionales y funcionarios informantes con alta especialización y capacitación que han concluido la plena compatilibidad del proyecto con el medio ambiente”, subraya el auto, que recuerda que la propia ley del sector eólico insta a que diferentes parques compartan las mismas líneas de evacuación.

Este es el segundo auto en la misma línea que transciende desde el TSJM respecto a parques previstos en Galicia. Días antes emitió otro también contrario a la suspensión cautelar que reclamó Petón do Lobo para el proyecto Badulaque de 90 MW de Enel Green Power (Endesa) en los concellos de Valdoviño, Cedeira, Cerdido, Moeche, As Somozas y As Pontes de García Rodríguez.

Suscríbete para seguir leyendo