La Diputación de Pontevedra está dispuesta a completar la financiación de la obra de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en Ponteareas para recuperar el regato de A Venda y no perder los fondos europeos que se destinan a este proyecto y que debería aportar el Concello de Ponteareas. La situación dramática de la tesorería municipal obligó al alcalde, Salvador González Solla, a pedir auxilio a otras administraciones como la Xunta y la Diputación.

La obra esta presupuestada en 3,7 millones de euros de los que 1,1 millones aproximadamente correspondían a la administración local.

Según confirmó el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, la semana pasada envió una carta al actual presidente de la Confederación Hidrográfica comprometiéndose a aportar los fondos necesarios para no perder la subvención europea, y que esos fondos de la Diputación se concretarían en el momento en que el proyecto estuviese aprobado.

El anuncio por parte del alcalde de que no había dinero para la obra que debe estar contratada antes de final de año, causó preocupación entre los vecinos de Canedo y pescadores de la zona, que llevan años exigiendo una solución a este problema. Precisamente, los vecinos de Canedo habían conseguido de la Confederación Hidrográfica la planificación de esta obra después de sufrir una carga policial por intentar impedir la realización de una rotonda que consideraban mal planificada, entre otras cuestiones, por la insuficiente canalización del regato.

Capacidad de drenaje

La recuperación del regato de A Venda evitará inundaciones cuando se produzcan fuertes lluvias, según el proyecto de la Confederación Hidrográfica para esta obra. El documento establece que las obras se hacen necesarias debido a la abundante vegetación existente de este río, sin la necesaria labor de limpiezas periódicas, y la reducida sección hidráulica de los tramos entubados, antiguos y sin mantenimiento adecuado", que han provocado una reducción progresiva de la capacidad de drenaje del río, "el cual sufre además un deterioro medioambiental importante por la presión urbanística a la que se ven sometidos este tipo cauces periurbanos". Otro aspecto que corrige la obra a realizar es los vertidos de aguas residuales al cauce del río, que actualmente se realizan y que hacen que "en su recorrido final, próximo a su desembocadura en el río Tea, las aguas del regato que discurren encauzadas, son una mezcla de agua del propio río y aguas negras del núcleo urbano".