Un asombroso sistema defensivo y una ubicación privilegiada desde la que se domina el valle y se alcanza a ver, incluso, la boca de la ría de Arousa son dos de las características que hacen especial al Castro da Pedra Moura, un poblado con más de 2.000 años de antigüedad que la comunidad de montes de Borreiros recupera en esta parroquia gondomareña.

Alrededor de 170.000 euros, aportados por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) y el programa Proder II de la mancomunidad de Vigo, es el coste de esta actuación que pretende rehabilitar este enclave de la cultura "castrexa" y divulgar sus cualidades.

Los trabajos se iniciaron hace un mes y medio con el desbroce de las tres hectáreas de terreno que ocupa el poblado, donde se hizo necesaria también la tala de eucaliptos. Una vez despejada la zona comenzaron las excavaciones, labor que sigue realizando un equipo arqueológico integrado por 16 personas.

Aunque el estado de las construcciones es, según los especialistas, "bastante bueno", un camino abierto hace años por los comuneros para acceder a esta zona del monte Pinceira ha mantenido ocultos algunas viviendas en la parte baja del poblado y cortó la línea de la muralla que lo rodeaba.

Carmela Torres, directora de la excavación, destacó la importancia de esta estructura amurallada en el conjunto. "El castro no es quizás el más grande de la comarca si se atiende a su área habitacional (núcleo de viviendas), pero impresiona por su sistema defensivo", explicó.

Aunque los efectos del paso del tiempo sólo permiten atisbar su monumentalidad, aún es posible apreciar la sucesión de paredes de gran altura y profundos fosos "también construidos por la mano del hombre", indicó Torres.

Los responsables de la excavación calculan que en agosto puedan concluirse los trabajos, que se centran en la recuperación y consolidación de tres viviendas "castrexas" y en la realización de sondeos para evaluar el estado del conjunto.

En este proceso, el equipo arqueológico también ha encontrado un buen número de piezas antiguas, fundamentalmente de cerámica, como restos de "vasijas o recipientes de cocina y almacenaje", apuntó Carmela Torres.

Sin embargo, el volumen de piezas a recuperar puede haberse mermado por la acción de "expoliadores", cuya presencia en el lugar ha dejado como huella dos socavones en la parte alta del poblado, indicó la responsable de la excavación.

El presidente de la comunidad de montes de Borreiros, Latino Rodríguez, guió ayer hasta este lugar al alcalde de Gondomar, Antonio Araúxo, y al director xeral de Agader, Edelmiro López, que visitaron este espacio del que destacaron su importancia patrimonial.