Denuncian etiquetado irregular en conserveras de Mexillón de Galicia

La empresa Cermar alerta de que se confunde al consumidor

Señalan a industrias vinculadas a dirigentes del Consello Regulador

Detectan molusco de Chile mal identificado

Inspeccionaron supermercados de Vilagarcía

Descargas de mejillón en A Illa, ayer.

Descargas de mejillón en A Illa, ayer. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La guerra del etiquetado del mejillón gallego en el sector transformador (cocederos y conserveras) vuelve a escena.

Esta vez salpicando a conocidas industrias que podrían estar vulnerando la normativa existente en cuanto a diferenciación de su molusco, ya que utilizarían el sello de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia de manera irregular.

La situación preocupa, y más aún teniendo en cuenta que entre las empresas conserveras implicadas figuran algunas pertenecientes a directivos del Consello Regulador de la DOP, es decir, el órgano que debe velar por la correcta aplicación de su reglamento y la estricta protección del “oro negro” de batea con sello de calidad.

Dos productos distintos en el súper con el mismo envase y código de barras

Mané Calvo, presidente del Consello Regulador de la DOP. / FdV

Dicho de otro modo, que es como si el zorro estuviera al cuidado de las gallinas, pues se acusa directamente a algunos de los dirigentes del sector que deben proteger sus intereses.

Supermercados de Vilagarcía

Pero en lugar de velar porque el sello de calidad y diferenciación de la DOP se emplee única y exclusivamente en producto que reúna las garantías exigidas, estarían colocando en los supermercados latas de conserva etiquetadas de manera incorrecta.

Y no solo eso, sino que, en algunos casos, parece que se sigue empleando mejillón procedente de Chile que se ofrece al consumidor como si fuera gallego o, cuando menos, sin ofrecerle la información necesaria para que pueda diferenciarlo.

Estos hechos aparecen avalados con fotografías y recibos de compra correspondientes a distintos supermercados y centros comerciales de Vilagarcía, entre otras prueba.

Todo ello aparece en los informes y denuncias remitidos a principios de mes tanto al Consello Regulador como a la Consellería do Mar, a la que se pide que actúe en consecuencia.

Conservas Cermar

FARO DE VIGO ha tenido acceso a esos expedientes y ha podido comprobar que las denuncias parten de la empresa conservera Cermar, la cual, curiosamente, fue en el año 2008 la primera marca que lanzó producto envasado amparado por la propia DOP, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para otras industrias interesadas en el empleo de la distinción y el logotipo de esta marca de calidad.

Cermar presentaba al consumidor vianda de mejillón ya cocida y lista para ser consumida en vinagreta, en escabeche o a la gallega, en este último caso con un recipiente especialmente diseñado para ser introducido en el microondas, calentar y servir en la mesa.

De este modo se abrían infinidad de posibilidades para la industria transformadora que quisiera explorar y explotar la marca Mexillón de Galicia, de ahí que el número de firmas adheridas no haya dejado de crecer, aunque la cantidad de molusco certificado cada año siga siendo muy reducida.

El problema es que ahora, como queda dicho, algunas de esas marcas utilizan de manera irregular ese sello de diferenciación, según denuncia Cermar ante la Xunta.

Constante Otero

FARO contactó ayer con su máximo responsable, Constante Otero Rial, pero éste se negó a hacer declaraciones al respecto, limitándose a señalar que no quiere intervenir porque “el asunto está judicializado”.

En cualquier caso, el decano está en condiciones de reproducir el escrito y las denuncias enviados tanto al Consello Regulador como a la Consellería do Mar.

En el primer caso, el administrador de Conservas Cermar S.L., con sede en el polígono industrial de Sete Pías (Cambados), advierte al presidente –Mané Calvo– y al pleno del Consello, de que ha presentado denuncias “contra algunos de sus miembros” por “presuntas irregularidades en el etiquetado y presentación” de productos amparados por la marca, “lesionando de forma contundente los intereses del propio Consello Regulador”.

Añade que esto “constituye una situación de especial gravedad” para ese órgano, “pues los presuntos responsables de esta conducta ocupan en la actualidad cargos relevantes en ese órgano, como la presidencia, vicepresidencia y una vocalía”.

Es por ello que se reclama al Consello Regulador “que se depuren responsabilidades internas” y se revisen los protocolos de actuación de este órgano, ya que “parecen haber sido tensionados, presuntamente, por quienes tienen especial deber de cuidado y observancia” del Reglamento DOP aprobado por Europa.

Junto a estas reflexiones se incorporan las denuncias concretas de las que se ha informado tanto al Consello como a la Xunta.

Posibles irregularidades

En ellas se recuerda, por ejemplo, que ese Reglamento DOP establece que “en el caso de que una misma marca, nombre comercial o razón social sea utilizado para comercializar mejillón con DOP y otro que carezca de esta Denominación, deberán introducirse en el etiquetado, su presentación y la publicidad de tales productos, elementos suficientes que permitan diferenciar de manera clara y sencilla el producto amparado del que no lo está”.

Con ello se pretende “evitar la confusión de los consumidores”, que es algo a lo que también trata de contribuir la Ley 2/ 2005 de Promoción y Defensa de la Calidad Alimentaria Gallega.

Mané Calvo, presidente del Consello Regulador de la DOP. |   //  FDV

Un control de calidad y rendimiento de Mexillón de Galicia. / FdV

En este articulado se advierte, asimismo, de que “no introducir en las etiquetas y presentaciones de los productos elementos suficientes para diferenciar claramente su clasificación y procedencia” está tipificado como “infracción muy grave”.

Dicho lo cual, la denuncia de Cermar pretende demostrar que en el mercado conviven conservas elaboradas con mejillón protegido y otro que no lo está, presentándose esas latas bajo la marca de la empresa del presidente del Consello Regulador.

Desconocemos los motivos que han llevado al Consello Regulador a autorizar semejante presentación comercial sin reparar en las circunstancias que tendrían que haberle hecho negar esa autorización

Constante Otero

En estos casos se estaría empleando “un etiquetado que no favorece al distinción nítida de ambos productos por parte del consumidor”, según hace constar el firmante de la denuncia.

La misma marca

Para añadir que, a pesar de tratarse de una conservera adherida al Consello, la comparativa de sus latas “revela con claridad meridiana que se trata de la misma marca utilizada para diferenciar dos conservas de mejillón en escabeche diferentes, preparadas a base de mejillón protegido y de otro no amparado”.

Latas “que no utilizan los preceptivos elementos diferenciadores”, sino que “se trata de la misma presentación, con idénticos diseños gráficos, cromáticos y disposición de imágenes y textos, lo que provoca que ambos productos resulten indiferenciables desde la perspectiva del consumidor”.

El sello de la DOP.

El Consello Regulador advierte: “La identidad gráfica de Mexillón de Galicia se compone de un símbolo que representa las estrías de la concha del mejillón. Este símbolo se presenta envuelto en un marco cuadrado con la inscripción ‘Mejillón de Galicia, Denominación de Origen Protegida’ La palabra ‘Galicia’ adquiere todo el protagonismo, mediante una tipografía de mayor tamaño, que resalta el prestigio vinculado a la zona de origen. El color verde remite tanto al mar como al plancton, el alimento del mejillón”. / FdV

Dicho de otro modo, que según el responsable de Cermar, las latas de la conservera representada por el presidente Calvo hacen que los compradores “no puedan distinguir que están ante dos tipos de mejillón diferentes”.

Tampoco parece ayudar que la introducción del sello de la DOP y la frase “¡de las Rías gallegas!” se hayan situado en el envoltorio de las latas de modo que tales elementos “pasen inadvertidos”.

Esto lleva a Constante Otero a decir en su denuncia: “Desconocemos los motivos que han llevado al Consello Regulador a autorizar semejante presentación comercial sin reparar en las circunstancias que tendrían que haberle hecho negar esa autorización”.

Con el mismo precio

Acto seguido analiza el efecto de estas presentaciones en los lineales de los supermercados que han sido inspeccionados para decir que tanto las latas de con DOP de esta conocida conservera como las otras que no tienen ese sello, son colocadas en las mismas estanterías y de despachan al mismo precio.

Incluso utilizan “el mismo código de barras”, lo cual también impide a los consumidores “encontrar un tratamiento diferenciador de cada tipo de mejillón en el ticket de la compra”.

"Perspicacia del fabricante"

Así lo comprobó Cermar en distintos supermercados de Vilagarcía el pasado mes de noviembre, constatando la confusión que parece generarse en el consumidor y sacando como conclusión que “la mezcolanza de los productos en el mismo lineal y con el mismo precio no es responsabilidad del distribuidor (supermercado), sino de la perspicacia del fabricante y de la falta de control y supervisión por parte del Consello Regulador.

¿A qué lleva todo esto? Pues Cermar entiende que “al utilizar la misma marca para ofrecer dos productos distintos con una misma presentación” se lesiona “de forma contundente la figura de calidad” de la DOP.

Además de provocar “un riesgo de confusión en los consumidores”, en lo referido a origen del producto y sus características morfológicas, fisiológicas y genéticas.

Tras exponer estos argumentos y solicitar que se tramite el correspondiente expediente sancionador contra la conservera y su representante en el pleno del Consello Regulador –su presidente–, Cermar se posiciona en términos similares, mostrando igualmente todo tipo de pruebas gráficas y documentales, en relación con la conservera que tiene como representante en ese órgano a uno de los vicepresidentes.

Para completar sus críticas y denuncias, Constante Otero alude a otra conocida conservera que suministra una marca blanca de una también popular cadena de supermercados.

Y lo hace utilizando la denominación comercial “mejillón” en sus envases, a pesar de que no puede hacerlo, ya que el ingrediente es mejillón chileno. Esto significa que debe hacer constar expresamente “Mejillón de Chile” o bien “Chorito”, pero nunca usar el término “Mejillón” a secas, ya que esto puede invitar a confundirlo con el gallego.

"Chorito"

En relación con esto hay que recordar que uno de los viejos caballos de batalla en el etiquetado del mejillón es la diferenciación del procedente de Chile, supuestamente más barato, con menos garantías que el gallego y de diferente sabor.

Desde siempre, hay industrias que lo utilizan como si fuera propio de las bateas gallegas o, al menos, evitan diferenciarlo con claridad, para que el consumidor pueda pensar que lo es.

Gobierno de España

En este sentido, el mes pasado se emitió un informe, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sobre la denominación correcta utilizar en el etiquetado de las conservas elaboradas con la especie Mytilus chilensis.

Ese informe procede de la Mesa de Coordinación de la Calidad Alimentaria y trata de dar respuesta a las preguntas formuladas en esta dirección desde diferentes conserveras.

Así se descarga el mejillón en Galicia ahora que está "en carne"

Manuel Méndez

Industrias que han formulado las mismas dudas y consultas que el Ministerio de Consumo y distintas comunidades autónomas.

Pues bien, el Gobierno de España deja muy claro que, a tenor de la normativa vigente, “la denominación normalizada ‘Mejillón’ queda reservada para las conservas elaboradas con las especies Mytilus edulis y Mytilus galloprovincialis, mientras que las elaboradas con Mytilus chilensis no podrán utilizar, en ningún caso, esa denominación”.

Es decir, que al etiquetar una lata con molusco sudamericano, no se permite usar el término “Mejillón”, sino que, de acuerdo con la normativa europea, debe usarse “Mejillón Chileno” o “Chorito”.

Abundando en ello, el Ministerio de Agricultura espeta que “para poderse comercializar un producto como mejillón en conserva debe cumplirse con su norma de calidad, en la que se indica que se tienen que cumplir ciertas normas de producción y elaborarse con ciertas especies”.

Y de no respetarse alguno de estos dos requisitos, “el producto no será conforme con la norma de calidad y, por lo tanto, no podrá comercializarse como tal”.

Dicho de otro modo, que “solamente podrá emplearse el término ‘mejillón’ en productos en conserva cuando se empleen como materia prima las especies M. edulis y M. galloprovincialis, puesto que es un requisito incondicionado para la sujeción de tales productos a la norma de calidad”.

Compromiso que empezó a gestarse en 1989

Así pues, en pleno debate –una vez más– sobre el correcto etiquetado del mejillón y el modo de diferenciar al que luce DOP, no está de más recordar los objetivos fundacionales de este sello y su Consello Regulador, que empezó a gestarse en 1989 y nació en 1994.

En 2007 se inscribió en el registro de la UE la DOP Mejillón de Galicia, y desde entonces solo esa marca “certifica el mejillón producido, transformado y elaborado en Galicia”.

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Una exclusividad regulada en la legislación europea que, como todas las Denominaciones de Origen Protegidas (DOPs), permite garantizar que el producto protegido, en este caso el “oro negro” de batea, cumple una serie de requisitos, es originario de un lugar determinado y tiene una calidad o características exclusivas.

Ese sello también garantiza que la producción, transformación y elaboración se realiza en una zona geográfica determinada (Galicia), de ahí que “solo mejillones que se producen, transforman y elaboran aquí puedan llevar en su envase la marca Mejillón de Galicia como distintivo de exclusividad”, advierte el Consello Regulador.

El Consello Regulador denunció algo parecido

Ahora que hay conserveras enfrentadas por el uso incorrecto del etiquetado de mejillón, bueno es recordar también que en 2015 una sentencia judicial dio la razón al Consello Regulador, entonces presidido por Francisco Alcalde, y condenó a una pequeña industria.

Se da la circunstancia de que la DOP que había denunciado a aquella industria por fraude es la que está ahora en el disparadero, ya que estarían actuando del mismo modo las empresas afines a su presidente actual, Mané Calvo, y otros directivos, según Cermar.

En 2015 fue la Audiencia de Pontevedra la que ratificó una resolución anterior del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, indicando que las conservas de mejillón no pueden emplear referencias a procedencia gallega de la materia prima si no cuentan con la certificación de la DOP, que es la única que legalmente puede hacer uso de ese tipo de menciones.

Mexillón de Galicia destacaba entonces que contra aquel fallo no cabía recurso y creaba jurisprudencia, “reforzando la seguridad jurídica de los consumidores”.

Aquella sentencia condenaba a Alimentos Javimar a indemnizar con 15.000 euros al Consello Regulador por competencia desleal, al considerarse probado que usó de forma fraudulenta el sello o logo de la DOP.

En la sentencia se determinaba una infracción del reglamento por emplear en el etiquetado lemas como “De las rías gallegas”, “Fabricado en Galicia” o “Envasado en Galicia”, de ahí que se ordenara a la empresa cesar en su empleo y retirar del mercado todo el producto presentado con tales indicaciones, así como los embalajes y material publicitario.

Dicha sentencia, fruto de una denuncia presentada por Mexillón de Galicia en octubre de 2014, hacía mención a que Javimar no estaba inscrita en el registro de la DOP, por lo que sus productos no pueden hacer referencia a Galicia en el etiquetado, con independencia de si el molusco comercializado es el protegido “Mytilius Galloprovincialis” u otra especie.

Fruto de aquella resolución judicial, la conservera ribadumiense Javimar decía sentirse “como un chivo expiatorio; una cabeza de turco que ha cogido el Consello Regulador do Mexillón porque somos una empresa muy pequeña”.

Para añadir: “Nos sentimos agraviados, ya que lo normal es que reclamase contra todo el sector o contra marcas que cuentan con una mayor implantación que la nuestra, como pueden ser las de áreas comerciales o las blancas”.

Esas marcas blancas y otras de empresas mucho más potentes, algunas representadas en el pleno del Consello Regulador, son las ahora denunciadas por Cermar “por presuntas irregularidades en el etiquetado y presentación de los productos amparados, en contraste con otros no protegidos”.

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