Un espectáculo de flor y (c)olor

En abril… flores mil. Y Vigo es testigo de ello. No hace falta acudir al gran espacio perimetral de monte del municipio para observar el espectáculo de color y olor que trae bajo el brazo la primavera. El parque de Castrelos, una de las grandes joyas verdes de Galicia, los jardines de la avenida de Castelao, la Alameda, O Castro, el parque de A Bouza, A Guía o Navia son algunos de los enclaves de los que presume el casco urbano para observar el encanto del cambio de estación, que llegó con el equipaje clásico: temperaturas agradables y alternancia de lluvia y sol, un cóctel perfecto para favorecer la exuberancia de la flora.

Más allá del agrado visual que provoca disfrutar de la explosión multicolor en primavera, este fenómeno es positivo para los ciudadanos. Lo explica el biólogo Xesús Morales: “Supone unas pinceladas de la esencia del rural en plena ciudad. Ayuda a recordar a la gente que vive de espaldas a la naturaleza cómo es la magnitud de la riqueza medioambiental”. Algunas de las especies que muestran todo su esplendor en la ciudad son los magnolios, “de los primeros en florecer”, los prunos o el árbol del amor, también llamado de Judas, encargados de componer auténticas escenas pictóricas.

Morales destaca O Castro, Castrelos y la Praza de Compostela para empaparse de las postales propias de la primavera, pero también el parque de A Riouxa, en Teis: “Son lugares muy interesantes para ver el cambio”. Se acuerda, además, del parque de A Bouza, un paraíso no tan conocido que sirve de pequeño pulmón al barrio de Coia. “Es un pequeño reducto de naturaleza en el que se percibe poco la huella del ser humano”, señala el biólogo antes de invitar a la gente a acudir a estos espacios “para que vea cómo va mudando el paisaje”: “Es muy bonito y agradable comprobar cómo se modifica el aspecto a lo largo del año”.

Aprovecha la ocasión para hacer un llamamiento a la apuesta por la plantación y conservación de árboles en la ciudad. “Es interesante que haya variedad y muy importante para las personas tener árboles cerca. Hay muchos estudios que relacionan su presencia, así como la de jardines, con la mejora de la calidad de vida y el bienestar mental”, apunta. Aconseja a los ciudadanos que vayan regularmente a los parques de Vigo para beneficiarse de sus efectos y, a la vez, examinar la diversidad de trajes que ofrece la naturaleza en función de la época del año.