En el edificio Time Warner en Nueva York hay una puerta señalización que acoge a un máximo de 75 personas y se entra y sale previo escáner retinal. Esas personas no son agentes de inteligencia, van al gimnasio.
No son solo deportistas, son miembros de un selecto club social en el que sus miembros establecen sólidas redes de contactos mientras tonifican los glúteos. La cuota mensual cuesta 450 euros y cada hora de ejercicio se paga a 135.
Por supuesto, las instalaciones del E Club nada tienen que ver con un gimnasio tradicional, en las salas no hay sudor.
La temperatura y la intensidad de los ejercicios conjuga para lograrlo, aunque en los espacios de entrenamiento más duros hay neveras repletas de toallas con olor a eucalipto. Tampoco hay vestuarios sino cabinas individuales en las que adecentarse antes de volver a la rutina.
Su lema es «It's Not Fitness. It's Life», y tiene mucho que ver con el mensaje que le repiten los formadores de ClubCorp a los futuros empleados de la compañía: «No es un gimnasio, es un club». Esta es la consigna de los centros deportivos de lujo, que buscan reunir en sus instalaciones a personas con un sesgo común que va más allá de lo deportivo.
Algunas publicaciones especializadas americanas defienden que los gimnasios se dividirán en «tribus urbanas», y en lo más alto de la estratificación, la alta sociedad ya se ha hecho un hueco.
Los «clubes fitness» son la aplicación contemporánea a un concepto con más de 200 años de antiguedad: el club social. Estos espacios se gestaron en torno al deporte, eran centros donde lo más granado de la sociedad se reunía para trazar relaciones endogámicas. Deben su origen a la tradición británica donde se daban encuentro aristócratas e intelectuales. Tras ellos se cerraba una puerta con un cartel que rezaba: «Members only».
Esta tendencia comienza a arraigarse en España y hacen las delicias de los exigentes «fitser».
Club Metropolitan Vigo
"No es solo un lugar a donde hacer deporte, muchas personas vienen a trabajar, quedan con sus amigos para comer o buscan un rato para desconectar", cuentan desde el departamento de marketing del Club.
"Desde que estoy inscrita siento la imperiosa necesidad de recomendarlo. Esto no es un gimnasio, es un club social", indica una usuaria del club de Vigo.
La compañía busca que los usuarios sientan que el centro es una extensión de su propia casa, por eso el diseño, la innovación y la tecnología tienen un papel primordial. No en vano su local madrileño Metropolitan Abascal recibió el primer premio de diseño y arquitectura al mejor local comercial del Ayuntamiento de Madrid.
En sus instalaciones caben desde la tradicional sala de fitness hasta una pistas de atletismo, squash, padel y actividades monitorizadas (taichí, cross met, Aquagymradi-kcal, running club, etc).
En cada centro hay una zona de spa que se define en una arquitectura totalmente vanguardista. Además, en sus completas instalaciones se sirven una gran variedad de tratamientos de belleza.
La cadena de gimnasios de lujo tiene sedes en 22 provincias españolas y Vigo es una de ellas.
Arsenal Sports Club, Barcelona/Madrid
Tienen sedes en Madrid y en Barcelona, dos en cada ciudad: uno para hombres y otro para mujeres. Desde el masculino de la Ciudad Condal se definen a sí mismos como «el club más innovador y distinguido de Barcelona».
El complejo cuenta con 18.000 m2 dedicados al bienestar. Caben desde enormes canchas para practicar deportes de raqueta a salas de tonificación dotadas de la tecnología más puntera. Al finalizar la puesta a punto, sus socios se podrán relajar en la zona de spa, en el que hay desde un tradicional jacuzzi a fuentes de hielo, tumbonas términas y camas de masaje subacuático. Otras opciones de ocio: visitar su restaurante, la peluquería o la biblioteca.
Tiene servicio de lavandería a disposición de sus socios, así como un lavacoches que dejará sus vehículos relucientes.
Club Antares, Sevilla
«Bienvenidos al club empresarial, deportivo, financiero y de negocios de Sevilla», reza el clame del exclusivo centro hispalense.
Esta particular iniciativa parte del Instituto Español de Analistas Financieros, la Cámara de Comercio de Sevilla y el Club Empresarial Antares. Su objetivo es agrupar al abrigo de instalaciones a un selecto grupo de especialistas del sector que puedan compartir ideas y crear un foro de opinión en la materia. Esto, presumen, será el caldo de cultivo de interesantes proyectos e iniciativas empresariales.
En el seno del club se organizan desayunos profesionales, jornadas de divulgación, cenas y diversos actos dedicados a la actividad económico-financiera andaluza.
Además del rédito intelectual, la institución vela por el bienestar físico de sus socios, que tienen a su disposición a un competente equipo médico que los guiará en sus rutinas deportivas.
El disfrute está garantizado: pista de tenis, squash, boxeo, zona de piscinas, fitness, defensa personal, etc. Las mentes más inquietas de Sevilla tienen a su disposición 4.000 m2 con instalaciones de primer nivel.
Sporting Club Casino, Coruña
Se trata del club social histórico de la ciudad herculina fundado en 1890, sus primeros miembros lo alzaron inspirándose los clubes ingleses de la época.
El deporte fue, como en los demás clubes de la época, la razón de ser y el pretexto para crear un centro de reunión y debate.
Actualmente, sus más de 4.000 socios disfrutan tanto de las instalaciones del complejo de 12 plantas de la calle Real como del Parque deportivo de La Zapateira.
Este último cuenta con doce hectáreas de superficie y dedicadas al deporte y al ocio más exclusivo: piscinas climatizadas y spa, gimnasio, piscinas exteriores, pistas de tenis y pádel, polideportivo cubierto, campo de fútbol y de tiro con arco, merendero, parques infantiles, amplias zonas de ocio arboladas y un edificio social con restaurante y cafetería.
Holmes Palace
Tienen catorce centros en España y fueron ellos los primeros en introducir en los gimnasios españoles la figura del entrenador personal.
Sus servicios van más allá de lo deportivo, persiguen conceptos como el de «equilibrar el cuerpo y la mente» o la «paz interior».
Presumen de unas instalaciones, modernas, completas, con las mejores tecnologías aplicadas al rendimiento deportivo y clases específicas de lo más variopintas. Su especialidad es el yoga.
