El asesinato a tiros de la empresaria gallega Sesita Vecoña en agosto de 2008 mientras descansaba en la habitación de uno de sus hoteles en Caracas ya tiene culpable. Su hijo Elisardo Alonso Vecoña ha sido condenado a penas que suman 27 años y medio de prisión por contratar y pagar el asesinato de su madre. Él ya ha recurrido la condena y alega que en realidad a quien había mandado matar era a su hermano José y no a su madre, en un intento de zafar su condena, pues según la legislación del país latinoamericano no se le podría aplicar la pena si la víctima fijada por él no fuera la que mataron los sicarios.
La versión de los hechos de Elisardo, sin embargo, no convenció al juez que lo juzgó y condenó el pasado mes de noviembre en Caracas. "Queda demostrado que el ciudadano Elisardo Alonso Vecoña contrató, mandó, pagó y siguió pagando aún a sabiendas que la fallecida era su señora madre Sesita Vecoña". Por eso le condena a 27 años y seis meses de prisión. Y es que el juez considera probado que una vez cometido el asesinato, Elisardo -que abonó 10.000 euros- siguió pagando a plazos a los sicarios a través de una secretaria. Por el estrado pasaron 27 testigos y los forenses dejaron claro que la empresaria no tuvo posibilidad de defenderse pues dormía, pese a que el sicario que le disparó dijo que la sorprendió rezando y después que ella se le abalanzó. Los otros cinco implicados, uno de los cuales falleció en un tiroteo, confesaron y fueron condenados tras delatar a Elisardo.
La que de momento no ha sido juzgada es la mujer de Elisardo, María Estela González, que reside en Vigo con el hijo de ambos. Venezuela solicitó la extradición de la nuera de Sesita Vecoña como cómplice de su marido en agosto de 2015 y fue detenida en la ciudad olívica, pero no se aprobó su extradición. Con su marido en prisión y acusado como inductor del crimen, solicitó y logró en Vigo el divorcio.
La familia de la empresaria, natural de la localidad ourensana de Beariz y con negocios en Vigo, donde regentaba la mítica cafetería Hollywood y la Planeta, frente al pabellón de Castrelos que todavía está en manos de una sus hijas, se trasladó el pasado mes de noviembre a Caracas para asistir al juicio. "Tenemos sentimientos encontrados tras la sentencia. Han sido unas Navidades muy duras, pero al fin se ha hecho justicia. Es una película de terror, pero lo peor es que fue su propio hijo quien la dirigió. Mis padres están en el cementerio -mi madre fue asesinada y mi padre se murió de pena- y mi hermano ha sido condenado por el asesinato", explica una de las hijas de Sesita que prefiere no ahondar sobre lo ocurrido. "Lo peor es que haya sido él. La gran tristeza es que es de mi sangre. Eso es lo peor. Él asegura que estaba drogado, pero pienso que siempre hay un momento de lucidez: Llevamos 9 años desde el crimen y no ha tenido ni un signo de arrepentimiento", concluye.
El juicio por el asesinato de su madre no es el único al que ha hecho frente Elisardo Vecoña, que con la falsificación de varios documentos quitó a sus padres los cuatro hoteles que tenían a medias en Venezuela. Aunque finalmente no fue condenado porque el delito había prescrito, el juzgado que llevó el asunto ha devuelto el 50% que correspondía a Sesita Vecoña. El móvil del crimen fue, por tanto, económico, si bien nueve años después ninguno de sus cuatro hijos ha cobrado herencia alguna. Ahora, al fin, podrán intentar pasar página.
