Balaídos disfruta del adiós a la temporada: reparto de puntos ante el Valencia

Llegar al último partido de liga con la salvación en el bolsillo ya es una fiesta de por sí para el celtismo, pero el empate de este domingo ante el Valencia (2-2) lució todavía más el tramo final de la temporada. Claudio Giráldez apostó por un once atípico que se encontró con un atrevido conjunto che en la primera mitad. A los cinco minutos, los visitantes se adelantaron con un gol en propia puerta de Carlos Domínguez tras una buena internada de Thierry Rendall por la banda de Kevin Vázquez. A partir del minuto 30 y, sobre todo, tras la reanudación, los celestes levantaron cabeza y fueron a por el choque. Nada más comenzar la segunda parte, empató Aspas tras un penalti provocado por Williot. La alegría duró hasta el 60, cuando, de nuevo desde los once metros, pero en área propia, los valencianistas se adelantaron con la firma de Alberto Marí. Segundos más tarde, igualó la contienda Douvikas previa asistencia de lujo de un Aspas que recogió el trofeo al mejor jugador de la cita.

El Celta despide la campaña del centenario con buen sabor de boca. Giráldez dio entrada a Iván Villar, Kevin, Douvikas, Miguel y Yoel Lago, que debutaba en primera, para el último baile en Balaídos. Notó Balaídos la falta de empaste durante una primera parte en la que la escuadra del Pipo Baraja mordió por todos los flancos, aunque especialmente por el del propio Kevin.

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Así llegó, de hecho, el tanto inaugural. Ya en el minuto 4, Thierry Rendall superó al nigranés con un esprín y un autopase para poner el balón a un palmo de Villar. Finalmente, fue Carlos Domínguez quien remató hacia las mallas al tratar de despejarlo. Tras este varapalo inicial que afeó mínimamente una celebración que el celtismo ya había comenzado antes del choque, los locales demoraron media hora en reaccionar. Pocos minutos después, el propio Thierry protagonizó una acción semejante que a punto estuvo de dilatar la distancia. Fue en el 33 cuando un remate medio acrobático de Aspas al palo tras una buena asistencia de Mingueza desde la banda izquierda despertó a los celestes. Con todo, se marcharon al descanso uno abajo.

La respuesta se prolongó tras la salida de vestuarios. Emulando la 'estrategia' del club del Turia, fue el Celta quien golpeó de forma tempranera. Williot le robó la posición a Mosquera en dirección a Mamardashvili y el defensor le zancadilleó. Pena máxima sin discusión -ni siquiera tuvo protesta- que transformó el hoy omnipresente Aspas. Cuando la parroquia celeste comenzaba a creer en la remontada, cayó otro mazado: penalti, también evidente, de Fran Beltrán a un Alberto Marí que se encargó igualmente de modificar el marcador en el único disparo a puerta de su equipo en los más de 90 minutos. Sin tiempo prácticamente para recolocarse, la locura se apoderó de Balaídos: dos minutos después, Douvikas empató el duelo. Un balón en largo de Iván Villar acabó en los pies de Aspas para que este conectase con el exterior el pase del empate al griego.

Durante los compases finales, tanto el Celta como el Valencia pudieron sentenciar, aunque ninguno gozó de ocasiones claras. Balaídos pudo disfrutar finalmente de algo que llevaba años mereciendo: una despedida sin agonía tras sellar la permanencia la pasada jornada. A nivel particular, además, también fue un día especial para Javi Rueda, quien, al igual que Lago, se estrenó en la máxima categoría.

Los celestes finalizan la liga en 13.ª posición tras la derrota de esta noche del Sevilla ante el Barça en el Ramón Sánchez Pizjuán, que supuso el cierre al campeonato doméstico 2023-2024. La próxima temporada comenzará a coger forma a partir de la primera semana de julio.