Emotivo homenaje de los Bomberos de Vigo a Sergio Sanlés: "Se nos va una gran persona"

Bomberos de Vigo y policías se han concentrado este domingo a las puertas del parque central de Teis y en el tanatorio de Pereiró para darle el último adiós al profesional fallecido ayer tras el derrumbe de una cubierta de un edificio en Beiramar

PERFIL | El compañero de la sonrisa inconfundible

El último adiós a Sergio Sanlés.

José Lores

R. V.

La de este domingo ha sido una emotiva jornada. Por la mañana, las sirenas y el sonido de las gaitas protagonizaron la concentración en el parque central de Teis en recuerdo de Sergio Sanlés Domínguez, el bombero de 48 años que murió el sábado a consecuencia del derrumbe en una vivienda que estaba inspeccionando en la avenida de Beiramar de Vigo. Por la tarde compañeros suyos llevaron su féretro a hombros en un sentido homenaje en Pereiró en el que los aplausos rompieron el doloroso silencio de la multitud que allí se congregó: bomberos de Vigo y llegados desde otros puntos de Galicia, policías locales –cuerpo al que perteneció el fallecido entre 1999 y 2002–, policías nacionales, sanitarios o miembros de Protección Civil no dudaron en estar allí para darle el último adiós.

Emotivo homenaje de los Bomberos de Vigo a Sergio Sanlés: "Se nos va una gran persona".

Cedido

“Se nos va una gran persona”, afirmaba uno de sus compañeros por la mañana en el parque de Teis. “Una muy buena persona”, insistía otro, incidiendo así en la calidad humana de un “gran profesional” que estaba casado y tenía un hijo y una hija de corta edad. El dolor por la muerte de Sergio se extendió por toda España y parques de bomberos de distintas zonas de Galicia y de otros puntos como León, Asturias o Gran Canaria guardaron un minuto de silencio.

El acto más emotivo fue sin duda el que tuvo lugar por la tarde en Pereiró. Allí, en el tanatorio de Emorvisa, se celebró una misa y fue la incineración. Antes de darle el último adiós sus compañeros llevaron su féretro a hombros en una despedida cargada de dolor y lágrimas.

Sergio falleció en lo que parecía un servicio rutinario tras recibirse la alerta de desprendimiento y derrumbe de un techo en el inmueble del 127 de Beiramar. Este bombero estaba al mando –aunque tenía el rango de bombero el sábado ejercía de sargento– y al llegar comprobaron el estado del edificio y, ante el riesgo de desplome de la cornisa que seguía en pie, se acordonó la zona. Pero en ese momento parte de la cornisa se desprendió causando el accidente laboral mortal que, como es preceptivo, será investigado por Inspección de Trabajo y Policía Nacional. También se dio cuenta al juzgado de guardia.