El b-boy Alberto Pérez defiende en la UVigo la primera tesis internacional sobre “breaking”

El trabajo, calificado cum laude, coincide con el próximo debut de esta disciplina como deporte olímpico en París

Así practica 'breaking' Alberto Pérez Portela.

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Sandra Penelas

Sandra Penelas

La UVigo ha abierto una línea pionera en la investigación observacional relacionada con el breaking gracias a la tesis del b-boy Alberto Pérez Portela, la primera de este tipo a nivel internacional. Su trabajo, que fue calificado cum laude, constituye un manual inédito para el entrenamiento y la prevención de lesiones, además de referir su potencial en el ámbito educativo. Y coincide con el inminente debut de esta disciplina como deporte olímpico en los Juegos de París.

“Fueron casi cuatro años de trabajo que tuvieron su recompensa. Esta tesis contribuye, desde el rigor científico, a darle visibilidad a un deporte que siempre ha sido estigmatizado, manchado y criticado. Muestra el esfuerzo que hacen estos atletas y por qué se merece ser considerada disciplina olímpica”, reivindica Pérez Portela.

La tesis, dirigida por los investigadores Alfonso Gutiérrez Santiago e Iván Prieto Lage, del grupo de Metodología Observacional de Pontevedra, es un compendio de tres artículos científicos publicados en revistas de alto impacto. Y analiza la estructura temporal y secuencial del breaking en ambos sexos a partir del análisis de las batallas que enfrentaron a 200 bailarinas y bailarines desde 2011 a 2021 en la Red Bull BC, la mayor y más mediática competición en todo el mundo.

Alberto Pérez, practicando "breaking".

Alberto Pérez, practicando "breaking". / Cedida

Los resultados permitieron definir la estructura “tipo” de la competición, describiendo los tiempos de esfuerzo y de recuperación, y elaborar el primer manual de entrenamiento. “Es algo que ya se hace en otros deportes. Mis directores de tesis son muy expertos en aplicar la metodología observacional al tenis y al judo. Pero nunca se había utilizado en breaking. Hemos hecho una estructura temporal y secuencial básica de lo que es una batalla y esto significa que podemos determinar o acercarnos mucho al esfuerzo real que realizan los bailarines”, apunta.

“Esta información es muy útil para que entrenadores, clubes y federaciones sepan cuál es el esfuerzo que deben realizar los atletas en cada momento y preparar mejor y hacer más individualizados los entrenamientos. Es recomendable dividirlos entre chicos y chicas porque esta tesis también ha demostrado que hay diferencias significativas entre sexos”, subraya.

Ellos son más explosivos en las salidas y ellas recurren más a los elementos cardiovasculares –footwork–, pero todos deben realizar un enorme esfuerzo físico y el conocimiento que aporta esta tesis también resulta de gran valor para mejorar el rendimiento y prevenir lesiones.

“Es una tesis multidisciplinar y también uno el breaking con la educación para destacar las posibilidades que podría tener este deporte tanto en Primaria y Secundaria como en la universidad. El breaking no deja ser una danza, un arte, y puede utilizarse para aprender psicomotricidad, coordinación o expresión corporal. De hecho, nosotros lo llamamos depoarte y somos depoartistas”, comenta el b-boy pontevedrés.

“Las Olimpiadas ayudarán a cambiar estereotipos”

La tesis de Pérez Portela, que ahora dice sentirse “más motivado que nunca” en la competición, pone en valor el esfuerzo y la disciplina de los b-boys y las b-girls. Una deuda pendiente que por fin reconocerán las Olimpiadas de este año en París. “Ayudarán a tener patrocinadores, cambiar estereotipos y a que se abran escuelas y nuevos caminos inconcebibles hasta ahora”, confía.

“El sistema de juicio que se va a utilizar tiene tres pilares: el físico, lo puramente técnico; la creatividad; y la expresividad. No es como otros deportes en los que se valora una ejecución técnica perfecta. También se tiene en cuenta lo que tú transmites bailando y la inteligencia de tus conexiones y al enlazar movimientos. Se valora tu manera de moverte y expresarte, tu personalidad”, destaca sobre la complejidad del breaking.

Las plazas para competir en París todavía no han sido adjudicadas y hay posibilidades de que se clasifiquen atletas españoles. “Tenemos gente muy buena en nuestro país y a los Juegos de la Juventud de Dakar en 2026 podrían llegar gallegos y gallegas. En Galicia vamos bien y la escena no deja de crecer. Cada vez hay más iniciativas y en Vigo está a punto de abrir una, Espiral”, celebra Pérez Portela, que es miembro del pionero Club Da Rúa, el primero que se inscribió en la Federación Española de Baile Deportivo.

Su tesis también ayudará a la consolidación del breaking como deporte: “Como cualquier otra disciplina olímpica tiene que tener un respaldo científico para poder avanzar. Hay muchos entrenadores y entrenadoras buenísimos, con mucha formación en ciencias del deporte pero que no son bailarines. Y viceversa. Se necesita preparación en ambos sentidos” .

Su intención es seguir investigando y “nutriendo” esta nueva línea de estudio y presentar su trabajo tanto a la comunidad científica como a las federaciones deportivas internacionales: “Es la primera vez que las de baile deportivo cuentan con una disciplina olímpica y se ha visto obligadas a aprender y gestionar muchas cosas. Y también estoy abierto a presentar este deporte en colegios e institutos”.

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