Las tormentas solares no han hecho más que empezar

Los científicos coinciden en que nos esperan meses e incluso años de alta probabilidad de este tipo de eventos, debido al ciclo solar

Rafa López

Rafa López

El Sol comenzó a lanzar este mes de mayo algunas de las llamaradas (eyecciones de masa coronal) de mayor magnitud jamás registradas. Esto hizo que en las noches del 10 y del 11 de este mes aparecieran auroras en la península ibérica, aunque en ocasiones solo fuesen visibles a través de cámaras fotográficas –también las de los móviles– ajustadas a una exposición larga. Fue algo excepcional, pero no sorprendió a los científicos que estudian las tormentas solares. Es más, avisan de que esto es solo el principio y que probablemente habrá más tormentas solares conforme el Sol alcance el máximo de su ciclo, hacia finales de este año.

Las auroras del pasado fin de semana fueron causadas por un grupo de manchas solares, en la región solar llamada 3664, que a partir del 8 de mayo lanzaron al menos siete explosiones de plasma magnetizado hacia nuestra atmósfera. Las tormentas de escala “extrema”, como la erupción solar masiva de magnitud X8.7 registrada esta semana, pueden destruir las comunicaciones por satélite y las redes eléctricas. Sin embargo, salvo algunas interrupciones en los satélites Starlink, que proveen internet a zonas remotas, y ciertas dificultades en el GPS que detectaron algunos granjeros estadounidenses, la mayoría de los sistemas parecieron capear bien el temporal solar.

Erupción solar (derecha, abajo) el pasado 16 de mayo.

Erupción solar (derecha, abajo) el pasado 16 de mayo. / Rafa López

Fue la tormenta solar más intensa desde 2003, pero lejana a un nuevo evento Carrington, como el que en 1859 quemó las primitivas redes telegráficas y causó auroras –también en España– tan luminosas que permitían leer un libro por la noche.

Pero no hay que confiarse: las tormentas más intensas puede que estén por llegar. A medida que avanza el presente ciclo solar, que comenzó en 2019, las manchas solares tienden a aparecer más cerca del ecuador del Sol, lo que aumenta las probabilidades de eyecciones de masa coronal que se dirijan directamente a la Tierra en lugar de al espacio, según ha explicado en un artículo en la revista “Nature” Shawn Dahl, científico del Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Coincide con este pronóstico Jorge Eiras Barca, doctor en Física por la Universidad de Santiago y profesor del Centro Universidad de la Defensa. “Creemos que nos estamos acercando a un máximo de actividad dentro de uno de los ciclos solares de alta frecuencia, que duran aproximadamente 11 años –explica–. En estos máximos, tanto la presencia de manchas solares como las eyecciones de masa coronal, y la eventual tormenta solar subsiguiente, son notablemente más probables que en cualquier otro momento del ciclo”, añade este experto.

Eiras Barca, que es también investigador asociado del Laboratorio de Física Ambiental (Environmental Physics Laboratory) de la Universidad de Vigo, aclara que se habla “en términos probabilísticos”, pero que “es previsible que nos esperen unos meses e incluso años de alta probabilidad de eventos solares”.

A este científico gallego no le sorprendieron las auroras sobre España. “Aunque una aurora visible a simple vista no es un evento frecuente en nuestras latitudes, existen numerosos registros de avistamientos en la historia –recuerda–. Una de las referencias históricas más destacadas ocurrió durante la Guerra Civil española. Causó un gran impacto social, ya que la gente la confundió con una ciudad ardiendo en el horizonte o con el uso de algún tipo de arma experimental. Es solo un ejemplo; las crónicas y diarios recogen de manera clara estos eventos cada varias décadas desde el siglo XVI”, destaca este experto, que reclama campañas de información que preparen a la opinión pública y eviten que cunda el pánico por desconocimiento de estos eventos.

Suscríbete para seguir leyendo