Hallan el “dial maestro” del sistema inmunológico

Células en el tronco del encéfalo regulan la respuesta inflamatoria, revela un estudio en “Nature”

Representación artística de neuronas.

Representación artística de neuronas. / Gerd Altmann

R.L.

Científicos han hallado células en el tronco del encéfalo de ratones que actúan como reguladores maestros de la respuesta inflamatoria del organismo. El hallazgo, publicado en “Nature”, identifica células en el cerebro que detectan los estímulos inmunitarios de la periferia del cuerpo y ayudan a controlar la respuesta inmunitaria. Este descubrimiento alberga posibles implicaciones para tratar en el futuro enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, o incluso el COVID persistente.

Los investigadores saben desde hace tiempo que el cerebro desempeña un papel en el sistema inmunológico, pero hasta ahora se desconocía cómo. La respuesta parece estar en el tronco del encéfalo, una zona que tiene múltiples funciones, entre ellas controlar la respiración. El estudio, titulado "A body-brain circuit that regulates body inflammatory responses", y dirigido por Hao Jin, neuroinmunólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos en Bethesda, Maryland, sugiere que el cerebro mantiene un delicado equilibrio entre las señales moleculares que promueven la inflamación y las que la amortiguan.

Según explica en un artículo divulgativo de “Nature” la doctora en Biología Giorgia Guglielmi, los experimentos revelaron dos grupos de neuronas en el nervio vago que responden a señales inmunes proinflamatorias y antiinflamatorias, respectivamente. Estas neuronas envían mensajes al cerebro, lo que le permite monitorear y posiblemente modificar la respuesta inmune a medida que se desarrolla.

Tras detectar a un intruso, el sistema inmunológico desata una avalancha de células inmunitarias y compuestos que promueven la inflamación. Esta respuesta inflamatoria debe controlarse con precisión: si es demasiado débil, el organismo corre mayor riesgo de infectarse; si es demasiado fuerte, puede dañar los tejidos y órganos del cuerpo, como ocurrió con la respuesta inflamatoria exacerbada que provocó la muerte de millones de personas infectadas con el virus del COVID en las primeras fases de la pandemia.

Trabajos anteriores demostraron que el nervio vago, una red de fibras nerviosas que une el cuerpo con el cerebro, influye en las respuestas inmunitarias. Laboratorios como el de la neurocientífica gallega Sonia Villapol (investigadora en el Texas Medical Center de Houston, EEUU) se enfocaban en el hipotálamo, otra zona del cerebro, para buscar asociaciones con la microbiota. Ahora deberán fijarse también en el tronco del encéfalo.

Los investigadores de este estudio identificaron neuronas en el tronco del encéfalo que se activaban en respuesta a los desencadenantes inmunitarios. La activación de estas neuronas con un fármaco redujo los niveles de moléculas inflamatorias en la sangre de los ratones. El silenciamiento de dichas neuronas provocó una respuesta inmunitaria incontrolada. Estas células nerviosas actúan como “un reóstato en el cerebro que garantiza que la respuesta inflamatoria se mantenga dentro de los niveles apropiados”, señala el coautor del estudio Charles Zuker, neurocientífico de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Encontrar formas de controlar esta red cuerpo-cerebro recientemente descubierta ofrecería un enfoque para reparar las respuestas inmunitarias rotas en diversas afecciones, como enfermedades autoinmunes e incluso COVID persistente, apuntó Hao Jin a "Nature".

Hay evidencia de que las terapias dirigidas al nervio vago pueden tratar enfermedades como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, lo que sugiere que apuntar a las neuronas del nervio vago específicas que transportan señales inmunes podría funcionar en las personas, dice Charles Zuker, que advierte que todavía queda mucho por investigar.