La UE alerta contra “el impacto negativo en el medio ambiente y la salud humana de los microplásticos”
Admite que es “prácticamente imposible" recoger las bolas de plásticos
Justo ahora debate un reglamento para evitar las pérdidas accidentales de este material y propone envases antiperforación para que los pellets no puedan escapar
“Los microplásticos son perjudiciales para el medio ambiente y pueden causar daños a la salud humana”, sentencian el Parlamento y el Consejo europeo. “Los efectos de los microplásticos en el medio ambiente han sido ampliamente documentados .... son prácticamente imposibles de recoger y se sabe que son ingeridos por toda una gama de organismos y animales y que dañan la biodiversidad y los ecosistemas”, abundan las dos instituciones comunitarias precisamente en la propuesta de reglamento que están debatiendo ahora para “prevenir las pérdidas de granza de plástico y así reducir la contaminación”.
El borrador del reglamento justifica porque se insta a los países comunitarios a ponerse las pilas con este tema y exigirles mayores medidas de seguridad para evitar accidentes como el del Toconao que perdió en su travesía hace un mes frente a las costas lusas un contenedor con 1.050 sacos de pellets, de 25 kilos cada uno, es decir, un total de 26.250 kilos de pequeñas bolitas de plástico. De paso, este documento permite en Galicia dimensionar la importancia de lo que está sucediendo con el vertido de pellets del Toconao que ya ha alcanzado playas de 30 concellos gallegos.
“La ingestión de granza de plástico por las especies silvestres, en particular por las aves marinas y las tortugas marinas, puede causar daños físicos o incluso la muerte”, sostiene el informe en base a las aportaciones de científicos y expertos. Los granos de plástico también pueden ser “vectores de transmisión de sustancias tóxicas o microorganismos patógenos absorbidos”, explica Bruselas, que también advierte de que “la creciente sensibilización de la ciudadanía puede menoscabar la confiaza de los consumidores y acarrear consecuencias económicas”. “Los seres están expuestos a los microplásticos a través del aire y el consumo de alimentos”, razona.
El accidente del Toconao no es excepcional. La UE calcula que en 2019 se perdieron en el medio ambiente de la UE entre 52. 000 y185.000 toneladas de granza de forma accidental. Más o menos 2.100 y 7.300 camiones repletos de bolitas de plástico. De ahí, la propuesta para reducir estas pérdidas. Bruselas pretende rebajar en un 6% la cantidad total de vertidos no intencionados de microplásticos y así ayudar a “preservar los ecosistemas y la biodiversidad, limitar los posibles efectos en la salud y beneficiar a las economías locales”.
Con este objetivo plantea medidas para las operaciones de producción, manipulación y transporte de estos microplásticos. En el caso del transporte, una de las iniciativas es que los microplásticos vayan en “contenedores cerrados, sacos reforzados o envases antiperforación” para evitar que se puedan romper, que es precisamente lo que ha pasado en Galicia. Los 26.000 kilos de bolitas blancas estaban en 1.050 sacos de plástico. Algunos han llegado a las playas intactos y otros se han desgarrado y han diseminado su contenido por buena parte del litoral gallego, desde Ribadeo a Nigrán.
"La ingestión de granza de plástico por las especies silvestres, en particular por las aves marinas y las tortugas marinas, puede causar daños físicos o incluso la muerte”
El vertido del Toconao ha llegado a Bruselas y ayer el portavoz de Medioambiente de la Comisión Europea, Adalbert Jahnz, declaró al respecto: “La Comisión es muy consciente de los impactos adversos de la contaminación por microplásticos y en particular la pérdida de pellets de plástico en el medioambiente”. No quiso abundar en la polémica porque, según dijo, son las autoridades nacionales las encargadas de gestionar el vertidos.
El eurodiputado socialista Nicolás González Casares ya solicitó una reunión con el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, para analizar “la crisis de los pellets”. Casares denuncia “la actitud pasiva de la Xunta, con graves carencias de información a las autoridades locales y total descoordinación”.
Por su parte la eurodiputada del BNG, Ana Miranda, denunció “el desastre medioambiental” y pide a la Eurocámara “medidas urgentes para paliar la contaminación en la costa gallega”.
Una primera analítica de urgencia encargada por la Xunta “en base a las fichas técnicas y fichas de seguridad facilitadas” y sin analizar los pellets, concluye que las bolitas de plástico que arriban a la costa gallega “no son peligrosas”. Es más, por su composición, son aptos “para uso alimentario”. Así se recoge en el informe, al que ha tenido acceso este diario, firmado por el doctor en Ciencia y Tecnología de Polímeros Santiago García Pardo. Hay un segundo informe encargado por la Xunta al Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim), también en base a las fichas técnicas, que concluye que “no es una sustancia peligrosa” y “puede entrar en contacto con alimentos”.
Eso sí, se indica que en caso de vertido, “no inhalar el polvo, evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido, así como evitar la formación de polvo”. La Xunta sostiene que no es el caso de las bolitas que llegan a las playas gallegas. “No son polvo, la advertencia es en el caso de que se conviertan en polvo”, remarcan.
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