Depresión y aborto, principales secuelas sobre la salud de la violencia de género

El maltrato eleva en un 65% y un 35%, respectivamente, el riesgo de sufrir estos perjuicios | Una revisión de 229 estudios asocia también el abuso infantil con alcoholismo y autolesiones

Depresión y aborto, principales secuelas sobre la salud de la violencia de género

Depresión y aborto, principales secuelas sobre la salud de la violencia de género / Rafa López

Rafa López

Rafa López

El impacto en la salud que acarrea la violencia contra las mujeres que perpetran sus parejas y el abuso sexual infantil “no se comprenden completamente”, según una revisión internacional de 229 estudios publicada ayer en la revista “Nature Medicine”. Este análisis, que ha revisado la literatura científica publicada desde 1970 a este respecto, concluye que las mujeres que sufren violencia de pareja tienen al menos un 65% más de riesgo de sufrir un trastorno depresivo severo y al menos un 35% más de riesgo de sufrir un aborto (natural o provocado). En los niños expuestos a abusos sexuales en la infancia, constatan un incremento del riesgo de consumo problemático de alcohol (45% más), así como un aumento del riesgo de autolesiones (35%).

La violencia de la pareja aumenta también en las mujeres el riesgo de contraer HIV (virus causante del sida), padecer trastornos de ansiedad e intentos de suicidio. Por otro lado, se halló que las asociaciones entre el abuso sexual infantil y 11 consecuencias de salud adicionales, como el asma y la diabetes tipo 2, eran débiles.

Esta revisión sistemática, titulada “Efectos sobre la salud asociados con la exposición a la violencia contra las mujeres por parte de la pareja íntima y el abuso sexual infantil: un estudio sobre la carga de la prueba”, está firmada por 38 investigadores, la casi todos mujeres, de Estados Unidos, Brasil y Reino Unido. La primera autora es Cory N. Spencer, investigadora del Instituto de Evaluación y Métrica de Salud de la Universidad de Washington (Seattle, EE UU). “Aunque nuestra comprensión sigue siendo limitada por la escasez de datos, estos impactos en la salud son mayores en magnitud y más extensos de lo que se informó anteriormente”, resalta la síntesis del estudio.

Según remarca la investigadora en epidemiología social Belén Sanz Barbero, del Instituto de Salud Carlos III, que no participó en este estudio, “ser testigo de la violencia materna también impacta sobre la salud de niñas y niños, incrementando el riesgo a la violencia de pareja a lo largo de la vida”, aunque este es un aspecto no incluido en el trabajo. En declaraciones a SMC, Sanz Barbero precisa que en esta revisión se utilizó “un método de análisis muy conservador”, sugiriendo que los impactos calculados podrían ser mucho mayores.

Para Victoria A. Ferrer Pérez, catedrática de Psicología Social de Género en la Universidad de las Islas Baleares, la violencia contra las mujeres en la pareja y el abuso sexual infantil “son dos graves problemas sociales, pero también de salud, entre otras razones, por las consecuencias que ocasionan sobre la salud física, mental y social de sus víctimas”. Subraya a SMC que este trabajo “se centra en un número limitado de consecuencias (5 en el caso de la violencia contra las mujeres en la pareja, 15 en el caso del abuso sexual), que, siendo relevantes, no son las únicas”.