Entrevista | Millán de Benito El ganador del Prix de Lausanne es el artista invitado de este año de Vigo Porté

“Salir a bailar compensa todo el sacrificio”

Millán de Benito.

Millán de Benito. / Jesús Vallinas

Sobre el escenario sorprende por su técnica y al otro lado del teléfono, por su madurez. A sus 16 años recién cumplidos, el logroñés Millán de Benito habla con los pies en el suelo de su carrera –fue uno de los Billy Elliot y actuó en “Grease” antes de decidir dejar los musicales para centrarse en la danza clásica–; de su triunfo en el Prix de Lausanne (Suiza), considerado el mejor concurso de danza clásica del mundo para menores de 18 años, donde se convirtió en el primer español que logra la medalla de oro en nueve años, y de su futuro en la danza, muy prometedor teniendo en cuenta que escuelas de la talla de la Royal Ballet School de Londres, la Princess Grace de Mónaco y la American Ballet (EE UU) se lo disputan. El joven bailarín hablará en Vigo de “La excelencia en la danza” y dará una clase magistral junto a su profesor Juan Polo dentro del certamen Vigo Porté (del 28 de abril al 1 de mayo), del que es su artista invitado este año. Sobre el escenario del Auditorio Mar de Vigo interpretará también las variaciones clásica y contemporánea que ejecutó en Suiza.

–¿Qué supone obtener la medalla de oro en el Prix Lausanne?

–-Ha sido un sueño y un honor. Es un concurso que he seguido durante mucho tiempo y admiro a todos los bailarines que han participado en él. Poder presentarme ya fue una ilusión tremenda y recibir el premio ha sido un sueño hecho realidad. El premio me da la oportunidad de escoger en qué escuela o compañía de las asociadas al Prix quiero continuar mi carrera. Yo comenzaré el próximo año en la Royal Ballet School de Londres.

–La danza es muy exigente, ¿qué compensa todo el sacrificio que requiere?

–Es verdad que requiere mucho trabajo porque hay que empezar desde muy joven para amoldar el cuerpo a la disciplina y tenemos que entrenar y ensayar muchas horas, todos los días porque si no pierdes la forma física, pero toda la presión y todo el trabajo que hacemos a diario se compensan cuando sales al escenario y recibes esa sensación de estar bailando en directo.

–¿Cuántas horas ensaya al día?

–Por la mañana, unas seis horas en el conservatorio. Y después de comer, estudio a distancia. Este curso acabo la ESO. Los días son intensos, pero con organización y trabajando un podo todos los días puedo llevarlo bastante bien.

–¿Esa disciplina también se la da la danza?

–Sí. Junto con la constancia, creo que es uno los grandes valores de la danza.

–¿Ve su futuro en España?

–Ahora lo que me apetece es viajar y seguir aprendiendo. La danza es una disciplina que no llegas a dominar nunca porque siempre puedes mejorar. Luego, no sé. Creo que culturalmente tenemos mucho arte y, de hecho, fuera reconocen mucho ese carácter español, esa energía tan característica. Sin embargo, a veces en España da la sensación de que no recibe todo el reconocimiento que se merece. La gente lo ve, lo disfruta mucho y lo agradece. Hay mucho nivel en España y hemos dado grandes artistas, aunque lamentablemente a día de hoy muchos de ellos tienen que irse fuera porque no hay las mismas oportunidades que en el extranjero.

–Su primer papel fue el de Billy Elliot en un musical. ¿Qué representó este papel para usted?

–Para mí, fue muy importante porque su historia es la de un niño que quiere ser bailarín y sus padres no le dejan. Esta no ha sido mi situación, afortunadamente. Para mí supuso irme de La Rioja a Madrid con 10 años, con mi padre. Fue mi primera experiencia en el escenario. He disfrutado muchísimo haciendo musicales, me formaron en muchas disciplinas: interpretación, danza... La danza requiere la exigencia física de un atleta pero es una forma de expresión artística y esa mezcla la hace única.

"Fuera reconocen mucho el carácter español, esa energía tan característica"

–¿Cuándo descubre su pasión por la danza?

–En mi familia nadie ha hecho la carrera de danza, pero la música ha estado siempre muy presente. Desde muy pequeño me gustaba todo lo que estuviera relacionado con la actividad física y creo que esa mezcla entre la música y el deporte me ha llevado a bailar.

–¿Qué le diría a un niño que quiera dedicarse a la danza?

–Que si es algo que les mueve por dentro, que disfruten y luchen por ello, porque cuando lo que haces es una pasión merece la pena todo el esfuerzo.

–¿Cuál es su sueño?

–Ahora mismo, graduarme en la Royal Ballet School de Londres y poder entrar en una de las grandes compañías, y construir mi carrera como bailarín y poder viajar por todo el mundo.

Suscríbete para seguir leyendo