La vuelta al cole tras las fiestas de Navidad arranca hoy con 9.000 estudiantes infectados por COVID, y a la espera de que los casos siguen aumentando, pues el pico de la sexta ola aún no ha llegado y la Xunta lo prevé para la próxima semana todavía. De todos ellos, unos 3.600 son niños de entre 5 y 11 años, según los datos que maneja la Conselería de Sanidade. De entrada, estos estudiantes, si no tienen síntomas graves, recibirán docencia virtual, lo que complica el trabajo de los profesores.

No es el único reto al que se enfrenta la comunidad educativa en este regreso a las aulas, marcado una vez más por la pandemia. Se teme una avalancha de bajas entre los docentes, y aunque la Consellería de Educación ha prometido que las cubrirá inmediatamente, directores de colegios y sindicatos tienen sus dudas al respecto. “No será tan fácil”, aseguran. Ya la semana pasada, el departamento de Román Rodríguez cifraba en 200 las bajas de docentes, pero la ómicron ha provocado una explosión de contagios, y se eperan más profesores infectados.

La vuelta al cole empieza además con un nuevo protocolo COVID, un protocolo con flecos todavía sin cerrar. Así, las aulas de Infantil y Primaria cerrarán si hay más de cinco casos de coronavirus, y en Secundaria los estudiantes que han sido contactos estrechos de un positivo no harán cuarentena si tienen la pauta completa de vacunación y no presentan bajas. En todo caso, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, explicaba ayer en una entrevista en la Radio Galega que el protocolo no está todavía finalizado. El sábado, dijo Comesaña, aún estaba “en discusión” entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad en el seno de la Comisión de Salud Pública.

“Aquí el Gobierno fue lento. Hicimos una reunión sectorial de sanidad y educación el martes día 4 y allí no se llevó ningún documento. E hizo (el Gobierno) una convocatoria in extremis para el viernes y aún no acabó”, criticó.

Entre las cuestiones que faltan por cerrar en el protocolo, Comesaña citó “el umbral” de edad para eliminar las cuarentenas de todo un aula cuando haya cinco o más positivos, aunque de entrada la idea es a partir de primero de Secundaria. Galicia ha propuesto al Gobierno que los alumnos con discapacidad sí tengan que hacer cuarentenas, “estén vacunados o no”, por “lo difícil” que resulta que lleven las mascarillas todo el tiempo.

El conselleiro de Sanidade lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a las familias, al defender la vuelta presencia a las aulas porque los colegios e institutos “son seguros” . Los contagios “van más de fuera a los centros que de los centros hacia fuera”, precisó.

Además, la Xunta ha puesto a disposición de las familias con niños de 5 a 11 años test de autodiagnóstico de COVID-19 en saliva antes de volver a las aulas. El pasado viernes, día en que se inició la distribución de estas pruebas, las farmacias dispensaron sobre 16.000.

Por otra parte, el porcentaje de vacunación entre los más pequeños ya es elevado. “No puede ser más excelente”, afirmó el conselleiro, quien estima que ronda el 60% de cobertura en la franja de 5 a 11 años con una dosis, “casi doblando” la media española.

Hoy llegan más de 36.000 vacunas y el Sergas las administrará entre el martes y el jueves, lo que permitirá que Galicia tenga ya “un porcentaje muy alto de niños gallegos con la primera dosis”.

Comesaña urge además empezar a vacunar al grupo de 30 a 39 años, pues el 15 de enero espera concluir la administración de dosis de refuerzo a los gallegos de 40 a 49 años.

“En Galicia estamos poniendo muy rápido y muy bien las dosis de refuerzo”, defendió el titular de Sanidad, ya que en el grupo de 50 a 59 la cobertura está en el 88,65% cuando en toda España es del 38,63%.