Justo cuando se termina la obligación de llevar mascarilla al aire libre y quedan cinco días para que abra el ocio nocturno en Galicia, un megabrote de COVID-19 ha puesto en cuestión la idoneidad de ciertas medidas de desescalada.
El macrobrote de Mallorca, vinculado a un concierto de reguetón, fiestas en barcos y hoteles y aglomeraciones en una calle de copas de su capital, Palma, sumaba ayer más de medio millar de casos en al menos 9 comunidades autónomas, entre ellas Galicia, que registra 50, la mayoría de ellos –30– en la ciudad de Pontevedra. Según la Consellería de Sanidade viajaron a Baleares alumnos de 11 institutos gallegos. Todos los estudiantes que hayan viajado a las Islas Baleares se consideran contactos estrechos y deberán mantener cuarentena hasta que la central de seguimiento del Sergas se ponga en contacto con ellos, informaron fuentes de la Xunta.
En Galicia, además de Pontevedra, hay casos en Vigo, Ourense y Lugo, según confirmó ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.
“Todos mis amigos han dado positivo, no conozco a ninguno que haya dado negativo”, declaró ayer un estudiante de Pontevedra a los medios de comunicación tras someterse a un cribado.
La situación suscitó una reunión extraordinaria del subcomité clínico que asesora a la Xunta. Desde la Consellería de Educación se trabajaba ayer en las listas de centros cuyos alumnos viajaron recientemente a Baleares para que la central de seguimiento de contactos llame a todos esos alumnos. Así les informarán de los protocolos a seguir y resolverán dudas. Las respectivas áreas sanitarias gestionarán las citas para la realización de pruebas PCR.
Desde el subcomité clínico aconsejaron también que los padres que vayan a recoger a sus hijos procedentes de Baleares se pongan la mascarilla y guarden la distancia de seguridad dentro del coche.
García Comesaña confirmó que entre los casos de jóvenes que viajaron a Mallorca desde Pontevedra hay variante británica (alfa) e india (delta). En cuanto a Vigo, estos casos suponen una nueva entrada de la variante delta, más contagiosa que la alfa, después de los brotes registrados en dos buques mercantes y el caso de una mujer que llegó de viaje desde la India.
Comesaña admitió que la situación es “preocupante” y que ya se han verificado contagios a los padres en las áreas sanitarias de Lugo y Ourense. Esto podría suponer un mayor riesgo, explicó, para los mayores de 60 años que no han recibido aún la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca. Una pauta vacunal incompleta ofrece una protección reducida ante la variante delta.
“Ni en los peores momentos teníamos conocimiento de un brote que pudiera tener 400 casos derivados. Tiene unas dimensiones que no estamos acostumbrados a manejar”, señaló el conselleiro, quien resaltó que ha coincidido “con el final de las clases y la percepción de relajación por distintos elementos”, como el final de las mascarillas al aire libre. Por ello insistió en la necesidad de que los jóvenes acudan a los cribados, ya que en las últimas citaciones la participación fue “muy baja”, y que sigan “manteniendo las precauciones”, como “reducir la movilidad y disfrutar al aire libre, limitando la actividad en interiores”.
También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, puso ayer el foco en los jóvenes, al recordar que la mitad de los casos activos tienen una media de edad de 35 años, y que incluso los veinteañeros pueden acabar en la uci.
En cualquier caso, Julio García Comesaña resaltó que el ocio nocturno, en las condiciones que se plantean para su reapertura en Galicia, tras la realización de pruebas piloto, “es seguro, o al menos más seguro que los botellones en las calles sin ningún tipo de control” y que en Galicia están prohibidos, recalcó.
El megabrote de Mallorca se ha producido, paradójicamente, en una de las comunidades con menor incidencia y la única en la “lista verde” británica. Sin embargo, los científicos insisten en que el motor de esta pandemia son los eventos de supercontagio, capaces de agravar la situación epidemiológica de cualquier territorio. Y la variante delta, más contagiosa que cualquier otra, propicia estos eventos de superpropagación. Como informó FARO esta semana, el estudio de un brote en Sídney ha demostrado que basta un contacto casual, en segundos, para contagiar con la variante india, especialmente por individuos con alta carga viral.
Ayer fue el propio conseller de Turismo balear, Iago Negueruela, quien pidió que se exigieran pruebas PCR negativas a los viajeros que llegaran a Baleares procedentes de Reino Unido. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a estudiarlo. España es el único país de la UE que no pide test, ni vacunación ni cuarentena a los pasajeros británicos, una actitud que en Bruselas han criticado por incoherente.
El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, volvió a reclamar ayer más controles en el aeropuerto de Barajas. Aseguró que la variante delta (india) supera el 10 % de contagios en la Comunidad de Madrid y podría llegar al 90% a finales de agosto. Zapatero pidió también la “máxima prudencia” al flexibilizarse hoy, sábado, la obligatoriedad de mascarillas al aire libre.
Los casos activos vuelven a aumentar en la comunidad gallega y Sanidade lo atribuye al brote balear
Después de semanas de descenso casi ininterrumpido, Galicia registró ayer un notable incremento de los casos activos, 72 más, que sitúan el número actual en 1.377, después de verificarse 154 contagios, 34 más que la jornada anterior, y superar los nuevos casos a las altas. La cifra aumenta por segundo día consecutivo y es casi idéntica a la registrada el 15 de junio, cuando se contabilizaban 1.379 personas pasando la infección.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, relacionó este aumento de los casos activos y los repuntes en los contagios en los últimos días en toda Galicia con el brote originado en Mallorca. El subcomité clínico decidió ayer decretar el nivel alto de restricciones en el concello lucense de Sarria, después de detectarse un brote con 28 casos con origen en una comida familiar. Los pacientes ingresados por COVID-19 suben a 46 –uno más–, aunque quizá el caso más preocupante es el de la tasa de positividad de las pruebas, que sobrepasa el 5% por primera vez desde mediados de febrero. La incidencia acumulada a 14 días por 100.000 habitantes en Galicia aumenta a 44,16. Si bien descienden a 11 las personas ingresadas en uci en el conjunto Galicia –una menos–, aumentan a 35 las que se encuentran en otras unidades de hospitalización –dos más–. Por áreas sanitarias, los casos activos solo descienden en el área de Ferrol (-12) y aumentan en el resto: Pontevedra y O Salnés (+24), Vigo (+19), Lugo (+18), Santiago y Barbanza (+13); A Coruña y Cee (+6) y Ourense (+4). Ayer no se notificaron fallecidos, por lo que la cifra de decesos permanece en 2.435.
