Eso de que la lluvia en Galicia es arte no es solo un tópico. Aunque la comunidad suele gozar de veranos soleados y calurosos, lo lluvia tiene un especial protagonismo durante buena parte del año, más aún durante el otoño. Por ello, los gallegos no dejan que el tiempo sea un impedimento para organizar un buen plan o una escapada con amigos o familia. De hecho, la lluvia y el frío incluso se convierte en aliados a la hora de realizar algunas actividades. Estos son ocho de esos planes que puedes hacer en Galicia en un día de lluvia.

Cata de vinos

Con cinco denominaciones de origen -Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei- encontrar una ruta en la que disfrutar de extraordinarios vinos será tarea sencilla en Galicia. Además de probar algunos caldos de primer nivel, este tipo de actividades en bodegas suelen acercar al visitante a los trabajos en los viñedos y en las propias bodegas, además de dar unas pinceladas sobre la cultura del vino que se transmite de generación en generación. Si un plan así resulta atractivo en cualquier época del año, compartir una copa de buen vino y una interesante conversación puede convertir un día de lluvia en una jornada memorable.

Ruta por furanchos

Y siguiendo con la idea de conocer alguna de las caras más atávicas del ocio gallego, un día de lluvia será una ocasión redonda para recorrer algunos de los furanchos que riegan la comunidad. Vino de casa servido directamente y acompañado de alguna de las tapas más tradicionales, como oreja o chorizo, será una manera diferente para algunos -habitual para otros- de pasar un buen rato resguardados de la lluvia.

El mejor cocido

Cuando bajan las temperaturas y el cielo se pone gris los fogones se encienden para elaborar algunos de los platos más populares de la cocina gallega. ¿Quién se atreve a discutir la pertinencia de un buen plato de lacón con grelos en otoño e invierno? Y qué decir del cocido, una de las joyas de la gastronomía patria. Por eso, uno de los mejores planes para un día lluvioso en Galicia será sentarse alrededor de una mesa con un buen cocido y mejor compañía. Para aquellos que salgan a la búsqueda de la mejor elaboración, Lalín es sin duda un referente en la materia.

Sofá, manta y series a la gallega

El plan por excelencia para un día de lluvia en cualquier lugar: sofá, manta y serie. Pero puede dársele el toque autóctono poniéndose al día con algunas producciones estrechamente vinculadas a Galicia, desde la popular "Fariña" disponible en Netflix, a "Estoy vivo" de TVE, "Vivir sin permiso" de Telecinco o incluso "La Casa de Papel", en la que se pueden identificar unos cuantos guiños a la comunidad, además de contar con la participación de uno de los actores gallegos más reconocidos del momento, Pedro Alonso.

La magia del fuego

Una hoguera en la que asar castañas, una queimada para espantar los malos espíritus, contar historias a la luz del fuego de una chimenea o simplemente calentar las zapatillas en el horno de la cociña de ferro de la casa del pueblo para pasar una tarde en familia. La lluvia abre la puerta a todo tipo de actividades al calor de la lumbre.

Casa rural

Y si toca salir en busca de esa chimenea en torno a la que construir esa típica estampa otoñal, nada mejor que una escapada a una casa rural. Disfrutar de todas las comodidades de un hotel en un entrono natural viendo como las gotas de lluvia resbalan por el cristal. La realidad superará a cualquier escena de película.

Balnearios

Para relajarse nada mejor que una buena estancia en un balneario y si el frío aprieta, mejor que mejor. Galicia pone fácil pasar unos días, o simplemente una tarde, en uno de estos establecimientos. Para los más atrevidos, también puede ser toda una experiencia darse un baño en una terma natural al aire libre, como las de Outariz o A Chavasqueira de Ourense, mientras llueve.

Ruta de monasterios

Para aquellos que busquen una jornada más cultural, pasar un día de lluvia en el interior de alguno de los monasterios más populares de Galicia será un plan hecho a medida. Oseira, Santo Estevo de Ribas do Sil, San Clodio, Oia... son solo algunos ejemplos de lugares de referencia en la comunidad. Y el mismo plan se puede trasladas a los diferentes pazos de Galicia.