Una sonoridad dura, la voz áspera de Josele que danza entre tonos insoportablemente graves, hasta los más agudos, inverosímiles, casi imposibles de reproducir. Los riffs de guitarra inmemoriales. Cuando Los Enemigos se suben al escenario y sus integrantes comienzan a desfilar tomando sus respectivos instrumentos, resulta imposible dirigir la atención hacia otro punto y todo lo demás deja de existir.

Maduros que visten la emblemática camiseta de la raspa de pescado: cerveza en mano, alzan su puño y se desgañitan cantando los clásicos. Mientras, probablemente recuerden las primeras veces que escucharon "Ferpectamente", el álbum de debut que sonaba en los tugurios de las ciudades a finales de los ochenta y que advertía la llega de un grupo que cambiaría para siempre la escena rock nacional. No son nostálgicos, la digna evolución de Josele Santiago y de Los Enemigos impide que la percepción sobre ellos sea la de aquel grupo que sonaba bien en los ochenta. También jóvenes iniciados en la música asisten impresionados a escuchar a una banda que es el "abc" del rock and roll.

Los Enemigos huyen de las reseñas en las que se les define como grupo de culto, pero lo cierto es que de algún u otro modo, integran la identidad musical española. El público les guarda un hueco en sus pasiones y así lo muestra llenando los directos de la banda, dejándose seducir por ellos y constatando que Los Enemigos son mucho más que la melancolía de los himnos de una época.

Personas que se enamoraron escuchando la dulzura amarga de "Zumo de kiwi" o "Estás cuando te vas", que carcajearon con "La Paella" o "Florinda" o que lloraron viéndose reflejados en "La Cuenta Atrás" o "Desde el Jergón", pudieron revivir estos sentimientos y crear nuevos recuerdos, escuchando el último disco de Los Enemigos, "Vida Inteligente".

De forma oficial, llevaban sin pisar el Auditorio de Castrelos desde el año 2001, cuando lo escogieron como escena para presentar "Obras escocidas (1985-2000)", un viaje sonoro a través de su trayectoria.

En esta ocasión presentaron "Vida Inteligente" ante un público impaciente por probar en directo su noveno trabajo.

En un directo del Low Festival y tras recibir el impredecible beso de una espontánea que se coló en el escenario, Josele comentó que este disco es una forma de devolver al público en forma de canciones la energía que les manda en cada concierto. Ayer los asistentes regalaron la energía que caracteriza a los fanáticos de Enemigos, se agitaron con temas que llevan en el mercado discográfico desde noviembre como "Cementerio de Elefantes" o "Vida Inteligente" y que prometen ser cantados como grandes éxitos dentro de otros treinta años.

Como ellos mismos reconocen, sus canciones están ligadas a emociones, a sentimientos. Puede que esta sea la razón de que se genere una energía, un vínculo palpable entre Josele Santiago, Fino Oyonarte, Chema "Animal" Pérez, Manolo Benítez y el público. El mismo que en cada concierto demuestra que vibra con el pasado de la banda, pero también con el presente y el futuro de unos integrantes que han sabido madurar junto a sus fans, seduciendo a otros por el camino.