Xabier Constenla y Lucía Ferradáns son los padres de una niña que tuvo claro muy pronto que era mujer, a pesar de hacer nacido como varón y registrado como Lois. Con tres años, preguntó a sus padres "¿por qué tengo pipí si yo soy una nena?".

Como eran de A Estrada, los progenitores pidieron el cambio de nombre de su hija en el juzgado de dicha localidad, que lo desvió a Tui (jurisdicción a la que se adscribe la residencia actual de la familia). El caso a resolver sobre el nombre de la niña de 10 años continúa a la espera.

"Estamos aguardando a que comience el procedimiento", asegura Xabier, que actualmente ejerce como profesor en A Guarda. "Cuando nació pensamos que era un niño, pero enseguida vimos que manifestaba con claridad que era una niña", explica. El docente asegura que, como otros padres que se encontraron con esta situación sin información, creyó que este tipo de comportamientos pasarían. Al contrario, se intensificaron: "Se ponía toallas en la cabeza para imitar una melena... agachaba sus genitales entre las piernas cuando estaba en la ducha para que no se vieran y cada día fue a más", relata el padre de la pequeña.

En el mes de febrero, ambos progenitores decidieron que no iban a seguir ocultando su comportamiento fuera de casa, ya que sí era consentido dentro de las paredes del hogar. De hecho, María estaba deseando llegar a casa para vestirse su pijama de niña. Y sus padres querían protegerla del qué dirán. "Desde ese momento es muy feliz", razona Xabier.

Salvo algún pequeño incidente con niños en la playa, que se saldó con una reacción ejemplar por parte de los tutores de los mismos, los padres de María no destacan ninguna reacción injuriosa.

Dos en A Coruña

Esta semana, otro menor en A Coruña comenzará con los bloqueadores de la pubertad, a través del Sergas, aseguran fuentes de la asociación Arelas. Lo saben tras haber mantenido una reunión con responsables sanitarios para abordar esta temática.

"Nos encontramos con pediatras que envían al menor al psiquiatra, como si fuera una enfermedad mental. Incluso un caso en Ferrol de una menor que fue medicada. Al final, derivó en un caso de absentismo escolar" explica la presidenta, Cristina Palacios. Entre las peticiones del colectivo está "que se hable de la diversidad sexual en los centros, porque si no, nuestros hijos pasan sin existir a nivel educativo. Que se visibilice y el resto de niños del centro sepan que existe", reivindican. Y lo mismo en el ámbito sanitario, con la activación de un protocolo en el caso de que se detecte un menor transexual.