Aún no es primavera en el comercio

El comercio local vio casi anuladas las ventas por la lluvia y la bajada general de las temperaturas | Esperan que empiece a tener tirón la colección que lleva desde febrero

Aún no es primavera en el comercio

Aún no es primavera en el comercio / Gustavo Santos

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Tras semanas de lluvias intensas, una acusada bajada de temperaturas y otros fenómenos adversos, es lógico que las ventas de ropa, complementos y calzado de cara al verano se hayan visto ralentizadas. El comercio local pontevedrés se vio bastante resentido por el frío y por eso, ahora que llegan días de sol y la temperatura no bajará de los 15 grados, las tiendas esperan volver al ritmo habitual de las compras.

Aún no es primavera en el comercio | GUSTAVO SANTOS

Aún no es primavera en el comercio | GUSTAVO SANTOS / Gala Dacosta

“La gente si va vestida con un jersey no tiene ganas de ponerse a mirar ropa de verano”, dice categórica Cristina Quintana, propietaria de Trúlock, en la calle Manuel Quiroga. La comerciante indica que es un auténtico misterio por qué la gente compra unos días y otros no: “Hubo un día de lluvia que creía que no vendría nadie y al final se llenó”.

Aparte, destaca que llevan desde febrero con la nueva temporada en la tienda, “pero febrero, marzo e incluso abril en general es mala época”, con mal tiempo, cerca de las Navidades y las rebajas de invierno todavía presentes en muchos establecimientos. Pero si algo bueno tiene Pontevedra, dice la comerciante, es que ha conseguido hasta el momento blindar al pequeño comercio frente a las superficies grandes.

En este sentido, se ve favorecido el centro de la ciudad a la hora de atraer a la gente a salir de casa, y siempre son potenciales clientes. Eso sí, “una vez que la gente hace cambio de armario, ya se anima”. Esperan que ocurra eso una vez que Pontevedra se adentre en el mes de mayo: “Allá atrás, cuando vino muy buen tiempo, tuvimos un montón de gente. Vino hasta gente de Vigo porque allí no tienen tiendas del estilo”, comenta la comerciante.

El concepto de la tienda de Paula Amil, Salitre, se caracteriza por su enfoque singular de bisutería muy alineada con la naturaleza y el aire libre, algo que por lo general sugiere el verano. Si bien su oferta de productos es menos estacional en comparación con otras tiendas, los conocedores de bisutería y complementos reconocen la importancia de adaptar los accesorios según la temporada. Un colgante veraniego no es lo mismo que unos pendientes más adecuados para los meses más fríos del año. Paula señala que es más sencillo incorporar piezas de bisutería audaces a conjuntos de ropa invernal o primaveral. Sin embargo, observa que el cambio de armario con respecto a los textiles es más lento por parte de los clientes. El mal tiempo suele desalentar las compras, y la falta de entusiasmo por estrenar nuevas prendas es comprensible. No obstante, Paula percibe un creciente interés por parte de la clientela en las compras de primavera y verano. Esto se refleja en la demanda de pulseras, brazaletes y otros accesorios coloridos que no suelen ser tan populares durante los meses más fríos del año.

De todos modos, añade que las ventas van a fuego lento: “Como todavía viene lluvia estos días, la gente sigue llevando ropa de invierno y no acaba de animarse, se resiste un poco y viene a mirar pero dicen que va a volver más adelante”. De hecho, “tuvimos más compras por el Día de la Madre en lo que va de mes que por el hecho de que venga el buen tiempo”.

En la tienda, además de su principal oferta de productos, se encuentra una selección de ropa, aunque no constituye su foco principal. Entre estos artículos se incluyen sudaderas y otras prendas adecuadas para el entretiempo e incluso para el invierno, lo que sugiere que la tienda aún no ha centrado su atención en la temporada estival, aunque “cada semana más o menos nos llegan cosas”.

Paula sigue a la espera de que el próximo puente del día 17 de este mes, junto con la proximidad de graduaciones y otros eventos típicos de esta época del año, generen un aumento significativo en la afluencia de clientes en comparación con las últimas semanas.

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