Investigado de nuevo un taller de Mourente por un supuesto fraude en la venta de coches

El propietario asegura que en esta ocasión los agentes solamente acudieron a realizar una inspección fiscal | “Tenemos las manos limpias y no nos escondemos de nada”, afirma

Un momento del registro, ayer por la mañana en el taller pontevedrés.

Un momento del registro, ayer por la mañana en el taller pontevedrés. / RAFA VAZQUEZ

Un taller y servicio de compraventa de automóviles de Mourente, en el acceso a Montecelo, fue escenario ayer de un amplio operativo policial en el marco de un supuesto fraude en la venta de vehículos de importación. Es la segunda vez que este negocio es objeto de investigación, ya que a finales de 2022 los agentes también se personaron en el lugar por este mismo caso.

En esta ocasión, fueron agentes de la Policía Local de Pontevedra, que acompañaron, según pudo saber FARO, en una inspección fiscal. Se realizaron inspecciones de coches y se analizó la documentación de algunos de ellos, pero ni se intervinieron ni se produjo ninguna detención en este taller pontevedrés. El asunto se encuentra bajo secreto de sumario.

En la operación de 2022 llegó a haber al menos una veintena de detenidos entre Portugal y Galicia, con epicentro en las provincias de Pontevedra y Ourense. El objetivo de la investigación era una red que presuntamente se ocuparía de la compraventa ilegal de vehículos de alta gama que habrían sido adquiridos de manera irregular en el país vecino, la mayoría procedentes de contratos de renting que eran vendidos luego irregularmente. Entonces se llegaron a intervenir unos 80 vehículos solo en territorio español.

Registro de un Volskwagen en las instalaciones del negocio en Mourente.

Registro de un Volskwagen en las instalaciones del negocio en Mourente. / RAFA VAZQUEZ

Un “coletazo” de 2022

Antonio Pintos Hervés, gerente de Talleres Antonio Pintos, aseguró ayer en declaraciones a FARO que “tenemos las manos limpias y no nos escondemos da nada”.

Preocupado por el alarmismo que la noticia haya podido generar, recuerda que la intervención policial de ayer es un coletazo de la investigación iniciada en 2022. “Ahora ha sido una inspección fiscal, de Hacienda. Ni estuvo parada la oficina ni la actividad. Hemos estado funcionando normalmente y a mí no me han detenido en ningún momento”, manifestó.

“Nos avalan más de 30 años de trayectoria y más de 2.000 ventas en coches de ocasión, pero no nos gusta la imagen que se puede dar de nuestro negocio, aunque seguiremos colaborando plenamente y poniendo a disposición toda la documentación requerida”, indica el empresario.

En este sentido, subraya que los investigadores “pueden comprobar que nuestra actividad se ajusta y se ajustó siempre a la estricta legalidad”, ya que las de ayer fueron solamente “comprobaciones de carácter fiscal en relación con nuestra facturación y contabilidad”.

Pintos es consciente de que esta inspección ha derivado del caso abierto hace un año y medio, pero cree que la imagen de su taller se puede ver perjudicada, máxime en una ubicación tan concurrida, en plena subida al Hospital Montecelo, por la que diariamente pasan miles de coches.