Todo el casco urbano se considera “tensionado” para el alquiler, que subió un 21% en cinco años

Las zonas detectadas por el IGVS incluyen las áreas de Marcón, Lérez, Mourente y Salcedo más próximas a la ciudad | Solo quedan al margen Mollavao y San Blas | Poio, Sanxenxo, Marín o Caldas, también en el listado

Una mujer ante el escaparate de una inmobiliaria.

Una mujer ante el escaparate de una inmobiliaria. / Gustavo Santos

El centro histórico, la zona de O Burgo, A Parda, gran parte de Campolongo, Monte Porreiro, el entorno del río e incluso los tramos más próximos al casco urbano de Salcedo, Lérez, Marcón, Salcedo o Mourente. son los ocho emplazamientos de la ciudad en los que el Instituto Galego de Vivenda e Solo considera “tensionados” para el alquiler de viviendas, después de que las cuotas hayan subido más de un 21% en cinco años.

En rojo, las zonas tensionadas, por códigos
 postales, en rosa, las dudosas, 
y en verde, las no tensionadas.  // FdV

En rojo, las zonas tensionadas, por códigos postales, en rosa, las dudosas, y en verde, las no tensionadas. // FdV / Nicolás Davila

Esas zonas (que aparecen reproducidas en el mapa adjunto) se basan en los códigos postales, por lo que abarcan más territorio del realmente afectado. En todo caso, se aclara que hay dos áreas más “dudosas” (incluye en ellos a Xeve y parte de Salcedo y Tomeza) por el escaso número de alquileres en ellos , que impiden fijar una pauta, y cinco más “no tensionados” , con Campañó, Alba Cerponzóns, Ponte Sampaio o Lourizán y Estribela, en las parroquias, y la zona sur de la ciudad, en especial Mollavao o San Blas. Hay seis áreas sin datos, dos en el casco urbano y cuatro en el rural.

Estos datos figuran en un informe del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) sobre las posibles áreas tensionadas, según los balances de precios y contratos del Gobierno central y de la propia Xunta. Según la Ley de Vivienda podrán declararse zonas tensionadas aquellos municipios o áreas que cumplan uno de estos dos requisitos: que la carga media del coste de la hipoteca o del alquiler en el presupuesto familiar, más los gastos y suministros básicos, supere el 30% de los ingresos medios de ese hogar o bien que el precio del arrendamiento haya experimentado en los cinco años anteriores un porcentaje de crecimiento acumulado superior al menos tres puntos porcentuales al incremento del IPC.

Rentas familiares

Según el estudio del IGVS, en Galicia ningún ayuntamiento cumple el primer requisito. No hay ningún municipio donde los gastos de la vivienda absorban más de un tercio de las rentas familiares. El segundo concello donde las familias destinan más porcentaje de sus ingresos al alquiler es Barro: pagan 570,6 euros mensuales con ingresos al año de 25.091 euros, es decir, el 27,3%. Entre las ciudades se sitúa a la cabeza Pontevedra con el 22,7%, y también aparecen en la comarca Cotobade (36,7%, Ponte Caldelas (25,3), Vilaboa (24,1), Marín (22,4), Sanxenxo (21,7), Cuntis (20,9), Portas (20,4), Poio (20%) y Caldas (19,8).

En cambio, sí hay concellos donde el incremento de los alquileres fue tres puntos porcentuales superior al incremento del IPC. Pero los datos varían según se tome de referencia el índice de precios de los arrendamientos del Ministerio o los datos de fianzas depositadas en el IGVS.

Con los datos del Ministerio hay cinco concellos tensionados en la comarca: Moraña, Cuntis, Pontevedra, Marín y Poio, pero si se toman como referencia los datos de las fianzas depositadas en el IGVS son Ponte Caldelas, Cuntis, Pontevedra, Caldas, Poio y Sanxenxo. En este listado se indica que desde 2028 hasta 2022, las cuotas de alquiler subieron entre un 21% en Sanxenxo y un 28,9 en Ponte Caldelas.

Este informe llega apenas un mes después de que el Concello de Pontevedra anunciara la elaboración de un estudio sobre la situación del alquiler en la ciudad. Con este trabajo el objetivo declarado del gobierno local era adelantarse a la posible declaración de zonas de mercado residencial tensionado en Galicia, que plantea la Xunta, y a la Ley de Vivienda impulsada por el Gobierno central. Lo anunció a finales de noviembre el alcalde, Miguel Fernández Lores, quien explicaba que el Concello quiere adelantarse a la nueva norma, fijando las zonas tensionadas de alquiler en la ciudad de Pontevedra y sus barrios. Uno de los objetivos era determinar si hay zonas tensionadas en el municipio, algo que sí parece certificar el informa del IGVS.

Aunque la Xunta inicialmente era contraria a esta catalogación de barrios y ciudades, finalmente decidió abrir esta vía legal para declarar zonas de mercado residencial tensionado, al solicitarlo A Coruña, lo que permitirá poner tope a los alquileres a petición de los concellos. Se trata de un mecanismo contemplado en la Ley de Vivienda impulsada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Se prevé que según la nueva norma serán los ayuntamientos los que soliciten la declaración de áreas tensionadas y deberán justificar su petición. Lores indicó que el gobierno local ha decidido encargar este estudio después de que la Xunta de Galicia diese marcha atrás y se plantee ahora declarar zonas de mercado residencial tensionado de alquiler.

Petición municipal

La Consellería de Medio Ambiente, que tiene las competencias en materia de vivienda, esgrime que han decidido regular la declaración de zonas tensionadas tras la petición realizada por el Concello de A Coruña que pidió poner límites a los alquileres en todo su término municipal y “ante el posible interés de otros municipios”.

“Con el fin de que las peticiones trasladadas cuenten con fundamento y rigor técnico regulamos la documentación y la tramitación a seguir. Esta explicación resulta además imprescindible, dado que la ley estatal no clarifica el procedimiento”, explican.

Se modifica así la Lei gallega de Vivenda de 2012, a través de esta enmienda a la ley de acompañamiento, de los presupuestos y se abre la puerta a poner tope a los alquileres en aquellos ámbitos territoriales donde exista un especial riesgo de oferta insuficiente y asequible de vivienda para la población.

Eso sí, tendrán que ser los ayuntamientos quienes soliciten la declaración de áreas tensionadas y deberán justificar mucho su petición. Para ir adelantando este trabajo, el gobierno local de Pontevedra ya ha encargado su propio estudio sobre la situación del mercado de alquiler en la ciudad.

Un mercado de arrendamiento con muy baja oferta en una ciudad con más de 6.000 viviendas vacías

Pontevedra tiene 6.037 viviendas vacías, un 14% del total del parque inmobiliario, según otro informe del IGVS, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística. Es la ciudad gallega con menos pisos de este tipo, por detrás de las 6.198 de Santiago, si bien en Compostela suponen el 11% del total. En Vigo son más de 21.700 (el 15%) y en Ferrol hay 11.200 viviendas vacías, el 25% del parque total.

De los 42.646 pisos que hay en la Boa Vila, 6.037 estarían vacíos al no registrar ningún tipo de consumo eléctrico. Esto significa que una de cada siete hogares carece de ocupantes todo el año. Pese a estar a la cola de las urbes gallegas en esta materia, es una cifra importante en una ciudad con una larga lista de demandantes de vivienda y con escasa oferta en el mercado del alquiler Por debajo del 30% está Sanxenxo, con 5.104 viviendas vacías (el segundo municipio con la cifra más alta, tras Pontevedra), y Caldas, con 1.432 pisos vacíos, un 28%. En Marín son 2.956 las viviendas vacías, un 23,5%, y en Poio son 1.896, un 20,17 por ciento. Mejores cifras registran en Barro, con 371 pisos sin uso (un 22%), y en Ponte Caldelas, con 678 (un 21,5 por ciento), teniendo el mejor dato Vilaboa, con 358 viviendas vacías que representan un 14,3%.

Suscríbete para seguir leyendo