La mejora del puente de A Barca y la PO-308 encalla en Poio

Los socialistas muestran su malestar por la oposición del gobierno local en el último pleno a una propuesta dirigida a la Xunta

Vista del puente de A Barca desde Poio.

Vista del puente de A Barca desde Poio. / Gustavo Santos

La propuesta de reforma del puente de A Barca y de mejora de la seguridad vial en la PO-308 entre A Barca y Porteliña no ha logrado salir adelante en el último pleno municipal de Poio. Se trata de una iniciativa de los socialistas de este concello, que lamentan que “el PP y el alcalde Ángel Moldes voten en contra de una demanda histórica de los vecinos”.

El PSdeG presentó una moción en el pleno ordinario para instar a la Consellería de Infraestruturas de la Xunta de Galicia a que acometa la mejora de la seguridad vial en la PO-308, de titularidad autonómica. En opinión de Gregorio Agís, portavoz socialista, esta obra serviría para mejorar la calidad de vida de los poienses de forma notable, “pero el PP está demasiado interesado en mantener una actitud dócil, servil y sumisa ante la Xunta de Galicia y el PP autonómico, aunque eso implique que se mantenga el indiscutible agravio comparativo que padecemos en Poio con respecto a la situación de la PO-308”.

En opinión de Gregorio Agís, portavoz socialista, esta obra serviría para mejorar la calidad de vida de los poienses de forma notable

Sus palabras se refieren al municipio de Sanxenxo, donde, recuerda Agís, “la carretera está totalmente reformada en más del 90% de su extensión”.

Hace hincapié, además, en que el tramo de esta carretera, que atraviesa la zona más urbana de Poio, registra cada año un elevado índice de siniestros de tráfico, como el ocurrido el pasado viernes por la noche, con un hombre herido grave tras ser atropellado por un camión cuando circulaba en su bicicleta.

Por otro lado, la moción de los socialistas también se refiere al puente de A Barca. “Los vecinos de Poio están desesperados cuando cruzan el puente, que carece de elementos que garanticen la movilidad y la accesibilidad a pie de modo universal. Así como también están desesperados por ver cómo se tienen que jugar la vida cada vez que cruzan la carretera en muchos tramos de la PO-308, resume Gregorio Agís.

“El señor Moldes, más allá de subirse el sueldo y anunciar circo y fiestas, no hizo nada por los vecinos en casi seis meses”, concluye.