Inigualable devoción por la Virgen de los Milagros

Dicen los más devotos que no hay petición que la Virgen de los Milagros no escuche. Y que la santa siempre vela por aquellas personas que de corazón creen y ruegan. Un año más, este sentimiento volvió a estar muy presente en la parroquia morañesa de Amil, un lugar que con motivo de la Romería de la Virgen de los Milagros de septiembre atrae a gente de toda Galicia, e incluso de fuera de ella.

Ayer domingo fue el día grande de las fiestas en su honor y miles de peregrinos hicieron el camino hasta el santuario caminando, además de los que se acercaron en coche. Este año, eso sí, se produjeron menos aglomeraciones que otros, como por ejemplo en 2022, cuando se recuperó la normalidad absoluta tras la pandemia del coronavirus. En esta ocasión, la afluencia de devotos fue mucho más escalonada, tanto en días previos como en la propia jornada grande, con asistencia en diferentes horarios. Y todavía se espera a más gente a lo largo de esta semana.

Y es que la romería de Amil ha trascendido mucho más allá del carácter religioso y son muchas las personas que se animan a hacer la ruta acompañando a otras creyentes por el simple hecho de caminar.

El párroco de Amil, Daniel Pérez, aseguró ayer a FARO que a las cuatro de la madrugada ya estaba la entrada del santuario “a tope de peregrinos”, ya que muchos ya habían ido a la verbena y después se acercaron para el primero de los actos religiosos de las 4.30 de la mañana: el santo rosario y la procesión para acompañar a la Virgen con la luz de las velas.

“Cada zona tiene su santuario y este coge una zona muy importante como es la de Pontevedra, Morrazo, Santiago... Hay gente que viene a las misas todo el año”, afirma el sacerdote.

Las misas se sucedieron después a partir de las 6 de la mañana cada hora, celebrándose en el exterior del edificio, hasta que tuvo lugar la misa solemne, oficiada por Santiago Romero, y la gran procesión con las sagradas imágenes: la Virgen de los Milagros y Nuestra Señora de Guadalupe. Tocó la Banda Municipal de Vilanova de Arousa, que interpretó los himnos gallego y español, entre otras piezas.

La procesión contó con el acompañamiento de varios agentes de la Guardia Civil, que velaron por que todo transcurriese sin ningún incidente. Hay que recordar que el fervor de los fieles por la Virgen de los Milagros es tan grande que es habitual que entreguen grandes billetes de euro, que tradicionalmente se cuelgan de su manto, aunque, por razones de seguridad, solo unos pocos se mantienen en esta prenda durante la procesión.

Otra de las tradiciones es pasar por debajo de las imágenes al terminar la procesión o frotar estampitas en el manto de la Virgen o en la imaginería del altar del santuario, un lugar donde se forma una larga cola.

Además, también colaboraron con la seguridad de las personas efectivos de Protección Civil de Moraña y el 061.

La salud es lo primero

Las peticiones a la Virgen de los Milagros de Amil son en un 99% relacionadas con problemas de salud. Y muchas de las personas que un día logran el favor de la santa regresan años posteriores para mostrarle su agradecimiento.

En el exterior del templo ayer se encontraba, entre muchos otros fieles, una pontevedresa, Sofía Iglesias, que acudió acompañada por su madre. Portaba tres exvotos de cuerpos y una vela, por ella misma y su marido e hijos, “para que todos tengamos salud”.

De hecho, los exvotos que más se venden, explica Carlos Rivas, de Bastavales, Brión, uno de los puestos que ofrecen estos artículos a la llegada al santuario, son las figuras de cuerpos, cabezas y piernas, así como las de mascotas, “que se están poniendo de moda”.

Como no puede ser de otro modo en cualquier celebración gallega, en las proximidades de la iglesia se instalan puestos de comida y de venta de dulces. Los asistentes degustaron pulpo, churrasco, churros, rosquillas...

Los actos en honor a la Virgen de los Milagros concluyen con esta gran fiesta, pero esta semana se inician los de Nosa Señora de Guadalupe, cuyo día grande será el próximo domingo, 17 de septiembre, con verbena previa el sábado 16 a cargo de la orquesta Panorama y Disco Gramola Show.

VERDADERO AMOR POR LA VIRGEN DE LOS MILAGROS

A muy buen ritmo, Andrés Juan Hermida y Carla Juan Morro, su hija, se encontraban ayer cogiendo agua a la altura de la fuente de Fontanes a las 12.15 del mediodía; habían salido de casa a las 8.30. La joven, de tan solo once años, se estrenaba en la peregrinación a Amil y decidió hacerlo para acompañar a su padre, que a su vez acudía para rogar por la salud del suyo. “La Virgen de los Milagros siempre ayuda, por eso siempre repito”, afirma Andrés Juan. Padre e hija reconocen que en vista de cómo se desarrolló esta experiencia de caminar juntos se están planteando hacer el Camiño de Santiago.

Fita Menduíña Carballo es de Aldán, Cangas, y siempre que puede acude a la Virgen de los Milagros. Asegura que ella misma tiene problemas de salud, pero que, sobre todo, va para pedir por toda la familia. “Sobre todo por un hijo que tengo embarcado, para que la Virgen calme las tempestades del mar”, afirma. La devota escuchó la misa principal de ayer, a la una de la tarde, en el interior del santuario, donde rogó por los suyos. En la iglesia se formó una gran cola para poder tocar el manto de la Virgen y el altar, donde los creyentes frotaron las clásicas estampitas.

Cuatro mujeres caminaron ayer desde Santa María de Xeve hasta el santuario de los Milagros de Amil. Lo hicieron con todo el fervor para pedir por una de ellas, María José, que está en tratamiento de un cáncer y que en un estupendo estado físico logró completar el recorrido. Todas ellas se emocionan cuando se les preguntan los motivos de su asistencia a la romería, porque los procesos de este tipo desgastan mucho a nivel anímico, pero su ilusión y sus ganas de seguir juntas pueden mucho más que cualquier enfermedad, de eso están muy seguras. La de ayer fue su primera vez peregrinando hasta Amil, pero no hay duda de que por delante les quedan muchas más.

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