La aportación de la construcción al PIB local es la que más sube, un 15%, mientras la industria cae un 45%

El sector servicios, que también crece, es el que más peso tiene en el Producto Interior Bruto de Pontevedra, ya que 76 de cada 100 euros llegan por esta vía | Encabezan la cifra las actividades del ámbito público

Obra de un edificio en construcción a orillas del río Lérez.   // GUSTAVO SANTOS

Obra de un edificio en construcción a orillas del río Lérez. // GUSTAVO SANTOS / Ana López

El empuje de la construcción en Pontevedra es innegable. Tras varios años de caída de la actividad arrastrados por la crisis de 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria, por fin el sector se encuentra en uno de sus mejores momentos. No es el que más aporta al Producto Interior Bruto (PIB) local, pero sí es el que más aumenta su peso, con un crecimiento en este sentido cercano al 15%, en concreto un 14,6%. Esto lo sitúa en el segundo sector con mayor valor añadido bruto en el municipio, desbancando en este lugar a la industria, que, por cierto, es la que más cae, un 45%. Los servicios suben casi un 7%.

Según los últimos datos oficiales del Instituto Galego de Estatística sobre el PIB de los diferentes concellos gallegos, el reparto en el caso del de Pontevedra es muy desigual: el sector servicios se sitúa a la cabeza, aportando un 76% del total, seguido de la construcción, con un 8,6%; la industria, un 6,6%, y el sector primario, un 0,3%. Completan el cien por cien los impuestos netos sobre los productos, que suponen un 8,4%.

En cifras absolutas, de los más de 2.000 millones de euros del PIB de la ciudad, cerca de 1.600 corresponden a los servicios, más de 177 millones a la construcción y alrededor de 136 a la industria. Por su parte, el sector primario aporta 6,3 millones de euros.

No hay que olvidar que el sector servicios en el caso de Pontevedra no solamente son los tradicionales hostelería y comercio, sino que tiene un gran peso el funcionariado: Concello de Pontevedra, Diputación, Xunta de Galicia (incluido Sergas), Subdelegación del Gobierno, Seguridad Social, Justicia, Universidade de Vigo, Brilat...

En cuanto al PIB por habitante, baja hasta los 25.109 euros, frente a los 25.794 del año analizado anteriormente por el IGE, el de 2018.

Resto grandes ciudades

En las seis grandes ciudades gallegas restantes la tendencia es muy similar a la de Pontevedra, siempre con el sector servicios a la cabeza en todas ellas. Donde más es en Ferrol, ya que supone el 81,4% de la aportación del total del PIB local.

Le siguen la capital gallega, Santiago de Compostela, donde los servicios suman el 80,6% del PIB, y A Coruña, con un 80%.

Al nivel de Pontevedra se encuentra Lugo, donde también los servicios representan el 76% y muy cerca se encuentra Ourense, con el 77%.

El caso de Vigo no sorprende, ya que si bien los servicios suponen el porcentaje más bajo de las siete grandes ciudades de la comunidad autónoma, con un 68,4%, sigue siendo igualmente muy importante. Y no sorprende porque este concello es el que cuenta con una industria más potente, que supone el 16,5% de su PIB, más del doble que en Pontevedra (6,6%).

La Boa Vila sí destaca en que cuenta hoy por hoy con el sector de la construcción más potente de las siete grandes urbes gallegas, ya que ninguna alcanza su porcentaje del 8,6%. La que más se acerca es Vigo, con un 6,5%. La que menos es Ferrol, que no llega al 3%.

Por rama de actividad

El informe del Instituto Galego de Estatística también incluye el análisis por comarcas y ramas de actividad. En el caso del área de influencia de Pontevedra, el primer puesto lo ocupan los servicios derivados de los trabajadores públicos, los funcionarios, con más de 900 millones de euros en el total del PIB, que es de 2.729 millones de euros.

Con 621 millones de euros se encuentran las actividades de información, financieras e inmobiliarias, entre otras. El tercer puesto corresponde al comercio, transporte y hostelería, con más de 447 millones de euros en la comarca.

Destacan también la construcción, que supera los 227 millones de euros en el área de influencia pontevedresa, y la industria extractiva y pesada, con 103 millones.

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Los sectores que más complicaciones tienen para encontrar trabajadores cualificados son, actualmente, el de la hostelería y la construcción. En localidades como Sanxenxo, ya se están haciendo entrevistas de cara al verano para contratar empleados para la temporada alta, y muchos de ellos ya se incorporarán la próxima Semana Santa, a principios de abril. Recientemente, en una entrevista con FARO, el presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), Alfonso Martínez Cacheda, reconocía que los establecimientos ya han iniciado la búsqueda, lanzando numerosas ofertas a través de diferentes plataformas. “Es un tema que nos trae de cabeza y que sufren también otros puntos turísticos; no se va a solucionar de la noche a la mañana”, afirmaba. El principal problema con el que se encuentran los aspirantes a los puestos es el acceso a la vivienda, ya que en temporada alta los alquileres se disparan en la villa turística.

Encofradores, jefes de obra...

Por su parte, en la construcción hacen falta profesionales cualificados: encofradores, jefes de obra, albañiles, electricistas, fontaneros y hasta peones. No parece ser un sector atractivo para las nuevas generaciones, por lo que las plantillas están generalmente envejecidas. Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra reconocía también en una entrevista con este periódico tras la pandemia que la fuga más fuerte de personal se produjo tras la crisis de 2008 y nunca se recuperó desde entonces.

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