Seis días y más de 50 testigos y peritos para dictar veredicto por el triple crimen de Valga

José Luis Abet es la segunda persona que se enfrenta desde este lunes en la Audiencia a una pena de prisión permanente revisable

Abet, el acusado del triple asesinato, con camisa a cuadrados.

Abet, el acusado del triple asesinato, con camisa a cuadrados. / N. P.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra tiene ya todo listo para iniciar este lunes el que será el segundo juicio de la historia del tribunal provincial en el que un acusado se sienta en el banquillo para enfrentarse a una posible condena de prisión permanente revisable. Se trata de José Luis Abet, acusado del triple asesinato de su exmujer, Sandra Boquete Jamardo, su excuñada, Alba Boquete, y de María Elena Jamardo Figueroa, madre de ambas, en septiembre de 2019. En el anterior juicio con un acusado de prisión permanente revisable, en este caso en la Sección Cuarta, resultó condenado a esta pena (el primero en toda España) David Oubel, el asesino de sus dos hijas en Moraña.

La vista oral comenzará el lunes. Lo hará después de la formación del Tribunal del Jurado que será el encargado de dictar veredicto en este caso. La elección de los nueve ciudadanos (y suplente) que formarán el jurado comenzará a las diez de la mañana y se calcula que una hora y media más tarde dé comienzo un juicio para el que la Sección Segunda reserva seis jornadas.

En total, está previsto que declaren ante el tribunal en torno a medio centenar de personas entre testigos, guardias civiles (entre ellos los peritos del Departamento de Balística y Criminalística del Instituto Armado), así como psicólogos, forenses y otros especialistas que intervendrán como peritos.

El primero en ser interrogado, si no se acoge a su derecho a no declarar, será el propio José Luis Abet, el mismo lunes.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Abet, el 16 de septiembre de 2019, acudió poco antes de las ocho de la mañana a casa de su exmujer en Valga armado con un revólver con la intención de acabar con la vida de esta. Sabía, indica la acusación, que era a esa hora cuando la mujer salía con los dos hijos que tenían en común hacia el colegio.

Para evitar que huyese, el acusado colocó su vehículo delante de la puerta del garaje y esperó de pie a su lado a que abriera la puerta del coche. En cuanto su mujer se disponía a salir del garaje, según el fiscal, se vio “acorralada y obligada a detener el vehículo”. El acusado se puso a la altura de la ventanilla del conductor y con la pistola que ocultaba en su espalda (sin capacidad de defensa para la víctima) le disparó cuatro veces en la cabeza, pecho y cuello, delante de sus dos hijos que iban en la parte trasera del coche.

Asegura el Ministerio Público que el acusado se marchó inmediatamente del lugar, pero cuando llevaba unos metros recorridos observó que venía de frente el coche conducido por la madre de su exmujer junto a su hija y hermana de la fallecida, quienes se dirigían a toda velocidad al domicilio tras ser avisados por la exmujer de Abet de su presencia en la zona. En ese momento, el acusado decidió acabar con la vida de ambas, dice la Fiscalía, por lo que dio media vuelta, las persiguió hasta el domicilio y, tras recargar el revólver, las sorprendió cuanto trataban de socorrer a Sandra, disparando en cuatro ocasiones a su suegra y otras tres a su hija, matando a ambas en el acto. Todo ello en presencia de sus hijos a los que dijo que esperasen allí hasta que llegase la Guardia Civil.

La Fiscalía solicita que la declaración de uno de los menores se reproduzca a puerta cerrada como prueba preconstituída para evitar su exposición pública y la revictimización del mismo.