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Ence corta la ciudad

Alrededor de 400 trabajadores pararon el tráfico en los accesos a Pontevedra en una movilización sin precedentes | La manifestación, que duró alrededor de cuatro horas, pasó por los edificios de la Xunta, Subdelegación y Concello

Los trabajadores cortaron las carreteras adyacentes a la fábrica con barricadas de neumáticos ardiendo. | // GUSTAVO SANTOS

Eran las ocho de la mañana cuando la ciudad aún despertaba tranquilamente como cualquier día. De pronto una columna de humo empezó a anunciar el caos. Los comités de empresa de Ence decidieron, tras una asamblea a primera hora de la mañana, cortar los principales accesos a Pontevedra. Una movilización que se alargó durante cuatro horas pasando por las principales calles del centro de la ciudad hasta llegar al edificio de la Xunta en Campolongo, la Subdelegación de Gobierno y el Concello. A su paso, dejaron petardos, bombas de humo, contenedores tirados, rollos de papel higiénico y grandes retenciones de tráfico.

Los trabajadores de la fábrica, así como de forestales y empresas auxiliares comenzaron cortando los accesos más cercanos a la pastera. Quemaron neumáticos y maleza para formar barricadas en la autovía de Marín y también la entrada a la ciudad por la N-550, en el nudo de O Pino a la fábrica de la autovía de Marín así como de la AP-9.

Trabajadores de Ence y auxiliares cortan el tráfico en los accesos a Pontevedra

Trabajadores de Ence y auxiliares cortan el tráfico en los accesos a Pontevedra Cedidos

Mientras ardían los neumáticos y divididos en grupos, los trabajadores avanzaron por diferentes carreteras dejando el paso solo a los camiones de madera y desplazamientos por causas sanitarias. Entre pitidos, coches intentando dar vuelta y gente protestando porque llegaba tarde a trabajar, los comités avanzaron para reunirse en la N-550, ya sobre las diez de la mañana.

A su paso, agentes de la Policía Local y Nacional trataban de anticiparse y cortar el tráfico antes de que pasaran los trabajadores.

Camino al edificio de la Xunta en Campolongo se reunieron todos los trabajadores, alrededor de 400, y comenzaron a tirar contenedores para cortar la carretera ante el asombro de conductores y viandantes. Tirando petardos y al grito de “Ence sí, paro no”, se plantaron frente al edificio con pancartas que rezaban: “Aquí resiste la clase obrera”, “Ence no se cierra”, “Polo pan dos nosos fillos, si a Ence”, “Por la defensa de los puestos de trabajo” o “Por la supervivencia del sector forestal gallego”.

Tras un buen rato y exigiendo soluciones así como la permanencia en Lourizán, regresaron por la avenida de María Victoria Moreno y Xeneral Antero Rubin hacia el centro. Una ruta improvisada y con los propios manifestantes decidiendo sobre la marcha el itinerario.

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Trabajadores de Ence y auxiliares cortan el tráfico en los accesos a Pontevedra Cedidas

Junto a ellos, unos vecinos aplaudían y otros abucheaban a la vez que varios autobuses quedaban atrapados entre la manifestación. Los trabajadores sembraban el caos en el tráfico e irrumpieron por las céntricas calles de San Xosé y Marqués de Riestra para llegar a la Subdelegación de Gobierno tirando todos los contenedores que encontraban a su paso.

Allí esperaba un cordón de agente de la Policía Nacional que habían vallado la entrada al edificio. Más petardos, algún amago de asaltar las sillas de los conciertos de Plaza España y un sinfín de lanzamientos de rollos de papel higiénico hacia el edificio. Gritos contra el cierre de la fábrica, pidiendo soluciones y bombas de humo de diferentes colores decidieron poner rumbo al Concello de Pontevedra. Cortando la céntrica calle Michelena.

Frente a la administración hicieron sonar tambores y sirenas al grito de “Peche non”. Allí colocaron un pequeño contenedor metálico en el que tiraban los petardos para amplificar su sonido. De nuevo, volaron los rollos de papel higiénico enganchándose a la fachada del Concello y a la iluminación de las fiestas.

Los cientos de trabajadores continuaron por Michelena hasta llegar a la Plaza de la Peregrina. Allí se hicieron oír por turistas y vecinos al grito de “queremos traballar e non emigrar”. Tras más de tres horas de manifestación pusieron rumbo a Plaza Galicia para regresar por Xeneral Antero Rubín volviendo a tirar los contenedores que habían sido recolocados. Así, continuaron la marcha hasta la fábrica de Lourizán, volviendo alrededor de las 12 horas al punto del que partieron bien temprano.

Contenedores volcados y rollos de papel: la protesta de Ence por las calles de Pontevedra

Contenedores volcados y rollos de papel: la protesta de Ence por las calles de Pontevedra V. Bustamante

Todos unidos

“Hoy es el día. Hoy, todos unidos: fábrica, oficinas, industriales, forestales, transportistas, el sector auxiliar... Todos los que formamos Ence, trabajamos en Ence y para Ence estamos en pie de guerra”, reivindicó en mitad de la manifestación la presidenta del comité de oficinas, Ana Cederia. Asimismo pidió “una solución y la solución parte de que Ence permanezca en Lourizán”.

Cedeira hizo hincapié en que “todos los que estamos aquí queremos seguir trabajando en Ence. Esto es un tema político y a los políticos se lo vamos a dejar bien claro a partir de hoy”, avisó.

Por su parte, el vicepresidente del comité de fábrica, Modesto Graña hizo un llamamiento a los diferentes responsables políticos diciendo que “se deixen das súas vacacións, das súas festas, dos seus balnearios, onde están eses responsables? Aquí non hai ninguén, en esta España non hai políticos, só traballamos e non nos deixan traballar”. Asimismo, el portavoz de los trabajadores de la pastera aseguró que “imos ir a por todos” y sentenció su intervención advirtiendo al PP, PSOE y BNG que la plantilla de Ence “imos ir todos contra vós”.

Los comités justificaron las acciones de protesta a raíz de la sentencia que da la razón al Concello de Pontevedra respecto a la prórroga de la fábrica de Lourizán, “decidimos continuar con las movilizaciones; llevamos año y medio con estas movilizaciones, pero esa sentencia es nuestro viacrucis, por lo tanto, ahora más que nunca, con el tiempo en contra nuestra, con una amenaza de cierre, vamos a salir a la calle más contundentes que nunca”.

En este sentido, Cedeira denunció que “en pocos meses nos pueden parar la fábrica y nos pueden parar la producción debido a esa sentencia si se ejecuta”.

Sin “color político” ante todas las administraciones

Las últimas concentraciones de los trabajadores de Lourizán estaban dirigidas a un organismo concreto. A la Subdelegación por el retraso en la mesa de diálogo o al Concello en el pregón por el recurso interpuesto contra la última prórroga. En esta ocasión, se manifestaron frente al gobierno local, regional y nacional. “Queren politizarnos, a nosa política é a do traballo. Non somos do PP, non somos do PSOE, non somos do bloque, somos traballadores, queremos traballar. É o único obxectivo. Nos metéronnos nisto e teñen que darnos unha solución”, reivindicó en este sentido Graña. Insistió en que el único objetivo de las movilizaciones es que “nos dean unha solución e a solución ten que ser xa”. No saben si esa solución será Lourizán u otra ubicación, pero piden que las administraciones comiencen a trabajar de la mano por el futuro de los trabajadores.

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