Entre ruidosos petardos, bocinas y gritos, la plantilla de Ence anunciaba su entrada en el centro de Pontevedra en el entorno de las 10.45 horas, tras haber colapsado las principales entradas de la ciudad y haberse concentrado frente a la delegación de la Xunta.
La movilización cogió por sorpresa a viandantes y conductores, en parte por la improvisación de los trabajadores en cuanto al itinerario de la marcha, lo que en varias ocasiones no dejó margen de maniobra a los efectivos de la Policía Nacional y Local para cortar el tráfico con antelación. Esto provocó que numerosos vehículos particulares y autobuses se quedaran atascados en importantes retenciones, así como que otros optaran por maniobrar en la calzada para dar la vuelta.
La manifestación hizo su entrada por la Praza de San Xosé, donde numerosos ciudadanos disfrutaban del café de media mañana en los locales de hostelería de la zona. A su paso por el centro, la sociedad pontevedresa reaccionó mostrándose dividida ante el conflicto que tomó las calles de la ciudad. Así, muchas personas no dudaron en aplaudir y dedicar palabras de ánimo a los trabajadores como muestra de apoyo a las reivindicaciones de la plantilla de la fábrica de Lourizán.
La otra cara de la moneda fueron aquellos ciudadanos que mostraron su disconformidad ante las protestas increpando a los trabajadores desde los edificios y gritándoles consignas como “Ence fóra”. Asimismo, otros se vieron visiblemente molestos por las actitudes adoptadas por los trabajadores, ya que los numerosos petardos que echaron durante la práctica totalidad del itinerario asustaron a niños y mascotas presentes en el centro de la ciudad, mientras que otras personas tuvieron que modificar su recorrido ante la imposibilidad de transitar las calles.
Malestar entre la población por los cortes de tráfico
“Gracias Ence, treinta minutos tarde desde Lourizán. Seguid perjudicando a los vecinos de Pontevedra”. “Los trabajadores de Ence perjudicando a los obreros que van a trabajar a estas horas bloqueando las salidas y entradas de Pontevedra. Luego hay que apoyarlos”. “Pontevedra hoxe odiando a Ence máis que nunca”. Estos fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer desde primera hora de la mañana en las redes sociales, que se inundaron con imágenes y advertencias sobre la situación que se estaba viviendo en las entradas a la ciudad, cortadas por las barricadas de los trabajadores de Ence.
Numerosos ciudadanos se quejaron de estar retenidos en los atascos que provocó la plantilla de la pastera con la quema de neumáticos y criticaban que habían llegado tarde a sus puestos de trabajo con una demora de más de media hora, haciendo público su malestar por los cortes de tráfico.