En el arranque del estado de alarma, las parroquias del Arciprestazgo de O Lérez que encabeza el vicario Vicente Cerdeiriña se preparaban para la celebración en los siguientes meses de alrededor de 700 eventos religiosos, a la cabeza bodas y comuniones, que a mayores de su alcance personal o social constituyen un importante motor económico para un amplísimo abanico de empresas y pequeños negocios ligados al sector de eventos.
Por segundo año, el sector ve paralizado lo que se conoce en el argot como BBC (acrónimo de bodas, bautizos y comuniones), la gran temporada en la que se desarrollan más del 70% de los enlaces civiles (los más numerosos) y religiosos y la práctica totalidad de las primeras comuniones, las primeras fiestas que ejercen de motor a partir de este mes de marzo.
En rigor, que ejercían, porque profesionales con más de 7 años de experiencia como Cristina Amorín tienen la agenda paralizada desde hace meses. “No hemos tenido ni una boda ni nada para este año, todo aplazado a 2022”, explica la profesional de Mil y un eventos, y son -por cierto- nuevas demoras que se suman a las acumuladas: prácticamente ningún profesional ha tenido que anotar fecha.
Se entiende mejor si se tiene en cuenta la evolución del sector en los últimos años. Los wedding planners (organizadores de bodas), son una opción cada vez más demandada dada la cada vez mayor sofisticación de estos eventos, hasta el punto de que centros de formación profesional como el CIFP Carlos Oroza implementaron programas específicos para formar a sus alumnos en estas celebraciones.
Música, adornos florales, vestuario de los contrayentes, decoración, obsequios para los invitados, invitaciones, restaurante o luna de miel… todo lo que ya parecía hacer complicada la organización de una boda, se multiplicó en estos años con enlaces temáticos, escenarios para fiestas, música, ambientaciones, photocall… “Mi madre”, bromea un profesional que prefiere no ser identificado, “ahorró para el vestido, y yo he visto a muchas novias estrenar 3 en unas horas”.
Con limitaciones como las de un máximo de 50 comensales, muchos pazos y casas rurales dedicados específicamente a estas celebraciones hacen números: solían exigir más de 90 invitados
Las bodas constituyen un gran evento social. Con limitaciones como las de un máximo de 50 comensales, muchos pazos y casas rurales dedicados específicamente a estas celebraciones hacen números para ver cómo se organizarán, ya que solían exigir por encima de los 90 invitados para que resultase rentable.
La mayoría aplazó hace meses la boda. La presidenta de la Asociación Provincial de Peluquería y Belleza, Beatriz Pintos, recuerda que se trata de celebraciones “que se planifican con años, en 2019 yo tenía 15 bodas cerradas para marzo del año siguiente”. Hoy la agenda está vacía con “solo 9 o 10 anotadas pero con incertidumbre, este mismo mes se suspendió una y la primera la tengo para mayo, pero el novio viene de fuera y no se si se podrá celebrar por las restricciones”.
“Muchos aplazaron pensando en la vacuna y ahora con las nuevas demoras tienen que retrasar de nuevo”.
Es una de las profesionales del sector que explica que “muchos se dieron unos meses de margen pensando en la vacuna y ahora con las nuevas demoras tienen que retrasar de nuevo”.
Se trata de una mala noticia más a añadir en los salones, donde la facturación ha caído alrededor de un 40% en el último año y que habitualmente atendía en estas fechas uno de sus picos de demanda. Muy al contrario, en este 2021 varias peluquerías han decidido cerrar los sábados, “y ni siquiera sabes muy bien como organizar vacaciones, pensando en como puede cambiar la demanda”, indica Beatriz Pintos.
Las primeras comuniones son de las pocas celebraciones con visos de desarrollarse en las próximas semanas. La empresa Mil y un eventos ha presupuestado varias para las siguientes fechas. “Son todas en casas particulares, para entre 20 y 25 personas y con zona de juegos para los niños, ninguna en restaurantes”, indica Cristina Amorín.
"Tenemos novios que han aplazado cuatro veces"
Las primeras celebraciones ligadas a los más pequeños de la casa arrancarán de hecho el próximo fin de semana con los bautizos y comuniones en el Domingo de Ramos.
Aún en plena parálisis, el sector ve el horizonte con optimismo. “Se está generando un tapón en la demanda”, explica en este punto la presidenta de la Asociación Provincial de Peluquería, “y para cuando se pueda atender serán al menos dos años de demanda acumulada. Hay que tener esperanza; y estar preparado, porque después de esperar meses los habrá que te llamen con 15 días de margen”.
Si el sector está desconcertado, entre las parejas que esperan para casarse ante su familia y amigos la incertidumbre es todavía mayor. Rubén Paz, uno de los wedding planners más reconocidos, tenía bodas para el pasado mes y para este marzo “que se van aplazando”, explica, y la siguiente que tiene fijada es para el próximo mayo.
“Tenemos algunos novios que ya han aplazado cuatro veces”, señala el organizador de eventos, que aunque tiene en estos momentos más de 25 bodas en cartera no solo estas celebraciones está en el aire sino que “no podemos coger otras fechas”.
El profesional lamenta que la Xunta “en nuestro sector en ningún caso se pronuncia”. En su caso, con las medidas establecidas para la celebración de eventos solo pudo poner en marcha 3 bodas, ya que se trata de enlaces especiales, habitualmente para más de un centenar de invitados. La empresa se ha especializado en fiestas singulares en las que, por ejemplo, la temática de circo ha inspirado la instalación de una carpa en la plaza de toros, en las que los invitados han podido disfrutar de un carrusel, degustar el catering preparado en food trucks o han pasado la velada en una granja-escuela.
