Los ambulatorios del área sanitaria de Pontevedra comenzaron ayer, al igual que los del resto de Galicia, a suministrar la vacuna contra la gripe estacional. Desde la Consellería de Sanidade apuntan que, "ao igual que ocurriu cando a gripe aviar, coa alarma da Gripe A se agarda un maior número de vacinacións, aínda que sea alleo a esta campaña". La campaña, que se desarrollará durante las próximas siete semanas tiene como objetivo tratar al menos al 65% de la población con más de 65 años. Su inicio se ha adelantado con respecto a otros años, precisamente, para hacerla compatible con una probable vacunación para prevenir la también conocida como Nueva Gripe.

Al margen de las peculiaridades de esta campaña, sobre todo por la presencia del nuevo virus, las similitudes con las anteriores son mayoría. De este modo, se recomienda que, además de las personas que superen esa edad, también acudan a su centro de salud para vacunarse los grupos de riesgo. Entre ellos, enfermos crónicos o con patologías metabólicos. Asimismo, las autoridades sanitarias aconsejan que también se inmunicen aquellos profesionales en contacto directo con los anteriores, tales como sanitarios o personal de residencias geriátricas, y los integrantes de los cuerpos de seguridad.

La titular de la xefatura do servizo provincial de Alertas Epidemiolóxicas, María José Faraldo, indica que "aínda que a vacina contra a gripe estacional inclúe tres tipos de virus dos que ningún é o da gripe A, pénsase que o número de persoas que a soliciten vai aumentar". Por ello aconseja que "a xente acuda non só durante os primeiros días, xa que a campaña exténdese ao longo de sete semanas", con lo que se pretende evitar una afluencia excesiva en su inicio, como sí ocurrió con anterioridad. En cualquier caso recuerda que el objetivo de estas dosis es el de "diminuir o número de casos e de complicacións" entre los grupos de edad a las que van dirigidas.

Precisamente por la relevancia que este año han cobrado los procesos gripales la consecución de ese 65% parece más sencilla. El año pasado en la ciudad de Pontevedra se vacunaron el 63,2% de los mayores de 65 años, mientras que en el conjunto de los municipios que forman el área sanitaria de la capital esa tasa se redujo hasta el 52,5%. Un dato inferior a la media de toda la comunidad, que en 2008 llegó al 58%.

Por otro lado, Faraldo apunta que todos aquellos que reciban este tratamiento preventivo también deberían sumarse al del la Gripe A cuando éste se ponga en marcha, algo para lo que aún no hay fecha concreta. No obstante, se estima que esa campaña se ponga en marcha poco después de que concluya la actual, a mediados de noviembre.

La campaña estrena este año un sistema informático que permitirá conocer con mayor concreción el número de ciudadanos que se vacunaron. El registro electrónico, según consideran desde Sanidade, ayudará a que los datos sean más positivos, puesto que se tiene constancia de que el sistema de recuento disponible hasta la fecha dejaba sin contar un número considerable de vacunados.