ENTREVISTA

Castor Vázquez: “La Comisaría de Ourense fue una idea revolucionaria para la época y perdura de una forma bestial”

El comisario jefe de Ourense es uno de los últimos que opositó desde Ourense al Cuerpo Superior (1983-1985) | Destaca, en el 40 aniversario de la Comisaría, el “espacio” del edificio para adaptar las nuevas necesidades operativas 

El comisario jefe de Ourense,
Cástor Vázquez.   | // IÑAKI OSORIO

El comisario jefe de Ourense, Cástor Vázquez. | // IÑAKI OSORIO / A.g.Tesouro

Tras la jubilación del comisario jefe Juan Carlos Blázquez, el ourensano Cástor Vázquez tomó posesión del puesto el 28 de diciembre del año pasado, renunciando a su cargo como comisario jefe de la Comisaría de Santiago de Compostela.

El actual comisario jefe de Ourense tiene una larga trayectoria en el ámbito policial en Galicia destacando su participación en la instrucción del accidente del Alvia en Angrois o en la recuperación del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago de Compostela.

Consiguió superar la promoción de 1983-1985 del Cuerpo Superior y en 1986 vive la paulatina fusión de dicho cuerpo con la Policía Nacional (después de la aprobación de la Ley Orgánica de 1986), para estructurar solamente una Policía Nacional en España. En su despacho guarda la orla de aquella promoción, así como las boinas de los diferentes cuerpos que transicionaron hasta la actual Policía Nacional. Vuelve a Ourense destacando las bondades de una comisaría, que cumple 40 años desde su inauguración, que se adapta a los nuevos tiempos con una infraestructura que les permite un trabajo dinámico y en permanente evolución gracias a la disposición del espacio, así como a unas instalaciones que perduran en el tiempo.

"Soy el último de esta provincia que opositó en una academia de esta provincia para el Cuerpo Superior"

–Fue de la promoción del año 1983 al 1985 del Cuerpo Superior, ¿cambiaron muchas cosas en la Policía?

–Esa promoción (indica un cuadro que tiene colgado en el despacho donde se ven las caras de los agentes que superaron aquella promoción) es del Cuerpo Superior de Policía. En aquel momento, hay que recordar que existían dos cuerpos en el ámbito policial como era el Cuerpo Superior y la Policía Nacional. Era una promoción, la del Cuerpo Superior, en la que estabas 27 meses haciendo tres cursos lectivos para alcanzar la categoría de inspector tras haber superado la oposición, terminabas como inspector de tercera. Además, soy el último de esta provincia que opositó en una academia de esta provincia para aquel cuerpo.

–De aquella promoción, año en el que se creó el actual edificio de la comisaría de Ourense (1984) al 2024. ¿Qué diferencias destacaría en el cuerpo?

–Uff... de la noche al día. Aquel era un cuerpo eminentemente de investigación, un cuerpo exclusivo para la investigación, casi dominamos el área de policía judicial, el área de información y el área de policía científica, junto con la documentación de españoles y los pocos extranjeros que había. Hoy en día estamos hablando de un Cuerpo más dimensionado, con varias áreas de influencia. Ahora, cualquier policía tiene la posibilidad de llegar a comisario, de aquella no. De aquellas partías de la base, por ejemplo en el Cuerpo Superior, de inspector hacia arriba y ahora no, hay muchos compañeros que se iniciaron en la escasa básica y son comisarios.

–Y la tecnología...

–No no, no solamente en ese aspecto, en todo. Somos un Cuerpo adaptado a la sociedad, somos un Cuerpo inmiscuido en la sociedad, lo que le pasa a la sociedad le pasa a la Policía Nacional. Con lo cual, las modificaciones fueron bestiales. En aquella época se trabajaba con una máquina de escribir y ahora tenemos ordenadores, tablets y aparatos digitales que cumplen diferentes funciones. Por ejemplo, yo tengo tal accesibilidad al sistema de información que son muy grandes. Hoy es muy grande el trabajo en el aspecto tecnológico y también se han modificado los materiales de los que disponemos como los coches para hacer nuestro trabajo que antes no teníamos. U otra cosa, como pueden ser los chalecos, de entrada yo no tenía chaleco, salvo alguna vez, teníamos que repartir el chaleco. Hoy en día es impensable salir a una actuación sin chaleco, sin embargo, en mi época lo normal ir sin chaleco. Muchos compañeros que sufrieron atentados podrían haber sobrevivido si hubieran llevado el chaleco.

"La gestión económica de esta comisaría trabaja para darle un plus y darle un valor añadido enorme y eso se nota"

–Todos los agentes (después de una visita que hizo FARO por la Comisaría) nos han dicho que esta es la mejor comisaría de España. ¿Por qué?

–Le llamo el cascarón, es espectacular. Nace, ya siendo la mejor comisaría en el año 1984, donde había un cuartel para la Policía Nacional y una comisaría para el Cuerpo Superior, estaban en un mismo edificio y eso fue una idea revolucionaria en su momento. Pero si a eso le unimos los materiales utilizados y el mecanismo de construcción son los que han permitido que perdurara de una forma bestial a lo largo del tiempo. Y si a eso le añadimos que todos los comisarios que han estado aquí se han dedicado a mantener lo que significa esta comisaría y a darle un plus, estamos hablando de los elementos que hacen de esta una de las mejores comisarías. Concretamente, el último tuvo una dimensión en el aspecto de la eficiencia energética del edificio, estableciendo mecanismos para que esta comisaría sea un lugar muy agradable para trabajar. La gestión económica de esta comisaría trabaja para darle un plus y darle un valor añadido enorme y eso se nota.

–También desde la adaptación a las necesidades operativas, por lo que hemos visto.

–- Es cierto, pero partimos de algo que teníamos que es espacio, muy importante. […] Eso nos ha permitido generar lugares de trabajo con eficacia y eficiencia para los labores que desarrollamos en la comisaría en el día a día y también con los nuevos retos a los que nos hemos enfrentado a lo largo del tiempo.

–Los agentes son, la gran mayoría jóvenes, ¿cómo se ha renovado el cuerpo?

– Como el edificio, el cuerpo también se ha adaptado muy bien a la sociedad que vivimos. Es un cuerpo dinámico, todos nos hemos adaptado. Los agentes somos personas que nos adaptamos con mucha facilidad. Es muy fácil encontrar a una persona que ha trabajado mucho tiempo en Seguridad Ciudadana, que se cambie de destino y se adapte con facilidad a las nuevas funciones. Pruebas de ello sobran. […] No hay un anquilosamiento en las infraestructuras, el policía nacional de por sí es una persona y un funcionario que se adapta muy bien a nuevas funciones, evidentemente habrá excepciones como en todo, pero es así. De hecho, nuestro cuerpo se define como el mejor que se ha adaptado a las circunstancias que nos han llegado, otros no han tenido esa facilidad para el cambio porque viven en una estructura más encuadrada en el pasado.

"Nuestro cuerpo se define como el mejor que se ha adaptado a las circunstancias que nos han llegado"

–Después de todas las bondades de las que hemos hablado, ¿qué le falta a la comisaría?

–Pues siempre tenemos deficiencias, a pesar de que se ha mejorado y tenemos materiales excelentes para desempeñar nuestras funciones. Siempre tenemos necesidades. ¿Qué nos falta? Pues quizás tener más formación o por ejemplo satisfacer las necesidades de las personas que están aquí. Porque por muy bueno que sea el cascarón si las personas que están dentro no tienen satisfechas sus necesidades, no hacemos nada. Todo el personal de todas las administraciones o empresas tienen necesidades. Por ejemplo aquí, se quiere equiparar la economía a otros operadores de seguridad. Miras al exterior y otros tienen unos recursos económicos mayores a nivel individual de los que tenemos nosotros. Queremos ser todos iguales, o los mismos derechos a la hora de las jubilaciones y eso lo intentan verbalizar los sindicatos al exterior y llevarlo a cabo. ¿Qué nos hace falta como institución? Pues lo que decía cuanto mejor formados estemos mejor, porque es vital. Nos falta quizás que la adaptación, a nivel tecnológico por ejemplo, sea al mismo nivel que está llevando la sociedad, a veces vamos un poco hacia atrás. Porque ejemplo en la investigación de los delitos tecnológicos necesitamos recursos y estos a lo mejor de un año para otro cambian…

–Ahora tienen una nueva unidad específica para esos delitos.

–Sí, correcto. Los delitos tecnológicos y económicos tienen que ir de la mano. Una de las mayores sangrías que tenemos son los delitos telemáticos, digamos que el crimen organizado se va enfocando a aquello que le genera más rentabilidad y en estos momentos ese ámbito lo es. Los delitos económicos subyacen como delitos de los tecnológicos entonces los recursos que necesitábamos para investigar necesitan estar ensamblados unos con otros.

"Este aniversario lo voy a enfocar con una mirada profunda al pasado"

–¿Cómo va a recordar este 40 aniversario?

–Pues mirando el pasado. Si no miramos al pasado no podemos mirar al futuro. Este aniversario lo voy a enfocar con una mirada profunda al pasado. Porque de aquellos polvos tenemos estos lodos, para lo bueno y para lo malo. Y es necesario fijarse en lo malo que se ha hecho, en las deficiencias o en los defectos que hemos tenido, para que eso sean oportunidades de cara al futuro. No verlo como una amenaza, porque somos una organización muy sólida, pero tenemos que mirar mucho al pasado.

–Concretamente, ¿se refiere a algo?

–No, no, a todo lo que significa el pasado. No me refería a nada en concreto, no, no. Si miramos a cada una de las unidades, cada una de ellas tendrá un defecto en el pasado. Nuestra estrategia se basa en ser mejor de lo que hemos sido en el pasado, si miramos el pasado mejoraremos el presente y el futuro.

–¿Cómo era la figura del comisario en la década de los 80 y ahora en la actualidad?

–Pues muy diferente. Por ejemplo, yo no accedía al despacho de un comisario antes y ahora mi puerta está abierta para todo el funcionariado. Se ha liberalizado la figura del comisario, antes era un alto jerarca, muy poco accesible con una posición de dominio bestial y para acceder a él tenías que ir petando en varias puertas. Hoy en día mi puerta está abierta.

–En el ámbito personal, ¿cómo se ve aquel agente del 84 al comisario de hoy en día?

–Nunca había pensado llegar a donde estoy. Pensaba llegar de inspector, por circunstancias de la vida no llegué porque estaba en Cataluña y las plazas de aquí eran muy caras. Ourense es un promotor de funcionarios y opositores y eso condiciona, al fin y al cabo. No hubiera pensado llegar a comisario, hasta que hacer un par de años se me dio esa posibilidad.

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