El desplome del muro del patio de Cardenal Cisneros obliga a desalojar a los alumnos

El colegio se inundó por la rotura de una tubería | No hubo heridos | Una mujer de avanzada edad y movilidad reducida tuvo que ser evacuada aunque resultó ilesa

Efectivos de Bomberos, Policía Local y Protección Civil participaron en las labores de rescate de una mujer atrapad. // BRAIS LORENZO

Efectivos de Bomberos, Policía Local y Protección Civil participaron en las labores de rescate de una mujer atrapad. // BRAIS LORENZO / BRAIS LORENZO

Edith Filgueira

El alumnado y profesorado del colegio Cardenal Cisneros –ubicado en la calle Emilia Pardo Bazán– tuvieron que ser desalojados de emergencia ayer por la tarde al sufrir el centro una fuerte inundación y el desplome de un muro del patio exterior de más de tres metros de altitud y 20 de largo. Todo sucedió pocos minutos después de las 16.00 horas y la rápida actuación de los docentes hizo que se quedase en un enorme susto sin tener que lamentar heridos.

“Acabábamos de entrar a clase y vimos por la ventana que estaba cayendo mucha agua entre las grietas de la pared así que avisamos a nuestros profesores y nos dijeron que saliésemos rápidamente. Mientras estábamos bajando de clase escuchamos un fuerte estruendo y vimos que el muro se había venido a bajo”, explicaba uno de los estudiantes de este colegio del centro de la ciudad.

Exterior del centro, una hora después de lo ocurrido, con agua aun saliendo del mismo.

Exterior del centro, una hora después de lo ocurrido, con agua aun saliendo del mismo. / FERNANDO CASANOVA

“Al principio creo que los profesores estaban averiguando qué ocurría porque nadie entendía de dónde procedía tanta agua. Pero subió corriendo una profesora y dijo que empezásemos a evacuar porque la planta baja se estaba inundando”, recordaba otra compañera que cursa la ESO en el centro. “A algunos nos dieron teléfonos móviles para que fuésemos llamando a nuestros padres y que volvieran a buscarnos”, añadía.

Un amplio dispositivo se desplazó hasta la calle Emilia Pardo Bazán, cortada al tráfico. |   // F. CASANOVA

Un amplio dispositivo se desplazó hasta la calle Emilia Pardo Bazán, cortada al tráfico. // F. CASANOVA / Edith Filgueira

Dos camiones de bomberos y varios efectivos de la Policía Local y Protección Civil intervinieron en las labores de evacuación de una mujer que quedó incomunicada, aunque resultó ilesa. También trabajaron durante cuatro horas para la adecuación de la zona.

Según diversas fuentes de información, al cierre de esta edición, el reventón de una tubería hizo que una ingente cantidad de agua se acumulase junto a la pared, lo que terminó provocando la rotura de varios kilos de hormigón.

Imagen del interior del centro educativo tras la inundación.

Imagen del interior del centro educativo tras la inundación. / BRAIS LORENZO

Minutos antes había niños y profesores en el patio

Además del patio, también se inundó la parte baja del colegio –que tiene cuatro alturas–. “Menos mal que están todos sanos y salvos”, agradecía Elisa Abad, docente en el centro. “Al entrar ya vimos que se colaba algo de agua entre las piedras del muro, pero como había llovido pensamos que sería de eso, aunque nunca había pasado nada similar, ni por asomo”, aclaraba aun con la voz entrecortada una hora después de lo acaecido. “Hubo incluso algunos profesores que estuvieron achicando agua al principio”.

El suceso pudo ser mucho más grave teniendo en cuenta que escasos minutos previos a lo ocurrido había varios niños jugando en el patio en el que se desplomó el muro.

Momento en el que evacuaron a la vecina anciana.

Momento en el que evacuaron a la vecina anciana y restos del muro desplomado. / BRAIS LORENZO

En el recuerdo, el joven fallecido hace unos meses en un instituto

Una hora después de lo sucedido todavía continuaba descendiendo –las instalaciones están situadas en una zona de pendiente– una riada de agua que niños y padres observaban aun con el susto en el cuerpo. También los viandantes que pasaban por el lugar se mostraban preocupados ante el trasiego de vehículos de emergencias y el sonido de las sirenas.

En la mente de todos estaba presente la desgracia acontecida el pasado mes de octubre, en el instituto Julio Prieto Nespereira, cuando un muro en mal estado –del vestuario masculino del pabellón– se vino abajo y ocasionó la muerte de un adolescente. En aquella ocasión otro de los alumnos del centro público fue socorrido por los servicios de emergencia al presentar heridas de consideración en un tobillo.