El Fareleiro viste de blanco el Entroido de Xinzo

La Praza Maior de Xinzo fue escenario de la batalla de harina. |   // FERNANDO CASANOVA

La Praza Maior de Xinzo fue escenario de la batalla de harina. | // FERNANDO CASANOVA / S. DE LA FUENTE

Xinzo se tiñó de blanco este domingo con la celebración del Fareleiro, la tradicional batalla de harina que marca el inicio del Entroido en la capital de la pantalla. Este personaje no hará su primera aparición hasta el Domingo Corredoiro, pero en la villa limiana ya se vive con entusiasmo y derroche de imaginación la época más esperada del año.

De hecho, el reloj de la Praza de Carlos Casares que inicia la cuenta atrás para una nueva edición al finalizar el Domingo de Piñata llegó a 0.00 la medianoche del sábado y en ese momento se lanzó el petardazo que marca el inicio de un nuevo ciclo. “Esto es una novedad que se incorporó hace unos años como una quedada de los más entroideiros, pero ha ido creciendo y se ha convertido en una macrofiesta con miles de personas”, señala Elvira Lama, alcaldesa de Xinzo, que no oculta su pasión por esta fiesta. “Para los que lo vivimos, el Entroido es sentimiento”, dice.

Un grupo de amigos cubiertos de harina. |   // FERNANDO CASANOVA

Un grupo de amigos cubiertos de harina. | // FERNANDO CASANOVA / S. DE LA FUENTE

El tiempo acompañó y el domingo, aunque frío, lució el sol y un cielo despejado. Limianos y foráneos acudieron preparados a la cita, con ropa vieja, fundas, epis y gafas de buceo para meterse de lleno en la batalla de harina que se libró en la Praza Maior.

El programa marcaba el inicio a las 17.00 horas, pero ya por la mañana, los más entusiastas bajaron con munición para ir entrando en ambiente, animados por grupos de gaiteiros.

El pasado año Xinzo celebró un Entroido más contenido, sin desfiles ni verbenas, marcado por las limitaciones de la pandemia, pero en esta ocasión, vuelve a vivirse sin restricciones.

El Domingo Fareleiro es una fiesta intergeneracional en la que niños y mayores combaten sin piedad hasta quedar completamente blancos. Para la siguiente cita, Domingo Oleiro, se programan juegos separados para niños y adultos en la Praza Maior.

Suscríbete para seguir leyendo