El sector primario da por perdido el cereal de invierno tras las abundantes lluvias

Se une a la reducción del 70% en secano y del 30% en regadío del verano

Carlos Rivas, en una de sus explotaciones de cereal “quemado”, durante el verano de 2022. |   // IÑAKI OSORIO

Carlos Rivas, en una de sus explotaciones de cereal “quemado”, durante el verano de 2022. | // IÑAKI OSORIO / A.G.T.

“Las circunstancias eran propicias para el cereal de invierno, pero con las lluvias que tuvimos, vamos a tener que dar por perdida la producción de este tipo de cereal”. Son las palabras de la presidenta de la Asociación de Empresarios, Gandeiros e Agricultores de A Limia, Maite Joga, después de sufrir los últimos escollos del temporal de la semana pasada, con intensas lluvias que provocaron 16 litros/metro cuadrado. Y, para más inri, las frías heladas llegadas durante los últimos días con temperaturas mínimas inferiores a los -4º no hacen mejorar la situación en el campo.

La presidenta del sector primario en la comarca de A Limia, la zonde de mayor producción de cereal de Galicia, explica que “es totalmente imposible hacer una valoración de los gastos que nos ha supuesto, porque a la pérdida de la producción del cereal hay que sumarle todos los gastos derivados de la producción del producto y eso son muchos costes. Por el contrario, los beneficios que se pueden generar son ajustados, así que este golpe meteorológico no nos vino nada bien”.

El cereal de invierno, corresponde a una variedad de trigo que tiene un ciclo de desarrollo y evolución más largo, que el resto. Y sobre la colza, que tuvo una gran aceptación en la comarca, dice que “no sabemos como le va a afectar estas inundaciones que hemos tenido en nuestras tierras, está siendo un poco experimental, así que no lo podemos predecir”.

Del calor extremo al agua intensa

Estas pérdidas se suman a las sufridas durante el pasado verano por las olas de calor intensas que asolaron Ourense y que en el cereal de secano provocaran que las pérdidas fueran de, en el peor de los casos, el 70%. La radiación solar quemó una gran parte de la cosecha de secano y en la de regadío las pérdidas también llegaban hasta el 30% en muchas de las explotaciones agrarias de la comarca. Una situación nada fácil para los productores que ven como en escasos seis meses pasaron del calor extremo a las lluvias intensas, que anegaron sus tierras. Los extremos no son buenos y en el cambio climático, tampoco como decía el investigador del grupo EPhyslab, Juan Añel en una entrevista en FARO. La pasada campaña los productores de patata de la comarca de A Limia cifraron en un 30% de pérdidas en sus productos, principalmente derivado de la sequía. La situación de escasez de recursos hídricos provocó que nacieran menos tubérculos y los que nacieron lo hicieron en un tamaño medio menor al de los últimos años.

Maite Joga comenta que “los golpes de calor que sufrimos y los episodios extremos afectaron a la producción del año pasado de la patata, eso provocó que los tubérculos no cumplieran unos estándares mínimos y el beneficio de los productores fue bajo”. Y sobre las previsiones que tienen de este año dice que “todavía no es época de la siembre de la patata y calculamos que será a finales de abril o principio de mayo cuando se empiece a sembrar”. No son solo las repercusiones derivadas del cambio climático, sino también todos los costes de producción derivados de la falta de materias primas, la invasión rusa en Ucrania y el escenario de inflación que sufren.

“Los costes durante el pasado año se llegaron a triplicar, en la mayoría de los casos, pero también a cuadriplicar y quintuplicar en otros casos y eso el productor lo está sufriendo y supone unas pérdidas importantes”, dice la presidenta de Adegal. Y añade que “veremos qué pasa en los próximos meses”.

Zona vulnerable

El Gobierno gallego tiene de plazo hasta 2025 para hacer que A Limia sea declarada una zona vulnerable derivada de la contaminación de sus aguas (altos niveles de nitratos y fosfatos). Tras la publicación del mapa de aguas afectadas, por el Ministerio de Transición Ecológica la Xunta de Galicia presentó varias alegaciones para intentar aplazar esa declaración. En concreto el Ministerio señala las aguas superficiales del río Limia, el río Nocedo (Xinzo) y también en el canal de la Lagoa en el municipio de Vilar de Santos. Además también se determina que las aguas subterráneas de San Pedro de Laroá y de Cardeita y dos puntos en el embalse de As Conchas también tienen altos niveles de contaminación.

Sobre este limbo que vive la comarca ante la más que probable declaración de zona vulnerable, desde Adegal comentan que “puede suponer limitaciones importantes a la hora de producir, a las extensiones por cultivar, a la forma de cultivar y más cuestiones. Nosotros pedimos ser escuchados porque parece que el legislador no bajan a la tierra y nosotros somos los más interesados en cuidarla, por eso pedimos que no se limiten a hacer normativas de despacho y que nos dejan explicarnos y que conozcan nuestras posturas”.

Cada vez los costes de producción son más altos aunque según las últimas estadísticas es que los precios se están moderando, pero siguen siendo altos. El cambio climático ya es un problema más que seca el campo y queda saber cómo y en base a qué criterios se declara A Limia como zona vulnerable. El año 2023 se presenta con muchas incertezas en el sector primario.

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