El paso de las tormentas alivió la caótica situación —una más en este verano infernal— que los incendios forestales provocaron ayer en la provincia de Ourense. Las lluvias ayudar a rebajar la intensidad de las llamas en los frentes del Macizo central y de Valdeorras. En cambio, en O Irixo, no tuvieron esa suerte. Ese foco creció en las últimas horas hasta las 680 hectáreas arrasadas. Asimismo, los incendios de Laza y de Chandrexa de Queixa se han unido en un único fuego y la superficie arrasada asciende ya a 2.100 hectáreas en la zona.

Fue durante la madrugada cuando se vivieron las peores horas en la aldea de Trabazón, a un par de kilómetros del parque nacional de la Serra da Canda. Allí se pudo salvar la única casa habitada, por una familia de tres o cuatro miembros, pero varias vacías ardieron. "Por momentos viñan refachos de vento que metían medo; pero eran puntuais, non continuos", explica José, uno de los vecinos que se quedó toda la noche para echar una mano a los brigadas de extinción.

"Aquí non choveu nada. Sorte que había un punto de auga na aldea e que os camións traían bastante tamén", comenta aún, con el gesto de alivio del que se temió lo peor.

Su madre, Dorinda, fue desalojada. "A min non me deixar quedar, tiven que marchar a media tarde", apunta. Resume con angustia la sensación de estar fuera de tu casa mientras las llamas estaban a escasos metros: "A noite foi moi triste".

Balance

Este fuego comenzó a las 12.30 horas de ayer en la parroquia de San Cosmede de Cusancao y también afecta a Dozón (Pontevedra). Ha arrasado 680 hectáreas, según la estimación realizada por la Xunta alrededor de las 13.00. La complicada situación de toda la comarca, con peligro para varios núcleos, obligó a activar la situación 2 en todo el distrito Arenteiro-O Ribeiro, una medida inhabitual que a última hora de esta tarde se ha desactivado al no existir ya riesgo para los núcleos poblacionales.

En la zona, en Boborás y en O Carballiño, también se iniciaron varios focos, que ahora la Consellería de Medio Rural considera un solo incendio y que mantuvo cortada la circulación de trenes entre Ourense y Santiago. Ha quemado 120 hectáreas, aunque "evoluciona favorablemente", según la última información disponible.

Sin embargo, el más grande en cuanto a dimensiones es el de Laza, en Camba, cuyas llamas ya se han juntado con el incendio que permanecía activo en Chandrexa de Queixa. Así lo informaba hace escasos minutos la Xunta de Galicia, que en el último parte de la consellería de Medio Rural apuntaba que la superficie arrasada por ambos fuegos ya suman un total de 2.100 hectáreas estimadas.

Inicialmente, estos incendios se había declarado por separado y el último balance de Medio Rural hace escasas horas era de 1.350 hectáreas arrasadas en Laza y unas 200 en Chandrexa de Queixa. Estos dos focos entraron en el parque natural de O Invernadeiro, zona que ya ardió hace un mes, y actualmente continúan avanzando sin control. En todo caso, y aunque el fuego permanece activo, el departamento autonómico incide en que la situación evoluciona favorablemente hacia su estabilización.

Debido a su proximidad a pueblos, la Xunta decretó ayer la situación 2 por la proximidad de las llamas al núcleo de población de Taboazas. Pero esta ha quedado desactivada al desaparecer el riesgo.

Por otra parte, Medio Rural ha notificado que el incendio en el concello de Vilariño de Conso, concretamente en la parroquia de Sabuguidoy que está afectando al parque natural de O Invernadeiro ya ha sido estabilizado y controlado. Asimismo, el fuego que permanecía activo en la parroquia de Casaio, en Carballeda de Valdeorras, también ha sido estabilizado.

Incendio forestal en San Xoán de Río, ya estabilizado. FdV

Nuevos fuegos

Las llamas continúan sin dar tregua a la provincia de Ourense, ya que mientras algunos fuegos son controlados, continúan sucediéndose nuevos focos en puntos distintos. El último del que se tiene constancia es el registrado en en el concello de San Xoán de Río, que ya supera las 20 hectáreas. En concreto, el fuego se ha originado y está afectando a la parroquia de Vilardá.