La catástrofe ambiental del Invernadeiro

El fuego arrasa un paraje de gran valor en fauna y flora en el 25 aniversario de su declaración como parque natural | La Xunta, titular desde 1984, no precisa el daño en hectáreas | La BRIF calcula que se han quemado dos tercios y la alcaldesa de Vilariño, más de la mitad

El avance del fuego en el Invernadeiro durante la noche del jueves.

El avance del fuego en el Invernadeiro durante la noche del jueves. / BRAIS LORENZO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

En el corazón de la provincia de Ourense, en el sur del Macizo Central, vivían en equilibrio, en un hogar como un Edén, ciervos, cabras montesas, corzos, lobos y águilas reales. En los valles de los ríos Ribeira Grande y Ribeira Pequena crecían especies vegetales como el brezo, los acebos y los robles. Es un hábitat único en grave peligro, un paisaje pasto del fuego.

El incendio originado el viernes pasado por un rayo en la parroquia de Pradoalbar, en el municipio de Vilariño de Conso, ha calcinado más de 5.800 hectáreas en la zona. Permanece activo. El difícil acceso, la falta de pistas y una orografía tan bella como escarpada complican la extinción.

Este viernes por la tarde se intensificó el envío de medios, con las brigadas helitransportadas de A Merca y Xurés, la BRIF de Laza, hidroaviones Foca y seis aviones, dos de ellos de Zamora. Es un incendio extremo, que se comporta con mucha virulencia.

La Xunta reconoce la afectación en el parque pero no precisa cuánta superficie quemada corresponde al Invernadeiro, del que es titular desde 1984 y de cuya declaración como parque natural se han cumplido 25 años.

"El fuego nos cercó por todos lados”, dice la alcaldesa

En la BRIF de Laza –sus bomberos forestales suman días de lucha contra las llamas en esta montaña, soportando una elevada densidad de humo– calculan que el megaincendio ha arrasado “dos terceras partes” del paraje, que se extiende por un total de 5.722 hectáreas.

La alcaldesa de Vilariño, Melisa Macía, asume que, como mínimo, ha ardido “más de la mitad”. El fuego “nos cercó por todos lados”, asegura la regidora.

“Los pájaros están desorientados, afectados por el humo. El daño a la fauna es grande”

Es un parque natural sin habitar, una reserva para la naturaleza en libertad, que sufre, que muere bajo las fauces del fuego. “Hace unos días, un corzo que escapaba de las llamas se encontró con nosotros, se asustó y se dirigió al lado contrario”, relatan en la BRIF de Laza. “Los pájaros están desorientados, afectados por el humo. El daño a la fauna es grande”, lamentan.

Suscríbete para seguir leyendo