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Despedidas posnavideñas en alta velocidad

Ourense ve partir a estudiantes y trabajadores tras las fiestas: “Somos tierra de emigrados”

Las despedidas se prolongaron hasta el andén. BRAIS LORENZO

La vuelta a casa por Navidad fue más rápida, también el viaje de partida a Madrid y a otras ciudades con una mayor oferta de empleo y estudios. La alta velocidad conecta en un tiempo más reducido el retorno y la salida, mientras que la hora de los adioses son minutos que se quieren retener para siempre pero que se escapan, abrazos larguísimos y sentidos en el vestíbulo y el andén.

Este fin de semana, Ourense ve cómo centenares de estudiantes y de trabajadores dejan la provincia después de las fiestas. La puesta en servicio de la línea de alta velocidad, el pasado 21 de diciembre, ha acortado los trayectos y permite, sobre todo para quienes residen en la capital de España, volver a la casa familiar con una mayor asiduidad. En 2 horas y 15 minutos en los trenes AVE –dos ayer, solo uno hoy en el sentido Galicia-Madrid–, en 2 horas y 40-50 minutos en Alvia.

Las imágenes del adiós tras la Navidad en la estación intermodal de Ourense retratan la realidad emigrante de una provincia envejecida y en seria crisis demográfica –tiene áreas con algunos de los mayores índices de envejecimiento de toda Europa– que, justo antes de la llegada del tren del siglo XXI, seguía perdiendo habitantes a un ritmo mensual de 180 habitantes, por debajo de los 305.000.

Una despedida en el vestíbulo de la estación de Ourense. BRAIS LORENZO

“Hay mucha gente que está fuera y Ourense, a partir de estos días, se quedará más vacía, sobre todo de estudiantes y jóvenes”, compartía desde el andén Fernando Alañón. Su hija Paloma regresó en tren a Córdoba, por Madrid, tras llegar a casa en víspera de Fin de Año. El lunes retoma su trabajo como médica residente de la especialidad de digestivo.

Salió en el Alvia de las 11 de la mañana de la estación de Ourense y llegó a Córdoba a primera hora de la tarde. “En cuanto esté listo el tramo de Chamartín, la conexión con otros puntos de España será todavía más rápida. Con la línea de alta velocidad ir y venir es mucho más fácil”, valora el padre.

Tania y Yago, pareja de 23 y 26 años, aprovecharon el tren de mediodía para llegar a la capital de España en poco más de dos horas y media. Además de disfrutar de algún rato de ocio, el propósito de su viaje es comprar un coche. Volverán en él, aunque la chica admite que, para los desplazamientos desde Ourense a Madrid, el tren ahora es más competitivo. “Es una ventaja muy grande”, subraya.

Los abrazos se alargaron hasta el andén. BRAIS LORENZO

A Paco y María José, matrimonio, se les fue ayer su hija, una doctora en Física que trabaja en Barcelona en una empresa de informática. Pasó la Navidad en casa, desde el 23 de diciembre. Con anterioridad, hasta el pasado verano había transcurrido año y medio desde la última vez que pudieron reunirse. “Somos tierra de emigrados, aquí no hay trabajo”, lamenta la madre.

Tras llegar en Alvia a Chamartín, la hija tuvo que coger un cercanías a Atocha, subirse a un AVE y viajar a la ciudad condal. Estos padres creen que la alta velocidad que ha llegado a Galicia por Ourense es ventajosa sobre todo para los residentes en Madrid.

“Es una mejora la alta velocidad pero no la combinación del enganche, porque si llegas con el tiempo justo corres el riesgo de perder el segundo tren. No hay una planificación para tener un país articulado, sino para conectarse con Madrid”, indica el padre, que también es crítico con la etiqueta AVE asociada a la línea. “Al día hay dos y lo único que va a favorecer es una mayor despoblación para la provincia de Ourense”.

Este fin de semana depara muchos viajes desde Ourense a otras partes de España, tras el fin de las fiestas. BRAIS LORENZO

Paco y María José echan en falta servicios como el tren nocturno. “Aunque un poco más lento, es más cómodo, sobre todo para niños o para mayores”, señala María. Y también llaman la atención sobre la mejorable conectividad interna. “Las comunicaciones para ir a Carballiño, Lugo o Ferrol son deficientes”, indica ella.

La estación de Ourense fue un lugar de despedidas. BRAIS LORENZO

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