-¿Celebrar Termatalia cada dos años en Latinoamérica es una buena estrategia para mantener la marca?

-Efectivamente, Termatalia se ha convertido en una marca del termalismo global y muy especialmente del Iberoamericano. Bajo ese paraguas, el valor principal de Termatalia es su marca y el capital relacional que genera. Nosotros le podemos garantizar a cualquier grupo que participa en este proyecto que en dos días va a regresar a su país con contactos de todo el mundo, en los diferentes ámbitos de la cadena de valor del sector. Acoge toda la cadena de valor del sector, desde la captación del recurso del agua a la protección del acuífero, la explotación sostenible del recurso, la construcción y desarrollo de centros termales, la parte de la consultoría, la legislación, la formación y la promoción y comercialización del destino turístico.

-¿Las ediciones que se organizan fuera generan mayor déficit presupuestario?

-Ocurre justamente al revés, las ferias termales que se hacen fuera son más rentables para Expourense que las que se hacen aquí, porque una gran parte de los gastos destinados a la promoción, los asume el país en el que se realiza el evento. Obviamente, cuando se hace en Ourense, tiene una ventaja competitiva importante, al atraer a nuestro territorio a todos los profesionales, por lo que promocionamos a la provincia de Ourense y al conjunto de Galicia como destino referente y líder en el sector. Pero en términos económicos puros, cuando nosotros salimos fuera es porque obtenemos un apoyo económico importante de esos destinos. Ellos asumen una parte importante del gasto.

-¿Tienen alguna otra feria que cuente con componentes internacionales, aunque no esté reconocida como tal?

-Eso es lo que ocurre con Vinis Terrae. No puede tener el carácter de internacional, porque promociona los vinos producidos en las diferentes denominaciones de origen de Galicia, pero los visitantes proceden de quince países diferentes.