La próxima semana, la Xunta acometerá el traslado de una oficina judicial, en el nuevo edificio de Ourense, para subsanar una deficiencia que provocó las quejas por escrito del Colegio de Abogados, el juez decano y la última responsable de Instrucción Número Tres, la sede que lleva todos los casos de Violencia de Género en la capital y 18 ayuntamientos limítrofes. El inmueble, inaugurado en febrero tras una inversión de 17 millones, carecía de un espacio reservado para que las mujeres maltratadas o cualquier persona de su entorno no tuvieran que cruzarse o compartir espacio con los presuntos agresores y sus allegados, si estaban citados a declarar el mismo día. El director xeral de Xustiza, Juan José Martín, dijo ayer que esa carencia quedará subsanada en los próximos días con el traslado de una oficina del Penal Número Dos a un habitáculo sin ocupar en la quinta planta. El espacio liberado en la tercera será habilitado para la atención a las mujeres víctimas.
Cuatro meses han pasado desde que el decano, Leonardo Álvarez, comunicó la incidencia por escrito. La carencia de espacio "no se ajusta a la legalidad vigente y es absolutamente insostenible", retrataba el magistrado, pidiendo una solución urgente. La responsable de Violencia de Género en el turno de oficio, Fátima Salgado Carbajales, también relataba a FARO varias situaciones de riesgo: "Tenemos suerte de que todavía no haya pasado nada y si sucede, después nos tiraremos de los pelos".
Sacando el tema sin ser preguntado Juan José Martín afirmó ayer que la solución para habilitar un espacio para las víctimas ya fue decidida en abril, cuando la comisión mixta entre el Tribunal Superior de Xustiza y la Xunta trató la queja de los jueces de Ourense.
Tras limitar estas posibilidades a citaciones de víctimas y agresores en un mismo día, el director xeral aducía ayer que "aunque suene a excusa" la falta de previsión en el recién inaugurado edificio se debe paradójicamente, a que Ourense no lograra un juzgado exclusivo para violencia de género, de la que sí disponen en Vigo o A Coruña. Pese a que Instrucción Tres ingresa y resuelve más asuntos de delitos machista que otros 42 juzgados no exclusivos de toda Galicia. "Allí donde hay juzgados exclusivos, la arquitectura prevé este tipo de salas para las víctimas. En el caso de Ourense no estaba previsto arquitectónicamente porque no existe".
La satisfacción de esa demanda no irá acompañada de más cambios de calado. Desde la puesta en marcha del inmueble en marzo, las críticas se sucedieron hasta que el decano las unificó en un escrito de 27 puntos, pidiendo mejoras y reformas en la flamante sede. No habrá cambios "estructurales", tal y como ayer dejó claro el alto cargo.
No se tocará "el copyright"
Tras la apertura del inmueble de O Couto, hubo que instalar barandillas en las escaleras de acceso y las del juzgado de guardia, tras varios accidentes con heridos. También se reforzó la iluminación de las oficinas de los funcionarios ante la escasa luz natural que les llega. Pero la Xunta descarta abrir ventanas, cambiar las puertas giratorias de la entrada pese a los problemas para personas de edad o con la movilidad reducida, y mucho menos retirar la malla exterior, una marca característica del proyecto ganador del concurso de ideas. Martín defendió que el inmueble no tenga ventilación natural. "Si queremos un edificio eficiente desde el punto de vista energético, no puede haber ventanas". La administración tiene claro que no tocará "las cuestiones ligadas al diseño y copyright de los que hicieron el edificio".
