Pese a la huelga de basura, en la jornada de ayer trabajaron las treinta personas fijadas por el Concello de Ourense como "servicios mínimos", en lugar de las ocho que suelen permanecer de servicio los domingos, por lo que de momento se pueden ver muy pocas bolsas en la calle. Y parte de las que hay, las retirarán a las seis de la mañana, cuando empiecen a recorrer la ciudad los tres camines asignados para cada jornada, con seis operarios y sus respectivos conductores.

En lo que respecta a la jornada de hoy –en condiciones normales contaría con un servicio de recogida completo, al coincidir dos días festivos consecutivos–, los efectivos quedarán reducidos de nuevo a 30 operarios, de los cuales 10 se dedicarán al barrido de calles, dos al cuidado de las pozas termales, uno a un punto limpio, además de un mecánico, tres capataces y 9 personas para los camiones.