Homenaje a Balbina González

Murió hace unas semanas y su recuerdo aún está muy presente en Cangas y, sobre todo, en esta zona de Rodeira, donde su madre abrió tienda de ultramarinos allá por el año 1955 y ella la mantuvo, para después pasar a regentarla su hija María, tras su jubilación. Pero la gente de Rodeira, la de Cangas, va a la tienda de Balbina, ya casi de toda la vida. Ya hay abuelos que recuerdan a la fundadora en el ultramarinos. Y por la tienda pasaron todos los hijos, nietos y biznietos. Allí aprendieron el valor de la vida.

Pasarlo bien e irse de fiesta no es convertir la calle en un vertedero

La falta de civismo y educación de alguna gente parece no tener límites. La imagen tan lamentable que ofrecía ayer el entorno de la zona de la movida de Cangas es responsabilidad de los que ensucian, de los que dejan vasos, botellas y bolsas llenas de restos del botellón por la vía pública sin el menor remordimiento. Un día estaría bien coger esos restos y depositarlos en su salón o, mejor aún, sobre su cama para que se despertasen rodeados de la suciedad que generan. Seguro que así lo entendían.

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