Una mujer herida en el segundo atropello del año en un paso de peatones de Moaña

El siniestro ocurrió en la céntrica Rúa As Barxas y la peatón fue trasladada a un hospital, aparentemente fuera de peligro | El nuevo radar municipal busca atajar este problema

La ambulancia, ayer, en el lugar del siniestro.

La ambulancia, ayer, en el lugar del siniestro. / FdV

Los atropellos son, desde hace años, el gran problema de la seguridad viaria en Moaña. Aunque parecía que su incidencia había bajado en los últimos tiempos, el 2024 empezó con malas noticias en este sentido. Y es que ayer por la mañana, poco antes de las 9.30 horas, se registró el segundo siniestro de este tipo en las calles municipales y, al igual que ocurrió con el primero, se produjo en un paso de peatones. Por suerte la mujer joven arrollada por un turismo no sufre, aparentemente, daños físicos de gravedad, aunque a la zona acudió una ambulancia del 061 que trasladó a la herida a un centro hospitalario por precaución. También acudieron agentes de la Policía Local.

El atropello se registró en el paso de peatones de la céntrica Rúa As Barxas, que une la Casa do Concello con el Bar El Palito, en la otra acera de la misma calle. El conductor, que presumiblemente circulaba a baja velocidad, chocó contra la joven, que cayó sobre un brazo y se quejaba de un fuerte dolor. En la ambulancia iba consciente y aparentemente fuera de peligro.

El anterior atropello de este año también tuvo como herida a una mujer joven. Fue en un paso de peatones de la Avenida Concepción Arenal, cerca del muelle deportivo. El conductor frenó tarde y arrolló a la viandante que también estaba consciente cuando llegó la ambulancia.

Precisamente hace menos de dos semanas el Concello de Moaña puso en marcha un radar móvil de control de la velocidad. Se trata del primer dispositivo de este tipo gestionado por una policía local de O Morrazo. Esta semana comenzó con las dos primeras multas de este dispositivo. Fueron dos conductores ‘cazados’ a 58 y 53 kilómetros por hora en la carretera provincial de Abelendo, en un tramo con la velocidad limitada a solo 30 kilómetros por hora.

La intención del gobierno local es utilizar el radar de modo disuasorio para reducir la velocidad media de los conductores a su paso por los tramos y calles más urbanas y con mayor número de peatones, con el objetivo de acabar con el problema de los atropellos.

Además, también se están controlando las salidas de la Autovía do Morrazo y el entorno de varios colegios, en donde hay quejas vecinales por la alta y peligrosa velocidad media de los conductores.

Suscríbete para seguir leyendo