Entrevista | Isabel Peña Guionista ganadora de dos premios Goya y tutora de la I Residencia FICBueu

“La inspiración te tiene que coger trabajando, pero Ons es un telón de fondo perfecto”

La premiada cineasta acompaña durante toda esta semana a cuatro jóvenes directores en una residencia artística en la isla de Ons

La guionista Isabel Peña, esta semana, delante del faro de la isla de Ons.

La guionista Isabel Peña, esta semana, delante del faro de la isla de Ons. / FICBueu/Estudio Prolight

El Festival Internacional de Cinema de Bueu (FICBueu) 2023 no concluyó con la última proyección en el Centro Social do Mar. En esta ocasión el fundido a negro y los títulos de crédito tardarán un poco más. A lo largo de toda esta semana se desarrolla en la isla de Ons una de las grandes novedades del certamen de este año: la I Residencia FICBueu. Cuatro jóvenes cineastas conviven durante estos días para desarrollar sus proyectos audiovisuales junto a la reconocida y premiada guionista Isabel Peña, autora de guiones como el de “As bestas”.

FICHA PERSONAL Isabel Peña (Zaragoza, 1983) es guionista de cine y televisión. Participó en series como “La pecera de Eva” y“Frágiles”. En el cine firmó junto a Rodrigo Sorogoyen los guiones de “Stockholm”, “Que Dios nos perdone”, “Madre”, “El reino” o “As bestas”. El Festival de San Sebastián la premió en 2016 por el guion de “Que Dios nos perdone” y ganó sendos premios Goya por “El reino” y “As bestas”. El guion de “El reino” también fue galardonado en los Premios Feroz.

–¿Cómo acogió la invitación para tutorizar esta residencia para guionistas en el FICBueu?

–Desde la dirección del festival se pusieron en contacto conmigo, me contaron su plan y ya se puede imaginar mi reacción [sonríe]. Estar una semana conviviendo en esta isla impresionante, con cuatro guionistas de una generación o dos anteriores a la mía y poder echarles un cable... Me pareció que tenía todo el sentido del mundo.

–Supongo que no tendría prácticamente dudas a la hora de aceptar la propuesta del FICBueu.

–No hubo mucho que pensar. El plan sonaba muy bien, las fechas me encajaban, la posibilidad de ayudar a gente más joven que yo me parecía muy interesante y era una experiencia muy chula.

–¿Alguna vez, en sus inicios o en su etapa formativa, tuvo la oportunidad de participar en una experiencia siquiera similar a esta?

–Yo no tuve una oportunidad así, ni esto ni nada parecido. Y la verdad es que me habría encantado. Entre los propios guionistas se están estableciendo unos lazos de comunidad que me parecen maravillosos. Ojalá tengan la oportunidad de poder trabajar juntos en el futuro. La verdad es que me habría encantado tener una oportunidad como esta. Yo no es que tenga mucha experiencia a la hora de impartir formación y docencia teórica porque considero que no es lo mío. He colaborado en residencias parecidas, pero en ninguna de una intensidad como esta del FICBueu en la isla de Ons. Es una semana en la que desayunamos, comemos y cenamos todos juntos. Las conversaciones van más alla de las horas establecidas en los horarios y eso resulta muy enriquecedor.

–En principio una isla como Ons parece un buen sitio para, literalmente, aislarse, trabajar y fomentar la creatividad. ¿O se dejan llevar por la belleza del paisaje?

–Todo a la vez. Tenemos unas instalaciones perfectas, con unas aulas con acceso a internet, televisiones y demás material. Sin embargo estamos todo el día dando vueltas por la isla, sentados en los merenderos, paseando por la playa y por el monte. Es súper agradable. No voy a decir que es inspirador porque al final la inspiración te tiene que coger trabajando, pero Ons es un telón de fondo perfecto para cualquier cosa que quieras hacer.

Los participantes en la residencia del FICBueu junto a la dirección del festival y colaboradores en la isla de Ons.

Los participantes en la residencia del FICBueu junto a la dirección del festival y colaboradores en la isla de Ons. / FICBueu/Estudio Prolight

–¿Cómo tienen organizado el trabajo a lo largo de esta semana tan intensa?

–Cada jornada es un poco diferente a la anterior, lo cual le da mucha agilidad y vida a esta semana. Tienen tutorías personales o entrevistas individuales conmigo hasta otras grupales en las que estamos los cinco. Hay profesionales de distintos ámbitos de la industria gallega que vienen a darnos charlas. Hay otras tutorías más ligadas al ámbito de la producción en las que la organización del propio festival se interesa por estos proyectos porque van a elegir uno de ellos para que se haga realidad y ojalá se pueda proyectar en el festival del año que viene. Cada día es diferente y todo esto hace que la semana sea más dinámica.

–¿Qué intentará aportarle usted desde su experiencia a estos jóvenes cineastas?

–Cada uno de ellos es diferente, con miradas distintas. Lo que intento es que los cuatro se lo replanteen todo de nuevo. En las páginas de estos cortometrajes hay algunas primeras ideas y se nota. Yo lo que hago es animarles es a que busquen la segunda, la tercera, la cuarta idea... porque casi siempre van a ser más interesantes. También tenemos muchas conversaciones sobre los personajes, para profundizar lo máximo posible sobre ellos. El personaje es la columna vertebral y esencial de una historia. Hay veces que no nos hacemos las suficientes preguntas sobre nuestros personajes y ahí están todas las claves.

Isabel Peña, en el centro y de espaldas, fotografía el entorno de la isla de Ons y su mar.

Isabel Peña, en el centro y de espaldas, fotografía el entorno de la isla de Ons y su mar. / FICBueu/Estudio Prolight

–Hablaba antes de que no tuvo la ocasión de participar en una residencia de estas características. ¿Le sorprende que un festival enclavado en una localidad como Bueu, con apenas 12.000 habitantes, sea capaz de articular una propuesta tan ambiciosa y con tanto amor por el cine?

–Desde que he conocido a Nerea [Lores], María [Ruiz] y a Manu [Pena] no me sorprende nada [se encargan de la dirección del FICBueu]. Son tres personas con ambición, mucha capacidad de trabajo y se nota que le encanta lo que hacen. Me sorprende, pero muy gratamente.

–Esta presencia en la residencia del FICBueu viene a profundizar y a estrechar un poco más su relación con Galicia, sobre todo después del merecido éxito de “As bestas”. ¿Cómo han sido estos últimos meses?

–Sí que es verdad que esta residencia en Ons es un paso más en mi relación con vuestra tierra. Una relación que ya empezó hace bastantes años por motivos personales y me gusta mantenerla y cuidarla. No pienso mucho en estos meses porque prefiero centrarme en trabajar. Si pensase mucho en la locura que hemos vivido nos volveríamos un poco tontos, así que yo me limito a trabajar y a veces pienso en la suerte que hemos tenido.

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–Bajo mi punto de vista entre los aciertos de “As bestas”, además de la elección de intérpretes y del trabajo sobre los personajes del que hablaba antes, está el uso de las lenguas. Castellano, francés y una gran presencia del gallego, que refuerza la verosimilitud de la historia y sin necesidad de doblaje, solo con subtítulos. ¿Cómo fue ese trabajo? ¿Llegó a escribir directamente en gallego esas partes del guion?

–Desde el principio la película estuvo diseñada en tres idiomas. Sabíamos que queríamos que sonase el galego, el castellano y el francés. Además de remar a favor de la verosimilitud de la historia para mí tenía mucho simbolismo. La gran suerte fue que la distribuidora –A Contra Corriente– tuvo la osadía maravillosa de que la película fuese en versión original y con subtítulos. No se planteó el doblaje, que era una de nuestras pesadillas. Creo que todo el equipo le estará eternamente agradecido A Contra Corriente por esto. Yo el galego lo entiendo, pero no lo hablo y mucho menos lo escribo. Trabajamos y estudiamos el guion en castellano, teníamos un doblador y mucho asesoramiento. Los intérpretes hicieron suyos muchos de los conceptos y el resultado final es el trabajo de mucha gente.

–“As bestas” es solo la última película de una colaboración creativa con Rodrigo Sorogoyen, que incluye “El reino”, con otro Premio Goya, “Que Dios nos perdone” (premiada en San Sebastián) o “Stockholm”. ¿Cómo funciona ese tándem con Sorogoyen?

–Es muy sencillo: somos muy amigos, nos respetamos mucho, nos entendemos muy bien, somos muy distintos para muchas cosas, pero tenemos muchos nexos y valores en común. Nos gusta y nos divierte mucho trabajar juntos. Creo que tenemos como varios ingredientes que nos van a hacer intentarlo una vez más [risas].

Una de las salas habilitadas con equipamiento técnico por el FICBueu para los participantes en la residencia, en el centro de visitantes de Ons.

Una de las salas habilitadas con equipamiento técnico por el FICBueu para los participantes en la residencia, en el centro de visitantes de Ons. / FICBueu/Estudio Prolight

–En alguna ocasión leí que Sorogoyen tenía una capacidad especial para la visión de conjunto y usted para el detalle.

–Es verdad. Trabajamos juntos en todas las fases, pero yo confío mucho en su vista de pájaro y el confía en cómo yo me obsesiono con los pequeños detalles. Es un equilibrio en el que nos entendemos muy bien.

–Antes hablábamos del uso del gallego en “As bestas”. Hace unas semanas el Festival de San Sebastián distinguió con su Concha de Oro a “O corno”, de Jaione Camborda, y rodada en gallego. ¿Ha tenido la ocasión de verla?

Tuve la oportunidad de verla en el Festival de San Sebastián. Me gusta mucho la película y lo que cuenta, pero me gusta especialmente cómo lo cuenta Jaione. Me parece muy interesante donde pone la cámara y donde se detiene. Me gusta la historia y, sobre todo, me gusta cómo la cuenta la directora. Y es en galego porque no podría ser de otra manera. Es la lengua que hablan sus personajes, es una lengua que define mucho la tierra que habitan y a las personas. Es una decisión muy acertada. Ojalá el público lo vea igual.

–A veces los espectadores nos fijamos mucho en los intérpretes o en la dirección de una película y parecemos olvidarnos de ustedes, los guionistas. Y sin guion no hay película. ¿Cómo ha vivido la reciente huelga del sindicato de guionistas en Hollywood?

–La he vivido con mucha admiración, me parece impresionante el poder que tienen los guionistas en Hollywood. Los motivos de su huelga eran absolutamente respetables y me parece maravilloso que lo hayan conseguido porque era una pelea de David contra Goliat. Pero es que en este caso David tiene muchísimo poder: sin David no hay películas. Viví la situación con una mezcla de admiración y estupor al ver que los meses pasaban y que las plataformas seguían inamovibles. Ahora con alivio al ver que ha salido bien. No tengo muy claro si va a tener repercusión en Europa y en España. Supongo que al final algo llegará porque las plataformas trabajan a nivel mundial, pero creo que nosotros estamos todavía en pañales con respecto a ellos.

Uno de los paseos por la isla de Ons de los participantes en la residencia e Isabel Peña.

Uno de los paseos por la isla de Ons de los participantes en la residencia e Isabel Peña. / FICBueu/Estudio Prolight

–Aprovechando esta residencia en un lugar como la isla de Ons, ¿hay posibilidad que de aquí salga el inicio o el germen de alguna historia para el futuro?

–[Risas] De momento me limito a intentar asesorar y ayudar a mis compañeros. Y a mantener la boca cerrada ante lo bonito que es todo esto. De momento no hay germen. [risas]

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