“Tengo la certeza de que nadie compuso sobre Moaña”

La obra “Cadros de Moaña” nace de la pasión de su autor, Jorge Vidal Iglesias, por la villa de Moaña y por todos los aspectos que rodean al mundo del mar. Estas fueron las razones por las que el clarinetista decidió dedicar su último trabajo a la localidad morracense. “Me dijeron que hiciese una obra original para mi grupo y decidí hacerla sobre esta temática. Tengo la certeza de que nadie ha compuesto ninguna obra musical sobre Moaña”, asegura Vidal Iglesias.

Jorge Vidal es natural de O Hío pero lleva más de 20 años viviendo en Moaña. Es un músico que destaca por su formación como clarinete bajo y como compositor autodidacta desde los 17 años. En la actualidad participa en numerosos proyectos musicales entre los que destaca como miembro fundador y músico de ClarMorr (Clarinetes do Morrazo), profesor en el Centro Creativo Musical en Moaña y Vigo; y como integrante y directivo de la Banda de Música Airiños do Morrazo.

En cuanto al estilo musical de la obra, Vidal considera que es complicado hablar sobre él. “No tengo un estilo como compositor, yo escribo a mi manera” señala el clarinetista. Añade que al haberse formado en el conservatorio, tiende a siempre a ir hacia bases de la música clásica, pero en esta pieza manifiesta que “estamos ante una obra que mezcla la actualidad con estos ritmos clásicos”.

Sobre la historia que contarán los siete clarinetistas que estarán sobre el escenario interpretando la obra, esta intentará transportar a los allí presentes por “todas las fases del día y el paso del tiempo durante una jornada en Moaña”, indica Vidal. La obra comienza desde el punto de vista de O Fisgón viendo el amanecer y llegando hasta el mercado de la villa, donde empieza a sonar una alborada que representa la ebullición del momento y que finaliza con el cierre del mercado.

El segundo movimiento transcurre durante la tarde y versa sobre la Ría de Vigo. Vidal se inspiró gracias a sus paseos por el frente marítimo. Su parte central cuenta una técnica musical con la que a través de las notas se representa los versos del poema “Calade!” de Rosalía de Castro.

Al finalizar la tarde la obra da paso a su último movimiento. Este trata de representar el muelle de A Mosqueira a través de cuatro temas principales: gaviotas, remeros, la taberna y los bateeiros. Al final de esta los ritmos de cada uno de los temas terminan fusionándose en una sola.

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