El estruendo de un “Trueno Azul” en O Hío
La Guardia Civil atribuye el papel de “cabecilla” al vecino detenido esta semana en Cangas en los asaltos con explosivos a cajeros
La parroquia de O Hío, en Cangas, se vio sorprendida a primera hora de la mañana del miércoles por un trueno azul. Un trueno formado por un amplio operativo de la Guardia Civil que entró en una vivienda de la calle Antonio Graña para el registro y detención de su ocupante, al que acusan de ser el “cabecilla” de un grupo que estaría detrás de cuatro intentos de robo con explosivos en cajeros de la provincia. Solo en la maniobra para echar abajo la puerta de entrada y para acceder al interior de la casa participaron más de una docena de agentes armados y provistos de elementos de protección. Una vez franqueado el paso y asegurado el control de la vivienda se fueron incorporando más guardia civiles, que permanecían en el exterior. El detenido es un varón de 49 años de edad, que según la información oficial difundida cuenta con “multitud de antecedentes policiales”.
La Comandancia de Pontevedra de la Guardia Civil llevó con el mayor sigilo y máxima discreción el operativo, en el que participaron unidades llegadas desde fuera de O Morrazo. Solo ayer dio detalles sobre esta operación, a la que bautizó como “Trueno Azul”. El único detenido quedó en libertad el jueves a mediodía tras prestar declaración en el Xulgado de Instancia e Instrución número 2 de Cangas, donde solo respondió a preguntas de su abogado. No obstante, desde el instituto armado afirman que durante los registros practicados se incautó de “efectos y útiles utilizados para llevar a cabo los robos”.
La entrada en la vivienda se produjo sobre las 7 de la mañana del miércoles y tras emplear un ariete, con el que los agentes golpearon hasta tres veces la puerta para poder derribarla. El inicio de la operación “Trueno Azul” sin embargo se remonta a mucho antes. Desde la Guardia Civil acusan al investigado de estar detrás de cuatro tentativas de robo con explosivos en cajeros automáticos en la provincia.
La investigación arranca a principios de octubre de 2021, después del primero de estos intentos de robo en una entidad bancaria en Barro. En ese mismo mes de octubre se produce un segundo hecho casi idéntico en Pazos de Borbén. Pasó casi un año hasta el tercer y cuarto intento, que tuvieron lugar a principios de septiembre de 2022: primero en O Hío, muy cerca de donde reside el acusado, y de nuevo en Pazos de Borbén.
La Comandancia de Pontevedra explica que tras el análisis de la información recabada en cada uno de los intentos de robo “se elabora un perfil de los autores y se establece una línea de investigación que permite identificar a las dos personas integrantes de este grupo”. No obstante, de momento solo se tiene constancia de la detención del vecino de O Hío, al que la Guardia Civil le atribuye la condición de “cabecilla”. Durante el desarrollo de la investigación y posterior operación se contó con la colaboración de los Técnicos de Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil.
Los registros efectuados el miércoles, en los que también participaron perros, no se limitaron únicamente a la vivienda, sino que se incluyó un negocio que el acusado regenta en Bueu.
Los artefactos explosivos usados en estos cuatro robos eran de fabricación casera y el más potente fue el que se usó en el cajero de la entidad bancaria de O Hío. En este caso los daños materiales ocasionados superan los 50.000 euros. Las investigaciones de los Tedax tras la explosión de O Hío determinaron que ese artefacto contenía pólvora, un producto sobre el que existe un control mucho más exigente desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
Desde la Guardia Civil le atribuyen al acusado cuatro presuntos robos con fuerza en grado de tentativa en cajeros, todos de la misma entidad bancaria. El hombre fue puesto a disposición judicial durante la mañana del jueves en los Xulgados de Cangas, donde se acogió a su derecho para responder únicamente a las cuestiones formuladas por su abogado.
Las fuentes consultadas explican que negó cualquier participación en los hechos y tras esa comparecencia la jueza decretó su puesta en libertad. Eso sí, con la condición de investigado y a la espera de juicio, tal como explican desde la Comandancia de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
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