El Concello pavimentará 1.000 m2 de pasillos interiores del cementerio de Beluso

El gobierno local presenta el proyecto a la Diputación con cargo al Plan Concellos | El presupuesto es de 51.900 euros

Una vista del interior del cementerio de Beluso. |   // SANTOS ÁLVAREZ

Una vista del interior del cementerio de Beluso. | // SANTOS ÁLVAREZ / david garcía

El Concello de Bueu prevé usar una partida de más de 51.900 euros del Plan Concellos para pavimentar los pasillos interiores del cementerio de Beluso, unos corredores que abarcan una superficie de algo más de 1.000 metros cuadrados. La propuesta será trasladada a la Diputación de Pontevedra, que debe autorizar el gasto.

La propuesta técnica elaborada por los servicios municipales se concentra en los pasillos interiores del camposanto e incluye un tratamiento de hormigón raspado, que se complementará con aceras y losas de piedra. La memoria de los trabajos especifica que el firme actual de los trazados peatonales del cementerio son de tierra, lo que provoca que su mantenimiento sea “muy costoso” tanto por las constantes labores de desbroce como por los charcos que forman las lluvias. El proyecto se completará con la formación de canaletas, precisamente para recoger las aguas pluviales.

La previsión es que los trabajos, una vez licitados y adjudicados, se prolonguen durante un plazo de 6 semanas y el tipo de licitación previsto es de 51.920 euros. El pavimento mayoritario será el hormigón raspado, con el que se acondicionarán más hasta 1.050 metros cuadrados.

Si finalmente la Diputación de Pontevedra autoriza el gasto dentro de las partidas del Plan Concellos 2022, esta será la segunda obra que se ejecutará este año en el cementerio de Beluso. La otra acabó hace unos días y consistió en una ampliación. En concreto se habilitaron 68 nuevos nichos, 85 columbarios y 17 ceniceros en un proyecto con un presupuesto inicial de 65.000 euros, que finalmente la empresa contratista rebajó durante la fase de licitación a menos de 50.000 euros.

El tipo de proyecto fue similar al ejecutado en el cementerio de Bueu, con módulos prefabricados en hormigón. En el caso de Beluso no existía una demanda tan perentoria de nichos –hubo una ampliación a mediados de la década de 1990–, pero desde el Concello también querían tener enterramientos en propiedad para poder cederlos en régimen de concesión o autorización en caso de necesidad.

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