El núcleo histórico de San Martiño tendrá las calles de piedra y la velocidad será de 10 km/h

El Concello presenta a los vecinos el proyecto de humanización, que logró el visto bueno de Patrimonio | Las vías seguirán siendo de doble sentido y lucirán un adoquinado

La zona sobre la que se actuará.

La zona sobre la que se actuará. / Fran G. Sas

El Concello de Moaña logró, hace menos de dos semanas, el visto bueno de Patrimonio para su proyecto de humanización y calmado de tráfico en el entorno de la iglesia románica de San Martiño, el que pasa por ser el núcleo histórico de la villa. Anoche el equipo redactor –“Un+Un Arquitectos” integrado por Roi Abal, Arturo Lagoa y Mario Fernández– presentó a los vecinos el proyecto final integrando los requisitos de protección de los elementos con valor histórico. El diseño elegido plantea un pavimento de piedra, preferiblemente con adoquines de granito atravesados por una malla también de piedra en varios puntos.

El asfalto se retirará, para sustituirlo por el nuevo firme entre el cruceiro de San Martiño y el inicio de la pendiente de subida al enlace con la autovía. Además, la actuación se extenderá también varios metros en los tres cruces que salen a la misma vía: La subida al cruceiro, la calle del párroco Don Enrique Rubido de la Gándara y el Camiño da Casa Nova, que sale de forma paralela al muro del atrio bajo.

El núcleo histórico de San Martiño tendrá las calles de piedra y la velocidad será de 10 km/h

La presentación, ayer, del proyecto a los vecinos. | G. NÚÑEZ / Fran G. Sas

El arquitecto Roi Abal explica que tuvieron que realizar varios cambios sobre el proyecto inicial para cumplir con las peticiones de Patrimonio. Ello implica que no habrá una senda de color diferenciado en una margen solo para peatones, además, toda la obra contará con un control arqueológico para garantizar que no se daña el cruceiro barroco y fiscalizar la aparición de posibles vestigios bajo el asfalto actual. “Cualquier pieza con valor histórico que aparezca se pondría en valor”, aclara Abal.

El concejal de Mobilidade, Rodrigo Currás, explicó en la presentación de ayer que la filosofía del proyecto es calmar el tráfico. Seguirá existiendo un doble sentido de la circulación, a petición de los vecinos, pero la velocidad estará limitada a 10 kilómetros por hora y el nuevo firme “reflejará que se trata de un espacio de preferencia peatonal”. La idea, según Currás, es “que los conductores que no sean residentes o usen la Escola de Música, opten por otros accesos a la Autovía do Morrazo, como el de Abelendo o el de Broullón. Disminuyendo así el tráfico del núcleo histórico”.

La velocidad pasaría a tener los mismos límites que el Concello puso en el entorno de los centros escolares del municipio.

La intervención en la calle y su sustitución por un adoquinado busca “recuperar la imagen histórica de San Mariño, que lucía caminos de piedra. Se puede optar también por hormigón desactivado, pero haría más complejo cualquier arreglo”, apuntan desde el equipo redactor.

Rectoral

Además de intervenir en los viales, el proyecto plantea actuar en la explanada anexa a la rectoral y que se usa de aparcamiento de la Escola de Música. Actualmente está en gravilla. La solución elegida es una superficie con losas y espacio entre las piedras para la hierba “proponiendo así una zona de transición entre la calle y la carballeira”.

Esta explanada pasará a tener un uso polivalente, funcionando como aparcamiento durante los horarios lectivos de la Escola de Música y como espacio para eventos durante las fiestas como la del patrón o la recreación medieval Moaña Antiqua.

Pendientes del acuerdo con la Iglesia y de la financiación

El proyecto de calmado de tráfico en el núcleo original de Moaña supone una intervención de grandes dimensiones, pues se prevé actuar en un total de 3.700 metros cuadrados cuyo resultado final pretende “poner en valor el conjunto arquitectónico que forman la iglesia románica, los cruceiros y las diferentes edificaciones del entorno”. Además, la obra servirá para soterrar los tendidos y poner fin a su impacto visual, así como mejorar la recogida de aguas y unificar el trazado de las distintas traídas comunales. Sin embargo, su ejecución está pendiente, en primer lugar, de cerrar la negociación con el Arzobispado de Santiago de Compostela para prolongar la cesión de la rectoral, que caduca en ocho años. A partir de ese acuerdo y con el proyecto en la mano, el Concello buscaría la financiación necesaria.

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